J. FEDERICO MTNEZ. Vuelven los tópicos («jugó como nunca, perdió como siempre»), los análisis recurrentes («falta gol», «hay que fichar un delantero»), las evasivas («una vez más la suerte se va del lado contrario») y los excesos (un «gran» Rayo Majadahonda» pierde de nuevo)… Lo cierto es que parafraseando esa procaz y graciosa cancioncilla del «Payo Juan Manuel» titulada «Una vieja y un viejo van p’Albacete», el Rayo Majadahonda tampoco «metió», ni goles ni mano en el bolsillo, a un conjunto manchego que perdió abrumadoramente en las estadísticas pero ganó 3 puntos de oro que le colocan en ascenso directo a primera división. También esta otra vieja canción se repite: la posesión fue del Rayo Majadahonda (36%/64%), también los tiros a puerta (1/4), las llegadas al área con tiro desviado (13/14), los pases (334/618) y su acierto (78%/88%). Y tampoco cabe echarle la culpa al árbitro, como ocurrió ante el Elche, pues actuó como en el Cerro pero en sentido contrario: escamoteó 2 penaltys claros al equipo local, según coinciden todos los observadores independientes, e incluso pitó un fuera de juego que no era con el delantero driblando a Basilio y terminando solo delante de la portería vacía. No, no es la mala suerte, el buen juego, ni la calidad de los jugadores lo que falla: siguiendo con la cancioncilla del rumbero sevillano, la «vieja» presidencia de Vedia (el más longevo del fútbol hispano con 40 años en el cargo) junto con el «viejo» Iriondo (dicho con todos los respetos para el entrenador más veterano de la categoría) debutan como profesionales en la liga de plata. Y camino de Albacete se les vio algo que les viene grande y que no aciertan, aunque no hay que ser muy perspicaz para adivinarlo. 


Una desacertada política de rescisiones y fichajes, una enorme chulería y desprecio a la afición y medios locales, una absoluta prepotencia en el trato a concejales y Ayuntamiento, y una estrategia de continuos engaños a socios, periodistas, ex directivos y hasta «comerciales» (según las propias palabras del presidente en la última asamblea) provocan desde una disparatada política de precios de las entradas, a la exclusión permanente de los abonados como futuros socios e incluso accionistas y un pánico o pavor a que venga un equipo inversionista que dirija el club con criterios profesionales respetando a los empleados de casa y contando con la gente y los profesionales de Majadahonda, que los tiene y muy buenos. Un fiel aficionado cercano a la directiva que sigue al equipo y posee un blog donde analiza estos asuntos, lo ha escrito con palabras claras: «hay un problema de gestión y nos llevará al descenso».

El partido en el Carlos Belmonte fue para olvidar, dado el enfado con el que la mayoría de los aficionados que lo siguieron ven a un equipo que se desangra cada semana incapaz de tener un «plan B» cuando le fallan las cosas. Aferrado como una lapa a un bonito sistema de juego igual al que le costó la categoría a la Cultural Leonesa la temporada pasada, la «montaña rusa» de Iriondo se va de vacaciones de Navidad con una prolongada cuesta abajo que le hace padecer «la peor racha de la Segunda División española», según coincidieron en destacar los comentaristas televisivos del partido, Pedro Nieto y el narrador Sergio Márquez. Hoy está más cerca del infierno y el carbón que del cielo y la gloria a la que tanto le gusta mirarse el entrenador. Estas son las puntuaciones y las razones:

Basilio (0): falló en el tanto raso y lejano y además salió a por uvas en otra jugada que a punto estuvo de costarle el «gol del año» al acudir al pico del área de fondo en busca de no se sabe qué. Tampoco acertó en otra jugada donde Zozulia estuvo a punto de robarle la cartera al jugar en corto con un defensa. Morillas (0): se fue detrás del «toro» Acuña en el gol y aún lo está buscando. No dio garantías atrás. Andújar (1): estuvo bien en la marca pero mal en las coberturas, quizás fue el mejor de la defensa pero fue insuficiente, le falta la jerarquía que tenía Oliva. Luso (1): tampoco estuvo mal defendiendo pero sus recursos con el pie son limitados, aún así otorga contundencia a una defensa muy blandita. Varela (0): el lateral defensivo desaparece de los partidos posiblemente porque Iriondo no tiene recambio.

Oscar (1): su control del balón es irreprochable pero entra a destiempo, error que reitera demasiado y pudo costar otro penalty como en Zaragoza, además de cargarle de tarjetas y cohibirle cuando lleva una encima. Enzo Zidane (0): al jugador más «mediático» le ocurre lo que al equipo: inconstante y frágil. Nadie discute su calidad y visión de juego pero a veces el Rayo juega con 10. Pierde todos los duelos uno contra uno. Fede Varela (2): alguien le ha regalado al Rayo la joya de la corona, conduce rápido, golpea fuerte, pasa bien, defiende… A «Fede di Varela» lo han comparado con Paulo DyBala (Juventus) pero se quedan cortos: es mejor y llegará más lejos. Incomprensible que no sea titular indiscutible con Iriondo.

Iza Carcelén (1): su pundonor es intachable, pero estuvo muy atrás y falló pases finales incomprensibles en un jugador de su talento. Aitor García (1): lo que falló este hombre en Albacete roza la pertenencia al club de la comedia y aún así es el mejor delantero del equipo. Veloz, regateador, con olfato y hambre, por algo le llamaban el Ribery de la Bahía y por algo el Cádiz lo cedió. Aun así, no desentonó. Aitor Rubial (1). Es la apuesta de Iriondo que premia su constancia y entrega pero con Tony Martínez, Jeisson y hasta Benito del Toro o Echu esperando su turno no se entiende porque no rota más a los delanteros si tanta falta de gol tiene. Aunque quizás sea un problema de calidad más que de cantidad lo que tiene el Rayo Majadahonda tras desembarazarse de Dani Pichín, Carles Coto o Jairo Cárcaba, por no hablar de Ñoño o Frutos, que se fue por solo 100.000 euros y por el mismo camino que Vicente, Juan Cruz o Rubén Valverde que, visto lo visto, merecían un hueco en esta plantilla de Segunda A.

Majadahonda Magazin