PAULA BERBELL. La Cruz Roja de Majadahonda ha informado de una “intervención de nuestros compañeros de Emergencias por atropello en la calle Doctor Calero de Majadahonda”, accidente que también se produjo la semana pasada (20 febrero 2017) en la misma vía en el paso de cebra del Tutti, lugar donde muchos vecinos reclaman ya un montículo de cemento para frenar la velocidad y mayor luminosidad viaria. Esto ha llevado a la policía municipal a recordar una vez más que a pesar de que en los pasos de peatones poseen preferencia los viandantes, las distracciones, el exceso de velocidad y a veces las circunstancias metereológicas (lluvia, sol) u horarias (nocturnidad) provocan estos dramas viales, por lo que recomiendan a los peatones deban pararse siempre y no cruzar hasta que el coche se haya detenido completamente. La infracción del conductor está considerada además muy grave.
Por otra parte, Enrique González Gutiérrez ha denunciado en las redes sociales este 25 de febrero (2017) que “parece que la ola de robos en viviendas no termina. Vivimos en Doctor Marañón en un primer piso bastante alto, casi siempre hay gente en casa y ayer por la tarde en cuestión de un par de horas (entre las 19.00 y las 21.00) entraron por el cuarto de mi hija (tenía la ventana medio abierta) y se llevaron sus ahorros, un anillo de oro, como 300 € en monedas de 2 € de una hucha y un iPod. La verdad es que no rompieron nada y debieron estar muy poco tiempo. Lo comparto en el foro para que extremen precauciones, no tengan dinero en metálico en casa y cierren todo bien cuando salgan. Y si el/los h. de p. que entraron en mi casa leen este post, como no conozco vuestra cara, solo desearos que el dinero que habéis robado a mi familia tengáis que emplearlo en un tratamiento contra la disfunción eréctil. Malnacidos”.
La noticia del robo desató otras denuncias que hasta ahora no se conocían, como la de Giuseppina Arena Marino: “Sí, muy lamentable, a mí me pasó hace una semana y lo mismo: buscan joyas y dinero, son unos desgraciados”. Belén Mañas Gómez también ha denunciado: “En mi urbanización robaron en 3 o 4 casas en los últimos meses. Igual que a ti. Uno lo intentaron a las 9:00 con la señora dentro. La Guardia Civil los pilla y por la tarde están en la calle. ¡Una vergüenza!”. Y Miguel Adámez puntualiza: “Pero la Guardia Civil hace su trabajo y muy bien… El problema está en las leyes que tenemos… Yo vivo en Villalba y están robando cada 2 por 3 y soy de Guadarrama y pasa lo mismo. Culpa y responsabilidad política, que no hacen una reforma del Código Penal… Así pasa que todos los grupos organizados de delincuentes acaban en España porque es un paraíso. Y es más: aún pillándoles y entrando a la cárcel tienen de todo, pueden estudiar y salen cobrando paro”. Al Liljedhal ha mostrado su solidaridad con la víctima: “Lo siento Enrique, nos pasó lo mismo hace poco, los primeros (pisos) son su prioridad, poned alarma y si no rejas en las ventanas. Hay que dar gracias que no estábais dentro, igual hubiera sido mucho peor”. Y Mari Carmen Sáez Moreno revela otro robo: “En mi urba robaron la semana pasada, a plena luz del día, debían de estar observando ya que entraron cuando no había nadie, sólo buscan dinero y joyas”. Merche García Lucero lo corrobora: “¡que faena! En mi casa también entraron, es tremendo!”.
Enrique González Gutiérrez dio finalmente las gracias y sugiere lo que hay que hacer en estos casos: “Hemos estado en la Guardia Civil de Majadahonda, muy amables, perfecto, hemos puesto la denuncia y al cabo de un rato se ha presentado una patrulla en casa. Hemos estado repasando los lugares por donde se han paseado estos malditos h. de p., pero son tan delicados que la Guardia Civil no ha podido ni siquiera tomar huellas dactilares. Saben perfectamente lo que buscan y cómo hacerlo, ni iPad’s, ni portátiles, ni móviles, solo oro y dinero. Así que solo queda hablar con el seguro y pasar página, está claro que nos han vigilado para saber cuándo no habría nadie en casa, mejor así, haber estado en casa habría empeorado las cosas. Lo peor, la sensación de vulnerabilidad y también que esta gentuza despierta los más bajos instintos. Lo mejor, la comilona, incluida gran botella de vino que me he tomado con mi familia celebrando que no ha pasado nada. Si me sienta bien (que seguro que sí) eso que nos llevamos por delante. Y si me sienta mal, ya sabéis para quién iría el vómito. ¡Y a seguir viviendo! Gracias”.