J. FEDERICO MTNEZ. El concejal de Urbanismo, Ricardo Riquelme (PP), desveló este martes durante el pleno del Ayuntamiento correspondiente al mes de septiembre de 2018 que el Rayo Majadahonda «no ha pedido aún la licencia de obras para remodelar el Cerro del Espino». Riquelme respondía así a varias preguntas de la Oposición, que se interesó por esta cuestión. Esta misma semana el presidente del club, Enrique Vedia, había declarado: «Nos han hecho una auditoría y el campo es un desastre, no nos vale para jugar tenemos que hacer un montón de cosas. Yo no pensaba que el campo estaba tan horrible”. Fue el alcalde Narciso de Foxá, quien argumentó las razones por las que a pesar de ello el club de fútbol no quiere desplazarse al Cerro del Espino y prefiere jugar en el Wanda: «Al Rayo no le viene del todo mal jugar en el Metropolitano», dijo Foxá, pues «solo con las entradas que le piden los equipos visitantes llenarían el Cerro» teniendo en cuenta que hay casi 2.000 abonados majariegos. Y en efecto, según las cuentas del club (ahora no se pueden ocultar las cifras de las taquillas, como hacía en 2ªB, pues las fiscaliza la Liga de Fútbol Profesional), hubo 3.424 espectadores frente al Mallorca, 3.370 con el Lugo y 5.322 ante el Extremadura. El aforo del Cerro del Espino son 3.500 espectadores y el precio del alquiler del Wanda es de 25.000 euros por partido, aunque abrir los sucesivos «anillos», como ocurrió con el Extremadura, puede elevar el precio hasta los 50.000 €. 


Cerro del Espino (Majadahonda)

Riquelme aclaró que las únicas obras que se están realizando son en el «entorno» de los campos de fútbol pero no en su interior. Posteriormente el alcalde, Narciso de Foxá, aclaró que esas obras se realizaban sobre un estrecho camino de titularidad pública que facilitaba el acceso a una parte del campo y que limitaba con el Vivero municipal propiedad del Ayuntamiento, al tiempo que recordó que por impedimento legal la corporación no podía hacerse cargo del pago de esas reformas en una entidad privada.

El deterioro de las instalaciones del Rayo Majadahonda, otra vez a debate

El concejal de Urbanismo también le reclamó al Rayo Majadahonda «una fianza, un seguro o una vigilancia» en los vestuarios de La Oliva, ya que dijo que habían sido arreglados recientemente pero destrozados de nuevo «por actos vandálicos» de los equipos visitantes. «Algunos se creen que están jugando la Champions y cuando pierden destrozan los vestuarios con los tacos de las botas». La portavoz centrista Mercedes Pedreira dudó de la aseveración de Riquelme al afirmar que algunos deterioros son de cisternas y paredes altas, a los que no se podía acceder con una patada, pero encontró la réplica del concejal de Obras: «No voy a discutir la altura de una patada, pero sí le aseguro que son patadas, en este caso, a todo lo que no se mueve». Finalmente Pedreira indicó que en el próximo pleno presentaría fotografías de los destrozos de los vestuarios realizadas por los propios padres de los jóvenes futbolistas. Y es que este asunto es la segunda vez que llega al salón de plenos, tras el anterior debate que puso sobre el tapete el convenio que regula la actividad de este club de futbol y las quejas que acumula en cuanto a su gestión.

Majadahonda Magazin