Colegio Francisco de Quevedo de Majadahonda (Madrid) donde se produce el «Bullying«: presión psicológica a una niña de 11 años por ser vegetariana: «debe quedarse sentada en su sitio hasta que termina el horario del comedor» y «las monitoras del comedor la sacan fuera para darle una «regañina»

MARIANA BENITO. Carta de la madre de una alumna del CEBIP Francisco de Quevedo de Majadahonda (Madrid). Me gustaría que conocieran la situación que estamos viviendo en un Centro Educativo de Majadahonda y por eso les reenvío el mensaje al Centro por si fuera de su interés. Buenos días: Mi hija lleva varios días que no quiere ir al colegio y se excusa en su mal estado físico. Hoy hemos estado hablando de este tema y ha sido capaz de expresar que su estado físico no es el culpable de su malestar, sino la situación que esta sufriendo en el horario del comedor. Hace unos 2 meses, por motivación personal propia y derivado de una preocupación ambiental y de la alimentación, decidió hacerse vegetariana en una familia que no lo es pero quiere apoyarla en sus decisiones. Desde hace 2 meses, sin descanso, una niña de 11 años debe quedarse sentada en su sitio hasta que termina el horario del comedor o se hayan desalojado por completo.


Comedor del CEBIP Francisco de Quevedo de Majadahonda (Madrid).

Además, no puede repetir de ningún plato a no ser que se coma todo el menú, que equivale a decirle que se tiene que comer la carne. Lo que realmente le está produciendo un desequilibrio y falta de alimentación es no dejarle comer más cantidad de aquello que, por convicción, ella puede comer. A todo esto, se suma el comportamiento de las monitoras del comedor, que en repetidas ocasiones la sacan fuera para darle una «regañina» por su comportamiento, le dirigen malas contestaciones (sobre todo cuando pide repetir porque se ha quedado con hambre) y según mi hija, la miran y le dirigen comentarios poco apropiados para dirigirse a una niña y en un centro educativo.

Sabemos que tener a una alumna vegetariana (cada vez serán más los casos, como sucede en sociedades avanzadas) puede causar problemas en la organización de un centro educativo público, muchas veces saturado de comensales, y no pedimos que se le ajuste un menú a su agrado. Tan solo pedimos que cesen ese tipo de comportamientos y que se actúe de una manera más humana. Tan solo queremos: 1-  Que no la retengan en el comedor. 2-  Que en las ocasiones que haya carne de primero y segundo pueda repetir de la guarnición o/y de pan. 3-  Y que cesen los comportamientos hostiles hacia ella. Muchas veces no somos conscientes del malestar que el comportamiento de un adulto (sin ser malintencionado) puede ejercer sobre un niño y la importancia de que se sientan seguros y queridos en el centro escolar donde se desarrolla la mitad de su día a día. Es una niña buena y muy sensible y esta situación le está produciendo un verdadero desequilibrio emocional. Por ello, nos gustaría que cambiara esta situación para no tener que vernos obligados, por el bien de la niña o no, a tener que sacarla del comedor, teniendo que estar sola durante las 2 horas de duración. Gracias y atentamente.

Majadahonda Magazin