CARLOS MÉNDEZ. Las redes sociales permiten retomar el contacto con viejos amigos del colegio o de la Universidad, acompañar a nuestros amigos en los momentos felices y en los momentos tristes, seguir la vida de nuestros ídolos o colaborar con asociaciones que ayudan a los que peor lo pasan. Otras veces y de la forma más sencilla contactas de forma casual con una persona (con apellido de futbolista de postín) que tiene los mismos intereses que tú, le gusta el fútbol aficionado y sin saber muy bien cómo se empiezan a organizar los preparativos para un equipo del norte de Francia, el FC Rouffach 1930, se plante en Majadahonda un sábado por la tarde para jugar un partido amistoso con el CD Puerta de Madrid.
En el camino, muchos correos, muchos whatsapp para coordinar todo lo necesario para que todo saliera a las mil maravillas. Se consiguen hermanar dos ciudades, Rouffach y Majadahonda, a través del fútbol aficionado. Ese que solo consiste en jugar y disfrutar, sin divismos, sin dinero, solo ilusión y ganas de trabajar. El resultado es lo de menos, lo mejor ha sido unir las ganas de jugar al fútbol, de recorrer más de 1.500 kilómetros para disfrutar de un rato de diversión. Lo que nació como un mero contacto casual, inocente y lleno de incertidumbre ha traído a Majadahonda a 22 personas del lejano Rouffach, pueblo de la Alsacia francesa de tan sólo 4.500 habitantes donde el 5% de la población juega al fútbol en el club del maravilloso pueblo.
La visita se realizó este fin de semana y de la mano de Badr, jugador del primer equipo con el 9 a la espalda y con vocación ofensiva, dirigía de alguna manera la expedición. Tuvimos palabras con todos sus integrantes, aunque fuera un “hola”, o un «¿dónde está el sol?», por el temporal reinante la noche del sábado. Todo hacía presagiar, como así fue, una noche inolvidable de fútbol modesto, del fútbol de pueblo, del fútbol para todos, del que hace lema el CD Puerta de Madrid. Sin duda, el resultado sería lo de menos y las relaciones perduraran seguramente ya que un emigrante que hace años aterrizó en Rouffach se convirtió en la nota simpática. Desde su Santander natal rememoraba anécdotas y contaba detalles de la gran pasión y experiencia que seguramente sea, como para el CD Puerta de Madrid, un capítulo inolvidable del que la hermandad de ambas ciudades estamos seguros que perdurará en el tiempo.
Mención de los jugadores del club, tanto del primer equipo que aunque en horas bajas estaba muy animado con este encuentro, así como integrantes del equipo de fútbol sala y canteranos del equipo juvenil. Todos disfrutaron de un maravilloso partido en el Cerro del Espino, dignos de un encuentro de competición europea entre el conjunto galo y los jóvenes majariegos. Y desde el club así lo agradecieron: «Gracias a Carlos Méndez y a Bad’r Zidane por haber hecho posible este partido, por haber conseguido unir dos sitios tan alejados alrededor de la afición al fútbol. Gracias al FC Rouffach 1930 por todos los presentes que nos han traído desde su tierra y por la invitación a devolver visita a su ciudad en el verano». Yo también devuelvo las gracias porque es el comienzo de una gran amistad. Ha sido una experiencia inolvidable.