JULIA BACHILLER. La “Semana Europea de la Movilidad” se ha celebrado en Majadahonda del 16 al 22 de septiembre (2021) coordinada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico con una campaña dirigida a sensibilizar, tanto a los responsables políticos como a los ciudadanos, sobre las consecuencias negativas que tiene el uso irracional del coche en la ciudad, tanto para la salud pública como para el medio ambiente. También ha glosado los beneficios del uso de modos de desplazamiento más sostenibles como el transporte público, la bicicleta o caminar, información aportada por el mencionado Ministerio del Gobierno de España, que también invita a las ciudades a que inviertan en nuevas infraestructuras necesarias, lo que llaman “sostenibilidad local”. El guante lo recogió el alcalde del Ayuntamiento de Majadahonda, que el pasado 15 de septiembre, en presencia de la concejal de Medioambiente, Marina Pont, firmaba la adhesión a esta iniciativa, con actos programados para secundar la propuesta: “nueva cartelería para las rutas en bicicleta o una campaña especial frente al exceso de velocidad, entre las novedades con las que nos adherimos a la Semana Europea de la Movilidad”, decía. Dos “novedades” a las cuales el gabinete de prensa del Ayuntamiento ha dedicado ni una mísera nota de prensa, lo que denota para ellos su verdadera importancia. Y es que tienen que ser los propios concejales los que difundan las noticias personalmente, a pesar del costoso departamento de prensa que pagan los vecinos y que fue seleccionado por el propio alcalde como «personal de confianza».

Han sido dos campañas de concienciación de la población las que han tenido lugar en un corto espacio de tiempo, junto a la ya mencionada: el pasado 17 de septiembre se celebró el “Día Mundial de la Limpieza”, en el cual la concejal de Medioambiente centró su iniciativa en los alumnos de un centro escolar del municipio, donde según muestran las imágenes les mostró junto al alcalde como se realiza una limpieza con maquinaria a presión, con una indumentaria impropia para la ocasión pero que causó sensación. Y en la Semana de la Movilidad no podía ser menos: nos referimos a inmortalizar el momento en el que junto a uno de los carteles distribuidos por el municipio que aportan información sobre los tramos del carril bici, se acompaña el siguiente texto: “renovamos los carteles de las 6 rutas que forman los más de 8 km de carril bici de Majadahonda”. Y añade: “Facilitamos la movilidad sostenible por el municipio”. Por último, finaliza con el slogan de la campaña: “Por tu salud, ¡muévete de forma sostenible!”. 

La reacción de algunos vecinos ha sido inmediata y sus constantes comentarios evidencian una realidad de la que los concejales no son conscientes. Desde 2010, según información municipal, “Majadahonda dispone de 11 kilómetros de carril-bici financiado a través de la Comunidad de Madrid”, cuyo trazado es el mismo que figura en los nuevos carteles. 11 años en los que el carril-bici ha sufrido un notable deterioro comunicado por los vecinos a este medio de comunicación, y ante el cual no se ha practicado ningún tipo de mantenimiento. Por otro lado, desde el 2017 en que se rescindiera el contrato a la empresa que alquilaba las bicicletas por incumplimiento del pliego de condiciones, este servicio no se ha renovado. Y ante la petición de un vecino en el pleno de la localidad, la respuesta fue que se estudiaría su reposición, la cual incluiría la utilización de monopatines. A día de hoy no se tienen noticias de que se vaya a llevar a cabo, pero lo que sí es una realidad en desuso es el «aparcabicicletas» conformado por las letras “Majadahonda”: tan solo ha visto una bicicleta estacionada el día que el alcalde y la concejal se hicieron la foto de rigor para explicar lo que era. 

El coste de instalación y suministro de lo que se llama popularmente el «adefesio«, ascendió a 5.776 €, a lo que hay que añadir las 62 plazas de otros aparcabicicletas distribuidos por la zona peatonal de la Gran Vía, cuyo importe ascendió a 7.440 €, según consta en los contratos menores del Ayuntamiento de 2020. Ante hechos de este tipo, la cartelería de rutas, reflejada en la propaganda municipal como una plausible iniciativa, cae por su propio peso, pues la renovación y arreglo de las zonas de paso de los ciclistas debe prevalecer sobre las campañas de imagen sobre las rutas por donde puedan circular. En 2019 esta campaña de movilidad también se llevó a cabo en el municipio y se aprovechó para destacar y presentar la nueva Ordenanza de Movilidad. Según aseguraba entonces el Consistorio, “buscará dar un mayor conocimiento a los ciudadanos sobre dicha Ordenanza y nuevas opciones y posibilidades para moverse por la ciudad”. Y en aquella ocasión el alcalde valoraba dicha semana como “una oportunidad para Majadahonda porque coloca a nuestra ciudad en el epicentro de la movilidad sostenible y el respeto al medioambiente”. Por último, finalizaba afirmando que “es indudable que nuestro Ayuntamiento está, una vez más, a la vanguardia”. La pregunta, entonces, es pertinente: ¿a la vanguardia de que?. En alternativas de movilidad es dudoso. Y es que, por lo que dicen los datos oficiales, el único ranking que encabeza Majadahonda en esta legislatura es el de inseguridad ciudadana.