alternativa carlistaMANU RAMOS. «¿Visita España con frecuencia? ¿Conoce el país y a su gente?», le pregunta el periodista Daniel Ramírez de «El Español» a Carlos Javier de Borbón-Parma (Nimega, Holanda, 1970), de quien dice que «tiene aspecto de rey nórdico». Y él responde: «Muy frecuentemente, aunque menos de lo que quisiera a causa de mis obligaciones laborales. En estos momentos de pandemia, me resulta muy difícil. Cuando voy a Madrid, suelo residir en nuestra casa familiar de Majadahonda. Suelo reunirme, discretamente, con muchos de los actores sociales y políticos españoles. Escucho, propongo ideas… Igualmente me reúno con los carlistas en diversas actividades socio-culturales que demuestran lo viva que está la alternativa carlista, muchas veces con otros nombres, pero con las mismas ideas. Soy español pero, como le he comentado previamente, no pude nacer en España por culpa de Franco, ya que había expulsado a mi familia, a mi abuelo, a mis padres… Aunque hubo un periodo de tolerancia aparente, Franco me expulsó de España siendo un niño. Actualmente vivo en Holanda, principalmente por cuestiones profesionales. Pero siempre estoy y estaré al servicio de los españoles. Haciendo un poco de memoria: mi familia ha estado al servicio de España desde muy diversos sitios: Italia, Francia, Bélgica, Estados Unidos, Holanda…». Este es el resumen de esta interesante conversación:


Daniel Ramírez

¿Conspira contra Felipe VI igual que lo hicieron sus antepasados contra los respectivos reyes?: Permítame que me ría… El carlismo siempre, desde sus orígenes, ha dado voz a esa gran parte de la sociedad más vulnerable y abandonada por los centros de poder. Me gusta definirnos, a los carlistas, como los defensores de los descartados de la sociedad… Disculpe la indiscreción, imagino que muchos lectores se estarán preguntando: ¿de qué vive el pretendiente carlista?: De mi trabajo, como casi todos los españoles. Mire usted, llevo más de veinticinco años impulsando proyectos a nivel mundial y europeo centrados en la economía circular y en la necesaria transición energética. Desde que finalicé mi formación universitaria en Estados Unidos, he liderado proyectos de colaboración entre organismos internacionales -como la Unión Europea– y empresas privadas para poner en práctica modos de producción alternativos y respetuosos con el medio ambiente. Me acuerdo de que, en los inicios, me llamaban “loco”, y ahora, ya ve, todos los países miembros de la UE han asumido como propia la economía circular, la energía limpia y el peligro del cambio climático.

¿Podría definirse políticamente? Antes ha hablado de las “Españas” y se ha definido como “federalista”: Sí, soy federalista. El carlismo, desde 1833, ha defendido los derechos y libertades de los pueblos. En este sentido, proponemos para España una estructura federal entre el centralismo y el secesionismo: una tercera vía, un lugar de encuentro para todos los españoles. Si los carlistas que dieron el golpe de Estado de 1936 le escucharan, se llevarían las manos a la cabeza, ¿no?: Está usted muy equivocado. Los carlistas siempre, también durante el triste periodo de la Guerra Civil, defendimos los fueros y libertades de los pueblos de las Españas, siguiendo el principio de subsidiariedad. Igualmente observo muchos intereses en ocultar la relevante aportación del carlismo a los proyectos de Mancomunitat Catalana, así como en la elaboración de los Estatutos Autonómicos anteriores a la Guerra Civil. Creo que los carlistas que trabajamos en el siglo XXI tenemos otros retos muy distintos a las generaciones anteriores. Lo que sí me gustaría aclararle es que los carlistas participaron en la guerra civil por defender el derecho a la libertad religiosa, que se estaba vulnerando gravemente en España. Nunca apoyamos a Franco, es más, Franco nos persiguió e intentó destruir al carlismo, expulsando de España a mi abuelo, a sus líderes, multando y encarcelando a cientos de carlistas que se oponían al régimen totalitario.

¿Cree que las supuestas corrupciones de Juan Carlos I son el principio del fin de la monarquía?: Debemos esperar a que la Justicia española haga su trabajo, pero está claro que el proceso daña la credibilidad de la institución. Lo que sí puedo decirle es que en estos momentos estamos viviendo una especie de “segunda Transición”, el pueblo español está reclamando una mayor transparencia en la gestión de lo público y una independencia judicial más fuerte y para todos. ¿Y qué opina de su larga lista de amantes, la cacería de Botsuana y ese tipo de episodios? ¿Debilitan a la institución?: Son presuntas actuaciones de Juan Carlos que, por ser quien soy y representar lo que represento, no considero pertinente valorar. Para eso está el poder judicial, al cual como español respeto absolutamente. Juan Carlos I ha regularizado con Hacienda las donaciones recibidas posteriormente a su abdicación. ¿Qué opinión le merece la inviolabilidad que le garantiza la Constitución?: Me reitero en la contestación a su anterior pregunta. Si fuera rey, ¿le gustaría ser inviolable?: Creo que todos los españoles debemos responder de todos nuestros actos. Hábleme de Podemos. Por primera vez desde los años treinta, hay un partido republicano y comunista en el Gobierno. ¿Le satisface o lo ve un riesgo?:  Podemos es un partido político que no es ajeno al populismo, que si no recuerdo mal obtuvo un 13% de votos en las últimas elecciones. Por tanto, no me parece extraño que participe y actúe en las instituciones.

¿Qué opinión le merece Pablo Iglesias?: La verdad es que no he coincidido nunca con él, aunque sí me he reunido con algún miembro destacado de su equipo. Si en algún momento tuviera la oportunidad, no me importaría entrevistarme con él, podría ser interesante, tal vez para ambos. Seguramente le preguntaría por su trabajo en la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense, ya que mi tía Teresa, tristemente fallecida por el Covid-19 el pasado marzo, fue profesora de Sociología en dicha facultad. ¿Y Pedro Sánchez?: Lo mismo que con Pablo Iglesias, no he coincidido con él, aunque sí he mantenido varios encuentros con miembros relevantes de su partido. Yo siempre estoy dispuesto a hablar con todos los representantes elegidos democráticamente por los españoles. Lo que tengo claro es que le hablaría de Valle-Inclán y su vinculación con el carlismo. Sé que está interesado por su figura, su obra y su carlismo militante. ¿Lo considera un defensor de la Corona?: En sus declaraciones públicas ha dejado muy claro que no cuestiona el régimen de 1978.

La oposición ha puesto el grito en el cielo por el acuerdo presupuestario con Bildu. ¿Usted qué piensa?: En democracia se deben respetar todas las ideas, pero siempre cumpliendo con la ley. Tristemente en España, como en gran parte de Europa, el clima político es de crispación creciente y de un discurso de división y enfrentamiento. Creo sinceramente que los españoles debemos buscar acuerdos y diálogo entre todos para sacar adelante al país y hacer frente a todas las amenazas que tenemos. ¿Cómo ha vivido el auge de Vox?: Los movimientos populistas de este tipo están últimamente en auge en muchos países de Europa, siendo en ocasiones financiados con fines poco claros por terceros países. Ni el carlismo ni yo tenemos relación alguna con Vox. Los extremos no son buenos, por eso nosotros defendemos la tercera vía, el federalismo. Lea la entrevista completa.

Majadahonda Magazin