Captura de pantalla 2016-05-10 a las 11.30.50AGENCIA EFE:  José Manuel Caballero Bonald recibe «orgulloso» el premio Francisco Umbral. El poeta José Manuel Caballero Bonald ha recibido «orgulloso porque lleva el nombre de un amigo», el Premio Francisco Umbral al Libro del Año 2015 por su poemario «Desaprendizajes». «Me siento realmente orgulloso por el premio porque lleva el nombre de un amigo, Francisco Umbral, que era un desobediente literario», ha destacado Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1926) sobre el escritor fallecido en 2007, en un acto celebrado en la Casa de Correos, y en el que ha recibido el premio de manos de Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid. «La gran literatura está hecha por grandes desobedientes, y eso fue Umbral», ha reivindicado el poeta y narrador en una ceremonia en la que también estuvieron presentes Manuel Llorente, redactor jefe de Cultura de El Mundo y presidente del jurado del premio; María España, viuda del literato y presidenta de su fundación, y Narciso de Foxá, alcalde de Majadahonda. Caballero Bonald ha recordado que con Umbral, a diferencia del resto de sus amigos, podía «estar mucho tiempo transmitiendo recíprocamente un silencio elocuente, pasar horas comunicando todo sin decir una palabra». Durante el acto, Manuel Llorente ha definido a Caballero Bonald como «el poeta vivo más relevante de las letras en español», mientras que Cristina Cifuentes ha dicho que «ha conseguido transformar Madrid en territorio de la imaginación». María España, por su parte, ha rememorado la «admiración» de Umbral por el galardonado. Dotado con 12.000 euros, el Premio Francisco Umbral le ha sido concedido por «Desaprendizajes» (Seix Barral), de la que el jurado destaca «el extraordinario vigor y lucidez de una poesía escrita con una claridad y una sinceridad meridianas, desde el ejercicio de la insobornable libertad en la creación literaria». Caballero Bonald publicó el poemario en marzo de 2015, un libro en el que se vale de la parodia, la ironía y la crítica para «olvidar lo aprendido», quizá porque «la vida es una permanente búsqueda», señalaba en una entrevista con Efe con motivo de la publicación de la obra. Premio Cervantes 2012, tiene numerosos galardones, entre ellos, el Premio de la Crítica en tres ocasiones, el Nacional de Poesía Iberoamericana o el Nacional de las Letras. El jurado que ha fallado este galardón ha estado integrado por César Antonio Molina, exministro de Cultura y actual director de Casa del Lector; Fanny Rubio, escritora y catedrática de Literatura de la UCM; Santos Sanz Villanueva, crítico y catedrático de Literatura de la UCM; Fernando R. Lafuente, director de Revista de Occidente; Carlos Aganzo, poeta y director de El Norte de Castilla y Juan Cruz, director adjunto de El País. Los ganadores en anteriores ediciones han sido «Las cuatro esquinas», de Manuel Longares (2012); «La cabeza en llamas», de Luis Mateo Díez (2013); «En la orilla», de Rafael Chirbes (2014); y «Réquiem habanero por Fidel», de Juan José Armas Marcelo (2015).


Cifuentes, Caballero y España, en el acto de Madrid

Cifuentes, Caballero y España, en el acto de Madrid

EUROPA PRESS: Caballero Bonald recibe el premio Francisco Umbral: «No voy a dejar de escribir”. El poeta José Manuel Caballero Bonald ha recibido este lunes el premio Francisco Umbral por su libro ‘Desaprendizajes’ (Seix Barral) con una reivindicación de su oficio literario, recordando que seguirá escribiendo «hasta que falle la cabeza» porque no puede «dejar de hacerlo». «Uno se plantea si seguir creando, porque con tantos años… pero siempre sigo, todos los días, porque no puedo dejar de hacerlo hasta que me falle la cabeza y, de momento, no», ha comentado con humor en declaraciones a Europa Press el poeta andaluz de 89 años, antes de la entrega del premio. Preguntado sobre si en esta decisión podría influir la polémica por la incompatibilidad de cobrar la pensión y los derechos de autor, Caballero Bonald ha asegurado que «no tiene nada que ver», porque está «seguro de que se arreglará». «No tiene ningún sentido impedir que un escritor pueda seguir creando, es una barbaridad no ética, sino estética», ha apuntado. Respecto al premio, ha reconocido que en este caso «tiene una significación especial» por llevar el nombre de Umbral. «Es un escritor al que aprecié, uno de los grandes creadores de la lengua y, sobre todo, de un moderno periodismo cultural que inventó y manejó como nadie», ha añadido. El Premio Cervantes ha calificado de «dandi» al autor de ‘Mortal y rosa’, actitud que considera fue capaz de trasladar a sus textos. «Era una persona cortés, pero también bastante provocadora y creo que representa una tradición en las letras que termina con el, o casi», ha añadido, tras emparejar a Umbral con Quevedo, Larra o Valle-Inclán. En cuanto a ‘Desaprendizajes’, la obra ganadora, Bonald ha destacado que se trata de «un libro complejo, donde hay un intento de invitar a olvidar ciertas cosas aprendidas de mala manera y volverlas a aprender con otro talante». El poeta ha celebrado que haya logrado este premio, pero le resta valor a su currículum plagado de reconocimientos. «Uno ya tiene los premios por acumulación de los años», ha ironizado.

thumbEL MUNDO (P. UNAMUNO). Caballero Bolnald, premio para un disidente. Si José Manuel Caballero Bonald merecía el Premio Umbral, el Premio Umbral se merecía un galardonado como Pepe Caballero Bonald. El escritor jerezano, testigo viviente de la literatura española del siglo XX, recibía ayer una distinción en la que sucede a Rafael Chirbes, Manuel Longares, Luis Mateo Díez y Juancho Armas Marcelo. La obra elegida como la mejor de las publicadas en 2015 es Desaprendizajes (Seix Barral), un poemario con estructura de prosa donde Caballero Bonald ha hallado las fuerzas necesarias, a sus casi 90 años, para seguir haciendo lo que mejor sabe: denunciar lo que no le gusta, que es mucho, de lo que le rodea. El poeta, narrador y ensayista cree que «la gran literatura la hacen los grandes desobedientes» como Francisco Umbral, el escritor que da nombre al premio. Y como él mismo, es de justicia añadir. Desaprendizajes es una invitación a olvidar lo aprendido para volver a aprenderlo de otra manera, esto es, una diatriba contra la palabra «certeza» toda vez que en la vida y en la poesía «no hay respuestas, sólo preguntas imprecisas, volubles, provisorias», como escribe él mismo. Por si alguno de los que lo acusan de hermético necesita más pistas: «Nada es palmario ni veraz, todo es versátil y azaroso». El presidente del jurado que concede el Premio Francisco Umbral, Manuel Llorente, redactor jefe de Cultura de EL MUNDO, destacó que Caballero Bonald es «el poeta vivo más relevante en español», un «príncipe de las letras» que -fallecidos Valente, Barral y demás compañeros de la Generación del 50- sólo conserva un compañero de viaje, Francisco Brines. El premiado subrayó el aprecio y el respeto mutuo que se tenían Paco Umbral y él, aunque lo más peculiar de su relación es que podían «comunicarse sin necesidad de hablar», mantener un «silencio elocuente» acodados en la barra de un bar. Para el poeta gaditano, Umbral era un dandi en la tradición que abarca de Lord Byron a Baudelaire, de Larra a Valle-Inclán. El catedrático y colaborador de EL MUNDO Santos Sanz Villanueva considera Desaprendizajes «un libro prodigioso» que tiene uno de sus principales atributos en su «apología de la disidencia», la reacción aún enérgica contra el dogmatismo de un autor que encarna como ninguno la «desobediencia moral y estética». Desobediencia, disidencia… El poeta y periodista Antonio Lucas vino a completar la tríada con otro término que va incluso más allá: «insurgencia», la del poeta que «lanza las palabras más lejos que la vida» y no está dispuesto a valerse de las palabras para copiar la realidad sino para «fundarla». María España, viuda de Francisco Umbral y presidenta de la fundación que lleva su nombre, recordó que su marido admiraba el trabajo del gaditano y especialmente los títulos de sus obras, de «Ágata ojo de gato» a «Toda la noche oyeron pasar pájaros».

Caballero, por el fotógrafo Alejandro Ruesga

Caballero, por el fotógrafo Alejandro Ruesga

EL PAIS (JUAN CRUZ). Caballero Bonald se reencuentra con Umbral. El poeta recibe el premio que lleva el nombre del autor de ‘Mortal y rosa’. Casi contemporáneo (Francisco Umbral hubiera cumplido 84 años mañana, y Caballero Bonald tendrá 90 en noviembre), el autor de Mortal y rosa y el poeta de Jerez se encontraron pocas veces, pero se quisieron siempre en esa distancia que cuando se interrumpía se resolvía en guiños, en silencios y en admiración. Caballero Bonald admiraba a Paco, el escritor que revolucionó el lenguaje con el que contó la actualidad en el tardofranquismo y después. Y anoche reiteró su homenaje al compañero de barras y silencios. Fue en el acto en que el autor de «Ágata, ojo de gato» recibió el premio Francisco Umbral al mejor libro del 2015, otorgado por la Fundación que lleva el nombre de Paco y que convocan el Ayuntamiento de Majadahonda y Unidad Editorial; en El Mundo escribió Umbral hasta el final de sus días, agosto de 2007. Umbral fue el primer columnista de EL PAÍS cuando salió este periódico hace 40 años. El libro que mereció el galardón a Caballero Bonald fue Desaprendizajes (Seix Barral), un poemario desgarrado con el que Caballero prosigue su desvelamiento implacable de la realidad, sarcástico y misterioso como un barroco iluminado por la duda. Caballero puso a Umbral en la tradición de Quevedo, Larra, Juan Ramón Jiménez, Valle-Inclán…. “Se distinguió por crear un lenguaje especial, íntimo; era un heterodoxo, un desobediente que no siguió los cánones de la moda y gracias a ello se tomó todas las libertades, y las literaturas grandes están hechas por desobedientes”. En la obra de Umbral se halla un poeta, dijo Caballero Bonald, que “hace uso de la materia de la realidad para encontrar las grandes metáforas de la literatura”. En su discurso de gratitud, Caballero abrazó, sobre todo, Mortal y rosa, un texto rabiosamente autobiográfico, la expresión de un dolor íntimo “un libro que no tiene parangón en la literatura española del siglo XX”. No se veían mucho, se admiraban. Lo dijo también María España, la viuda de Umbral, presidenta de su fundación. Fernando Rodríguez Lafuente, Manu Llorente, Santos Sanz Villanueva y Antonio Lucas glosaron la figura del autor de Desaprendizajes, por quien los años pasan con sabiduría. La presidenta de la Comunidad de Madrid, donde se desarrolló el acto, también intervino.


Caballero, por el fotógrafo José Aymá

Caballero, por el fotógrafo José Aymá

EL MUNDO, ANTONIO LUCAS. Caballero Bonald. Uno escoge a sus maestros. Lo hace lentamente, como regresando a algún lugar que no conoce pero donde quizá estuvo. Los maestros tienen algo de revelación y de antología de sospechas que piden ser confirmadas, defraudadas, olvidadas. Tarda mucho tiempo en forjarse la relación con aquel a quien admiras hasta el respeto. (La urgencia no se adapta bien ni a la elegancia ni a la complicidad). Hay seres a los que requieres cerca, principalmente en sus palabras. En lo que las palabras tiene de incendio, de reposo o de idea. Un día los tienes en el regazo, imagina que es un libro lo que apoyas, y su lección es necesaria y te completa. Eso es exactamente un maestro, alguien que hace de su huella en la vida una forma de entender mejor cuál es el lugar de tu pisada. Es algo que aprendes con el tiempo, también desde el silencio comunicativo de quien no necesita decirte siempre demasiadas cosas. Hay ratos memorables que suceden callados. Con José Manuel Caballero Bonald los he vivido.

Captura de pantalla 2016-05-10 a las 11.31.28NOTICIASPRESS. Cifuentes elogia la valentía personal y literaria de Caballero Bonald. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha elogiado hoy la independencia, la libertad y la valentía personal y literaria del poeta andaluz José Manuel Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, 11 de noviembre de 1926)que ha recibido hoy, en un acto que ha tenido lugar esta tarde en la Real Casa de Correos, el Premio Francisco Umbral al Libro del Año por su poemario ‘Desaprendizajes.

Majadahonda Magazin