Pep Bruno contando cuentos a un público familiar en la Casa del Lector (Madrid)

ELENA MARTICORENA. Pep Bruno Galán (1971, Barcelona), vecino de la provincia de Guadalajara hasta 2021 y actualmente viviendo en Ahigal (Cáceres), está presente la tarde de este lunes 24 de abril (2023), a las 19:00 horas, en la Biblioteca Francisco Umbral de Majadahonda para un «Cuentacuentos Adulto». En esta entrevista con MJD Magazin, se define a sí mismo como «un cuentista», una persona que vive abrazada al cuento: como narrador oral, autor, editor y lector. ¿De qué van a poder disfrutar los oyentes que se acerquen a escuchar “Viejos cuentos de nuevo”? –Contaré 2 o 3 cuentos de tradición oral que están incluidos en el Decamerón de Boccaccio. Son cuentos muy entretenidos, salpimentados de astucia y picardía, con algunos momentos desopilantes y otros momentos erótico-festivos. Un ratito que pasa en un suspiro. ¿Cuáles fueron tus primeras experiencias en este campo? –Comencé a contar en una actividad que nació el 4 de febrero de 1994: el viernes de los cuentos. Por eso sé con tanta exactitud qué día conté por primera vez delante de un público. Quedé enganchado por la palabra dicha, la mirada del público y el disfrute que supone tejer historias en el aire. Desde entonces no me perdí uno solo de los viernes de los cuentos (esos primeros 3 años eran cada 2 semanas) y eso se convirtió en una escuela para mí. Ahí fue donde una bibliotecaria que asistía como público, Eva Ortiz, me propuso que fuera a contar a su biblioteca cobrando por ello. En ese momento comenzó mi andadura profesional.


Elena Marticorena

Cuando le preguntan por su origen como escritor, Pep Bruno Galán se cree «un narrador oral que a veces escribe». Por eso la cuestión es obligada: ¿en qué te inspiras para crear los cuentos? –En los últimos 10 años mi repertorio de narración oral se nutre, casi al 100%, de cuentos tradicionales, así que no tengo que crear cuentos, sino buscar buenas versiones para contar. En cuanto a los cuentos que creo y escribo, normalmente parten de algún hecho que he vivido (o que me han contado) y que puede ser el detonante de un conflicto narrativo. O, también, pueden partir de situaciones que he imaginado desde cero, frente al papel en blanco. 


Pep Bruno contando cuentos en Fraga (Huesca) en un club de costura de la biblioteca

¿De dónde surge tu vocación por ser narrador? –Siempre quise ser escritor, entre mis juegos infantiles estaba el de escribir cuentos. Pero el salto a la narración oral se debió al hecho de vivir en Guadalajara, una ciudad donde el cuento contado ocupa un lugar preeminente gracias al Seminario de Literatura Infantil y Juvenil, a la Biblioteca Pública del Estado y, sobre todo, al Maratón de Cuentos que viene celebrándose ininterrumpidamente desde 1994 y en el que se cuentan cuentos durante 46 horas de manera continuada. ¿Cuál es tu vinculación con la Biblioteca de Majadahonda?He trabajado en muchas ocasiones, son ya muchos años yendo a contar a la Francisco Umbral, una biblioteca que cuenta con un estupendo equipo de profesionales y con un espacio ideal para contar. Es una biblioteca que cuida mucho la narración oral (con programación continua y puntual y, también, con campañas escolares), tal es así que hace unos años prepararon una exposición dedicada a los narradores orales que, si no recuerdo mal, se llamaba “Los dueños de la palabra”. 

Majadahonda Magazin