«José Luis Peñas, madrileño de 54 años, no siempre fue un anónimo conserje sonriente. Hubo un tiempo en el que trabajaba codo con codo con María del Carmen Rodríguez Quijano, la mujer de Francisco Correa, cerebro de la trama Gürtel. Entonces era un político emergente con un puntillo de arrogancia. Era una época en la que disponía de grandes sumas de dinero, conducía coches de gama alta y comía en buenos restaurantes. Corrían los primeros años del siglo XXI, los empresarios le hacían regalos y le dedicaban atenciones: manejaba un presupuesto de más de 17 millones de euros como concejal de Majadahonda. Eso, por no hablar de las fiestas en la coctelería Balmoral o las vacaciones en yates por Ibiza. En esos tiempos, ese tipo de gente «no sabían lo que costaba un litro de gasolina porque no estaban en el mundo real». Peñas llegó a ser Primer Teniente de Alcalde de Majadahonda. Y durante dos años, de 2005 a 2007, perteneció al «núcleo duro» de Correa y sus amigos». El autor de esta semblanza es el periodista Daniel Borasteros y el protagonista un ex concejal del Ayuntamiento de Majadahonda. El Confidencial publica el resto, porque «Pepe Peñas», que así es conocido en la ciudad entre su círculo, le ha contado su biografía al suplemento «Alma, Corazón y Vida»:


«José Luis Peñas creció en el barrio de Chamberí, en Madrid, donde su padre tenía una carnicería. “Siempre quisieron que estudiáramos yo y mis dos hermanas”, relata el hombre que, precisamente, después de licenciarse en Derecho se presentó a una oposición municipal para “echar una mano en casa porque eran muy mayores y estaban enfermos, muy pachuchos”. Pero el Peñas conformista de hoy era entonces un joven (33 años) “curioso” y, quizá, también ambicioso. Se apuntó a un curso de una escuela de negocios y allí conoció a Guillermo Ortega. Las amistades, ya se sabe, son un trampolín importante para prosperar en la vida. Así que José Luis Peñas se afilió al Partido Popular y medró a la sombra del alcalde de Majadahonda y número 3 de la estructura del partido conservador en Madrid. “Y eso que era un zoquete sin estudios que no sabía hacer nada”, dice sin demasiado aprecio hacia su ‘amigo’ Ortega el antiguo concejal. “En los partidos hay una fauna muy variopinta, desde el que no sabe hacer la o con un canuto al que es superinteligente”, confiesa ahora en su cuartito mientras los rayos del sol se filtran por la ventana que da al jardín». Seguir leyendo.

 

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