1461947385_717612_1461947795_noticia_normal“Oficinas del BME, el gestor de la Bolsa española, en la localidad de Majadahonda (Madrid)”. Con este pie de foto y una imagen del fotógrafo Claudio Álvarez, el diario “El País” se adentró en la sede de Bolsas y Mercados Españoles (BME), ese edificio situado junto a la carretera de la Coruña que limita a lugares tan típicamente majariegos como el restaurante Gobolem y las calles Cornisa y Tramontana, pero que administrativamente pertenecen a Las Rozas. Allí lleva 10 años, en un edificio de 11.000 metros cuadrados en el que se invirtieron 41 millones de euros. Según informó la empresa, al nuevo complejo se trasladaron Iberclear, MEFF, AIAF, SENAF, Sociedad de Bolsas, Infobolsa, BME Consulting y parte de la Bolsa de Madrid, así como también buena parte de sus servicios corporativos. Y la periodista Laura Delle Femmine tituló lo siguiente: “El inversor más temeroso: El ahorrador español privilegia carteras poco arriesgadas, herencia de la alta bancarización”. Y esto es lo que desde allí vio y escribió:


Captura de pantalla 2016-05-09 a las 16.58.20“No hay vía de fuga: los tipos están por los suelos y la volatilidad aturde los mercados. Guste o no, para obtener rentabilidad es imprescindible asomarse hacia nuevos horizontes con algo de riesgo. Pero no es tan fácil: el legado de los depósitos, que hace solo un lustro ofrecían hasta un jugoso 4%, junto con la elevada presencia de la banca en la comercialización de productos financieros, han dejado huella entre los inversores españoles. Incluso aquellos que se hayan atrevido a meter su dinero en productos con mayor riesgo, siguen enseñando su cara más tradicional”. “España es uno de los países más conservadores por tradición”, mantiene Sophie del Campo, directora general para Iberia, Latinoamérica y US Offshore de la gestora francesa Natixis Global AM.

Captura de pantalla 2016-05-09 a las 16.59.40“Ahora”, señala, “el principal problema es tener retornos positivos decentes en el mundo de la renta fija”. La firma francesa acaba de publicar su Barómetro de Carteras Españolas, relativo a las tendencias de inversión el último trimestre, del que emerge que las estrategias de los inversores españoles están condicionadas por un horizonte cortoplacista y un perfil muy poco arriesgado. De acuerdo con los resultados del estudio, que distingue entre carteras conservadoras, moderadas y agresivas a partir del análisis de 151 estrategias perfiladas y gestionadas por las 21 principales firmas de gestión patrimonial de España, la primera categoría copa el 75% de los volúmenes invertidos. De los casi 3.000 millones de flujos de entrada de dinero en fondos en el cuarto trimestre de 2015, más de 2.000 acabaron en el segmento más prudente, detalla el informe.

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