MARIANA BENITO. La segunda edición de «Majadahonda va de pintxos» arrancó este viernes 17 de marzo (2023) y se prolonga hasta el día 26 en un total de 18 establecimientos, «que participan en esta iniciativa organizada por el Ayuntamiento en colaboración con el Círculo de Empresarios. De esta forma, las barras de estos bares y restaurantes se llenarán de los más novedosos y originales pinchos al estilo de Donosti.  Los establecimientos que participan en esta iniciativa son Rocka Rolla, De tapas bar, Maltesta Taberna, Oronda Cocina, El aperitivo, As de Bastos, Contraste, La Taberna de Laia, Taberna del As, La Sede, Taberna el Rebote, La Mascarada, Verde Oliva Gastroteca, La Gabarra, Onneca, Asentida, Mínimo Café Boutique y La Bernarda«, destaca un comunicado del Ayuntamiento. En la nota, el todavía alcalde, José Luis Álvarez Ustarroz, defiende “seguir poniendo en marcha iniciativas que dinamicen la economía local, ofrezcan ocio a las familias y nos ayuden a mantener esta ciudad con la vida que a todos los vecinos nos gusta”. Sin embargo, lo que no muestra el comunicado es el notable descenso en los bares participantes en las iniciativas municipales, fruto de la desconfianza que el sector hostelero muestra tanto a la Concejalía de Comercio como al Círculo de Empresarios, según relatan en medios del sector hostelero majariego. Un informe del periodista Andrés Pimentel revela que los participantes del último Concurso de Tapas de Majadahonda han caído un 25% en el último año. En 2022 no lograron superar (ni siquiera igualar) el número de hosteleros que colaboraron en el Concurso de la Tapa, pasando de 52 en el 2019 (heredados de la anterior legislatura), a 39 en el 2022, demostrando así que la rentabilidad de la iniciativa queda descartada. Esta vez ya son solo 18 los que se han prestado a darle cobertura a esta última actuación municipal de PP-Vox antes de las elecciones.

ANDRES PIMENTEL. Desde el punto de vista empresarial, comercial y de la hostelería, las fiestas locales de Majadahonda 2022 y las rutas de tapas de cualquier ciudad representan una fuente de ingresos y de difusión de suma importancia. El programa de Festejos y la gestión de la Comunicación en numerosos municipios se aprovecha para promocionar a los comercios locales, pero en Majadahonda ni siquiera se hace uso del elevado coste de la revista municipal para darlos a conocer de forma gratuita, ya que a día de hoy no hay una guía empresarial y comercial actualizada a disposición publica donde aparezcan estos comercios, bares, restaurantes y empresas. Y me consta que existe una que permanece inédita por la desidia y pésima gestión del Ayuntamiento y de una organización empresarial del municipio que privilegia el Equipo de Gobierno PP-Vox simplemente porque su presidenta y su gerente reciben ayudas directas e indirectas para sus negocios.

La concejal de Comercio, Silvia Saavedra, en su habitual y ya tópica llamada a la «dinamización del comercio local«, ha destinado su elevado presupuesto a la realización de festejos musicales callejeros, con el consentimiento y amparo del Círculo de Empresarios de Majadahonda, que se limita a incluir su logotipo y a poner la mano, en lugar de defender los intereses y derechos de los comerciantes. Esta es la razón por la que el Círculo recibe elevadas subvenciones sin mostrar transparencia alguna de su destino, tan solo proporcionando curiosos justificantes -recordamos las facturas del «trenecito» que cobraba su gerente o de la «Marcha Nórdica» o «Nordic Walking» del amigo de la presidenta– ante el Ayuntamiento, siempre de manera interna y opaca. De esta forma, esta curiosa asociación podría definirse como un «ente» sin apoyo del tejido empresarial, carente de propuestas e iniciativas ante el consistorio pero sí en supeditación directa con el mismo, como así puede demostrarse. Y la «Ruta de los Pintxos» es el último ejemplo.