A lo largo de los últimos tiempos han sido noticia los cambios que se han producido en la cúpula de Hawkers, la empresa española de venta de gafas de sol. Sin duda alguna, una de los principales ha sido el nombramiento de Nacho Puig como nuevo consejero delegado el pasado mes de diciembre. De este modo, Leopoldo Alejandro Betancourt, presidente actual de la compañía, ponía a este reconocido profesional al frene de un nuevo plan estratégico con el que se pretende que la marca se convierta en una firma de moda que sirva de referente mundial.
Hawkers tiene el favor de los españoles
Hawkers goza de gran popularidad entre los consumidores españoles, facturando millones de euros al año. Pero a pesar de esto, su crecimiento ha decrecido a lo largo de los últimos años, sufriendo pérdidas que alcanzan sumas millonarias. Allá por el año 2016, a Hawkers no le quedaba más opción que recurrir a financiación externa para solventar la mala situación que atravesaba. Hasta entonces la empresa se había financiado a sí misma, pero ya no se podía mantener más de esta manera. Fue entonces cuando apareció Alejandro Betancourt, empresario venezolano líder del grupo O’Hara Associates. Junto con los fundadores de Tuenti, Félix Ruiz y Hugo Arévalo, pasaba a formar parte de la dirección de Hawkers.
Meses después, hacia finales de 2016, Betancourt era nombrado presidente de la compañía, y tras realizar una ampliación de capital que se tradujo en veinte millones de euros en 2018, el magnate se convertía en máximo accionista de Hawkers.
¿Por qué ha apostado Betancourt por Nacho Puig?
Resulta completamente razonable que Betancourt haya confiado en Puig para convertirlo en nuevo consejero delegado de la compañía, teniendo en cuenta la excelente trayectoria de este profesional en el ámbito de la moda y el deporte. Con este nombramiento se intenta que Hawkers llegue a convertirse en firma de moda referente mundial en el sector de la óptica y las gafas de sol.
La empresa ha puesto en marcha un proceso de profesionalización a través del cual pretende afianzar la firma en el plano internacional, consolidando el modelo online de negocio y definiendo el offline. El ambicioso plan estratégico al frente del cual se pone a Nacho Puig tiene el objetivo de que Hawkers supere la crisis que ha venido arrastrando de un tiempo a esta parte. A principios de 2018 experimentó una fuga de directivos, y la empresa quedaba en números rojos por los grandes gastos realizados. A todo ello se pretende poner fin con el fichaje de Puig.
A comienzos de 2018, la cúpula de Hawkers decidía realizar una ronda de financiación que dio lugar a una inversión de veinte millones de euros por parte de Alejandro Betancourt. Con esta ampliación de capital, la empresa tiene la posibilidad de apostar fuerte por su modelo de negocio offline. No cabe duda alguna de que el magnate está poniendo todo su empeño en relanzar la compañía y que sus problemas de financiación finalicen de una vez por todas.
