SILVIA ANULA. Ya es oficial: el Rayo Majadahonda es propiedad de un inversor mexicano relacionado con el mundo del fútbol, que se hará cargo del club este 30 de junio (2025), tras la venta de la familia Arribas, que recupera así la inversión realizada cuando se produjo la conversión en Sociedad Anónima Deportiva (SAD) en el verano de 2018. Siete años después, la entidad ha realizado una gradual transformación que ha convertido La Oliva en una de las instalaciones que, aunque reducidas por la falta de más campos de fútbol que demandan la amplia lista de espera de chicos y chicas que desean practicar el deporte del balompié, son de las más modernas de la Comunidad de Madrid. En esta etapa de los Arribas (2018-25) la nueva Oliva ha conservado e incluso ampliado una cantera próxima a los 1.000 futbolistas y ha mejorado instalaciones, vestuarios, gimnasio, escuela de alto rendimiento y cafetería, entre otras dependencias. La venta de la SAD, que ya ha sido autorizada por el Consejo Superior de Deportes, alcanza el 90% de las acciones que poseen Alejandro Arribas, el conocido futbolista profesional, hoy en el Rayo Majadahonda; su padre, el empresario Pedro Arribas, actual consejero delegado, y el economista José María Sanz, presidente del Consejo de Administración, ya que el restante 10% está en manos de accionistas minoritarios, entre ellos el presidente del club, Enrique Vedia, todos ellos procedentes de los 162 socios que la entidad tenía cuando subió a Segunda División.

LA IDEA DE LOS ACTUALES RESPONSABLES DEL CLUB es llegar esta temporada al máximo rendimiento deportivo en la 2ª RFEF y presentar unas cuentas saneadas, una vez que se han equilibrado unos presupuestos que el año pasado supusieron unas pérdidas cercanas al millón de euros, fruto de la crisis que ha vivido la Real Federación Española de Fútbol bajo la presidencia de Luis Rubiales. La herencia de Rubiales ha sido económicamente pésima: prometió ayudas federativas de 1 millón de euros por club a través de las retransmisiones deportivas y contratos de publicidad para la nueva liga de 1ª RFEF que pretendía competir con la Segunda División de la LFP, pero la realidad es que esas ayudas apenas llegan a los 10.000 euros. Esto ha obligado a todos los clubes a “apretarse el cinturón” sobre todo en la masa salarial de los futbolistas, ya que el sueldo mínimo en 1ª RFEF es de 20.000 euros esta temporada y de 25.000 euros la 2025-26, cantidad que no posee suelo ni techo en 2ª RFEF. Como referencia, recordar que en 1ª División el sueldo mínimo es de 195.000 €/año y en Segunda División es de 95.000 €, según los salarios acordados con la Asociación de Fútbol Profesional (AFE).

LOS NUEVOS RESPONSABLES DEL RAYO MAJADAHONDA, sin embargo, deberán hacer frente a varios objetivos que han quedado pendientes. En primer lugar está el techado del Cerro del Espino, una reivindicación que ha sido unánime en la afición y que solo pretende retornar a la situación anterior, cuando los aficionados podían guarecerse del sol o de la lluvia con unas célebres carpas o jaimas que cubrían la tribuna. El grupo municipal de «Vecinos por Majadahonda» ha llevado hasta 7 veces el asunto al pleno, pero se ha topado de bruces con la negativa de la mayoría absoluta del Partido Popular (PP) a abordar esta cuestión. Incluso se llegó a aprobar, con el apoyo de todos los grupos municipales, una mesa de diálogo entre los CEOs de At. Madrid y Rayo Majadahonda con el Ayuntamiento, algo que nunca se produjo. Sin embargo, los concejales del PP sí aprobaron una ampliación de las instalaciones de entrenamiento del At. Madrid en el Cerro del Espino, a las que incluso asistió la alcaldesa en su inauguración. Además, cortaron la subvención de 100.000 euros que recibía el club como ayudas al fútbol base (mantenimiento, desplazamientos, fichas, arbitrajes, etc.) y se negaron a ampliar los campos de fútbol para admitir más canteranos, que actualmente colapsan la lista de espera. El anterior alcalde se jactaba de que «no le gustaba el fútbol» y la actual alcaldesa también ha confesado que “no soy muy futbolera, la verdad”.

LA IDEA DE LOS NUEVOS PROPIETARIOS, cuya cabeza visible es el mexicano Javier Ruiz, es continuar con la línea de consolidación y mejora que lleva el Rayo Majadahonda, según fuentes deportivas. Los nuevos gestores desean mantener las aspiraciones deportivas de ascenso a 1ª RFEF con el objetivo de alcanzar en la siguiente etapa la Segunda División, competición en manos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) mucho mejor gestionada. Esa idea viene dada por el hecho de que el nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán, se muestra abierto a los cambios en la 1ª RFEF y ha tendido la mano a la Liga de Fútbol Profesional para afrontar los muchos desafíos que tiene por delante su nueva junta directiva. Y uno de esos retos pasa por atender a la Primera Federación. Durante su primera asamblea, celebrada este 10 de febrero (2025) ante 140 clubes, Louzán declaró: «El fútbol es muy conservador, pero yo soy una persona a la que le gustan los cambios. A veces tenemos que adaptarnos, pero creo que va a venir bien para el fútbol. Tenemos que tender la mano al fútbol profesional. Lo que avancen ellos, lo vamos a avanzar nosotros, juntos».

LOUZÁN ADELANTÓ ADEMÁS UNA NOTICIA «NO TAN BUENA PARA EL FÚTBOL NO PROFESIONAL» en general pero que sí podría ser positiva para el Rayo Majadahonda, ya que está relacionada con la ayuda al fútbol base a través de «lo que UEFA llama solidaridad». Louzán declaró: «Es un dinero que pertenece a los clubes profesionales y UEFA decidió que a partir de la temporada que viene esa solidaridad no a va ir a los clubes no profesionales. Es una merma considerable, unos 10 millones de euros, así que tendremos que buscar equilibrios presupuestarios, buscar una fórmula para que no se pierdan las ayudas para la cantera». El nuevo presidente de la RFEF aseguró que es partidario de apoyar a los equipos que trabajen «de verdad» el fútbol base, que serán los que reciban las ayudas: «No me gusta el «café para todos», hay que primar a quienes trabajen y documenten la cantera». Y el Rayo Majadahonda, con 1.000 futbolistas en sus categorías inferiores en edad, que disputan además sus ligas en los máximos niveles, es uno de ellos.