JORGE RUBIO. La promoción del arte urbano en Majadahonda fue uno de los asuntos protagonistas en el último pleno del Ayuntamiento. «Somos conscientes de que el arte evoluciona, así como la pintura. Desde hace varios años lo que ahora se denomina arte urbano, los grafitis, cada vez son más reconocidos y gustan a más variedad de gente», afirmó Irene Salcedo (Somos) durante la presentación de esta propuesta, que pedía «un estudio de espacios, muros y paredes disponibles así como incorporar en las fiestas patronales certámenes de arte urbano con fines benéficos».
En su intervención explicó en qué consistía este tipo de arte, que debía diferenciarse del «takeo«, habituales firmas de sus autores que suelen mezclarse comúnmente con el grafiti, rúbricas que hicieran legendarias el madrileño «Muelle» o a nivel internacional el célebre Bansky, un autor que ya forma parte de la colección del actor Antonio Banderas. El acuerdo, no obstante, no fue posible: «Quiero felicitar a Irene Salcedo por traer esta moción que nos permite dejar claro que tenemos dos modelos de ciudad diferentes, y si me apura, contrapuestos», señaló Fátima Núñez (PP). «El grafiti es transgresión por naturaleza. Es violar o no cumplir con las normas. No respeta la propiedad pública, ni la privada. Es un contaminante visual costosísimo» argumentó la edil popular para terminar señalando que esta era «una acción buenista, pero que no ayudaba a mejorar el modelo de ciudad». En su reflexión encontró el apoyo de Antonio Rodríguez (Cs), que ironizó sobre lo que pensaban los vecinos acerca del grafiti y rizó al rizo al revelar que pese a «no estar en contra de este arte» iban a votar en contra de la moción.
«El takeo molesta mucho a nuestro Equipo de Gobierno y por eso se invierte tanto dinero en limpiar el municipio con la brigada antigrafiti. Presentamos esta moción para evitar esta situación», detallaba Salcedo, al tiempo que insistía en la necesidad de «elaborar una campaña de concienciación» en esta materia. Según dijo, su intervención era testimonial porque varios ediles le habían confirmado que votarían en contra y que por tanto, la moción no iba a salir adelante. Uno de los criterios negativos correspondió a Mercedes Pedreira, que afirmó que si «le pintaban la fachada de su casa le daba un síncope». También se mostró escéptica a que hubiese «muchos vecinos contentos con las pintadas en las fachadas» aunque señaló que pese a «no parecerle mal, le daba miedo abrir una espita», por lo que finalmente se abstuvo.


Vídeo de Suso 33: grafititi en A-6 a su paso por Torrelodones
FEDERICO UTRERA. Dos grandes muestras de arte tuvieron lugar en Madrid en 2017: la tradicional Feria de Arte Contemporáneo ARCO, que cumplía su 36ª edición, y la novedosa primera edición de “Urvanity 2017”. Pasado y futuro del arte con un presente común: el antiguo “grafiti” se ha convertido ahora en “arte urbano” y ha entrado por la puerta grande en las más acreditadas ferias de arte contemporáneo. Al igual que los minusválidos son ahora discapacitados, las guarderías, escuelas infantiles y cada cual tiene derecho a llamarse como le venga en gana. Quizás en el cambio de semántica esté la esencia de su nuevo significante. Un paseo visual y textual por sendas muestras proporciona una aproximación a este cambio de raíles en la expresión artística. En nuestros tiempos pretéritos del siglo XX era el “Muelle” nuestro Bansky español, pero hoy el artista grafitero por excelencia es Suso33, que aceptó el desafío presentado por el laboratorio de Clorofila digital: elegir entre sus 8.000 materiales y soportes los más versátiles y transgresores para representar sus obras. Entre ellas en Arco figuraba la acción pictórica bajo el puente de Torrelodones, por la conocida A-6, inmortalizada además en un vídeo y a un paso de Majadahonda por la Carretera de la Coruña. (Leer más).
José Ramón firma como «Sfhir» y es uno de los grafiteros españoles de Majadahonda que ya se cotiza en el mundo del arte. «Fascinado por el dibujo desde niño, sus inicios en el graffiti se remontan a 1995, cuando con catorce años descubre en este arte el vehículo de expresión ideal para canalizar sus inquietudes. Comienza así un largo peregrinaje artístico de más de una década que ha evolucionado progresivamente hacia una técnica cada vez más depurada y minuciosa. Artista versátil, ha tratado de aunar el dinamismo y la espontaneidad propios del graffiti con una labor más artesanal para lograr obras llenas de frescura. En sus inicios como escritor urbano comienza a experimentar con la tridimensionalidad, jugando con los volúmenes de las piezas a través de las perspectivas y las distintas gamas de colores. Dota a sus piezas de finos trazos, colores vivos y formas afiladas. Su experiencia en el muralismo urbano viene de la mano del grupo artístico La Coma 7, fundado en 1998 junto a seis integrantes. Desde entonces ha realizado multitud de composiciones junto a diferentes artistas en un largo periplo por diferentes países del mundo. En 2008 entra a formar parte del prestigioso grupo artístico internacional OGT. (Leer más)










