El Mundial 2018 tiene cara y cruz pero lo curioso es que ambas caras de la moneda pasan por Majadahonda: “El renacer de los ‘Leones del Atlas’: Marruecos volverá a jugar un Mundial 20 años después”, titula el periodista Lucas de la Cal en el diario El Mundo, donde le da todo el protagonismo a Achraf, el juvenil que tan bien conocen en Majadahonda por haber pisado tantas veces La Oliva y el Cerro del Espino. La cruz es la de Munir, formado en el Rayo Majadahonda y al que Del Bosque hizo internacional con España cuando el jugador tuvo que elegir entre la selección campeona del mundo y un desahuciado Marruecos. La carta parecía fácil pero la ruleta de la fortuna de este deporte es imprevisible. Munir Haddadi sigue siendo futbolista profesional con el Alavés pero tras pasar por FC Barcelona y Valencia hoy ya no cuenta en los planes de la selección absoluta y se perderá el Mundial de Rusia.


El rostro feliz lo pone ahora otro futbolista de origen magrebí y vinculado igualmente a esta capital del Oeste madrileño: “Sus padres, Hassan y Saida, tienen un puesto en un mercadillo de Majadahonda. Su madre es de la ciudad de Larache, donde el futbolista pasa de vez en cuando las vacaciones con su familia. El próximo verano, en el Mundial de Rusia, será una de las piezas claves de la alineación de la Selección de Marruecos. Achraf es sólo un ejemplo de la madurez que ha alcanzado estos años el fútbol marroquí. A su clasificación para Rusia hay que sumarle que el país es uno de los candidatos para celebrar el Mundial de 2026. Compite contra una candidatura conjunta presentada por Canadá, Estados Unidos y México. El 13 de junio de 2018 se sabrá cuál será el elegido. En enero, Marruecos será el anfitrión del Campeonato Africano de Naciones (CHAN), después de que la Confederación se lo retirase a Kenia por retrasos en la construcción de los estadios. Y la semana pasada, El Wydad de Casablanca, ganó la final de la Champions africana Al Ahly egipcio e irá al Mundial de Clubes que se disputará en Emiratos Árabes el próximo diciembre”, dice el reportaje de Marca.

Munir con Vicente del Bosque

“Lejos de las anécdotas, el protagonista durante estos meses ha sido el León Blanco del equipo, el joven Achraf Hakimi. Aunque en el país donde nacieron sus padres le conocen como el «niño Hakimi». La promesa del Madrid es el ídolo de la afición del reino. La Federación Marroquí de Fútbol le ha mimado desde que empezó a despuntar en las categorías inferiores del club blanco. No querían que les ocurriera otro caso como el del canterano del Barça Munir El Haddadi. Gran parte de culpa la tiene Rabie Takassa, representante del fútbol marroquí en España, que no le ha quitado ojo desde que el futbolista del barrio El Bercial de Getafe dejara con ocho años el extinto Ofigevi para entrar a formar parte de los benjamines del Real Madrid».

«Lo descubrí en 2010 y lo he vigilado desde entonces», cuenta Takassa. El 17 de octubre, frente al Espanyol, Achraf se convirtió en el primer futbolista con pasaporte de Marruecos que debuta con el equipo de Chamartín. Ese día por fin pudo pasar página de su peor momento como futbolista, cuando se le señaló como uno de los menores investigados por la FIFA, previa a la sanción de no fichar al club, lo que supuso que le apartaran provisionalmente del equipo unos meses. Debut internacional con 17 añosCon su selección debutó un año antes, con 17 años, en un amistoso frente a Canadá. El resto de equipos clasificados de la CAF son Egipto, Nigeria, Túnez (que empató contra Libia) y Senegal (que el viernes venció 0-2 a Sudáfrica). Una competición que este año ha estado manchada por la corrupta adjudicación de los derechos televisivos y por el escándalo sexual de Danny Jordaan, presidente de la Asociación Sudafricana de Fútbol y miembro del comité ejecutivo de la Confederación”, señala el reportaje.

“La selección, dirigida por el francés Hervé Renard, cuenta en sus filas con cinco jugadores de la Liga española. Titulares contra Costa de Marfil fueron otro Munir, portero del Numancia; Achraf, la perla del Real Madrid, que jugó en el lateral izquierdo; y el delantero del Leganés Nordin Amrabat. En el banquillo estuvieron el medio del Getafe, Fayçal Fajr y el portero del Girona, Yassine Bounou. El resto de jugadores que entraron en la convocatoria militan en ligas que van desde Holanda hasta Emiratos Árabes. Tan sólo cinco hombres juegan en Marruecos”, señala El Mundo. Y añade: “Al acabar el partido, uno de los veteranos camareros del mítico Gran Café de París, en el centro de Tánger, se abrazaba a un grupo de policías que apuraban los últimos tragos de té. Tenían la boca seca de tanto gritar y fumar. «Creí que nunca más vería a mi país en un Mundial», dijo el camarero. La última vez fue hace 19 años, en el Mundial de Francia 98. «Esto es el empuje que necesitábamos para que el mundo vea lo que ha crecido el fútbol marroquí en pocos años». Leer más.

 

 

Majadahonda Magazin