JOSE Mª BABOT. La «invasión» de las aceras en Majadahonda. Muy Sres míos: hace unos días envié, por este sistema carta que, en su día, remití a determinados concejales, todos con participación en Urbanizaciones y a Sanidad, aunque de sanitario no tiene nada lo que hay en las vallas domiciliarias. Les transcribo nuevamente la carta enviada a los concejales: «Muy Sres. míos: Les adjunto copia de la carta que en su día entregué, a mano, en el Ayuntamiento, y que, presumiblemente, el Ayuntamiento ya ha obrado, en una mínima parte de lo que solicitaba yo en ella, ya que lo más gordo, la esquina de c/ Sorolla con c/ Savador Dalí, se ha subsanado, pero queda el resto de mi queja: «Hoy es 16 de octubre de 2.024 y la situación es esta: Esta carta-queja, solo es para denunciar un hecho del que llevo algún tiempo luchando contra ello, y el Ayuntamiento hace oídos sordos a mi queja. Esta carta va dirigida, a la Sra. Alcaldesa, Moreno Molino, y a los señores y señoras concejales Terrón Fernández, concejal de Urbanismo; Romero Vaquero, concejal de Medio Ambiente; Losada Díaz, concejal de Mantenimiento y Urbanizaciones y Montón Rosales, concejal de Sanidad. El escribirla es porque en otras ocasiones se me ha contestado que el buzón de la sra. Alcaldesa está lleno y no acepta más denuncias, cosa que yo no me creo al 100%, puesto que después de varias quejas consecutivas no se me ha contestado».
«INVASIÓN» ARBÓREA EN LA CALLE SOROLLA. «Como simple peatón, camino por determinadas zonas y veo, y me doy cuenta, de la dejadez que hay en muchas de las viviendas con patio o jardín que dan a la calle. Concretamente hablo de la c/Sorolla y sus aledañas. Hay una zona, en c/ Sorolla, esquina a c/ Salvador Dalí, que lo que ocurre en ella es demencial, ya que tanto las plantas (“yedras”) que salen de esa vivienda, como el árbol de la misma, llegan al suelo, obligando a los transeúntes a salir casi, casi, a la calzada, ladearse o agachar la cabeza, para evitar darse con las ramas y ramajes. Y para poder circular por la acera, puesto que tanto las “yedras” y el ramaje arbolario nos da, ya, en la cabeza. Eso no adorna nada. Eso es una verdadera porquería ya que las “yedras” están con síntomas claros de podredumbre. Se quiere parecer a los jardines de Babilonia, pero en guarro. Siguiendo hacia arriba de la calle Sorolla, dirección campo de fútbol del Rayo Majadahonda, nos encontramos con otro “jardín de Babilonia”, y un sin parar de cómo tienen los jardines las personas que habitan en los bajos de las viviendas. Algunas de ellas, rayan en la dejadez casi total, lo que hace que los viandantes no podamos circular con la normalidad que se requiere, incluso en las calles estrechas. Una vez que se podaba uno de esos jardines, le indiqué al podador que nos íbamos a sacar un ojo por las ramas que quedaban al descubierto, y su contestación fue que en 15 días ya estarían las hojas aflorando (tiempo más que suficiente para sacarnos un ojo)».
IGUAL EN LA CALLE ROMERO DE TORRES, de aceras súper estrechas, en una de las aceras están las farolas con sus papeleras, que han de estar, no me quejo de ellas, pero a esta incomodidad, se unen las vallas con sus yedras, que sobrepasan con creces, como todas esas viviendas, y algunas, en general, los límites parcelarios. No se puede dar un paso por esa acera si no saltas a la calzada con el consabido peligro de ser atropellado por los vehículos que circulan, a veces, con exceso de velocidad, como ha ocurrido alguna vez, y por suerte, fue solo un tirón sin consecuencias dañinas. Por cierto, los que recibieron los golpes no quisieron dar parte de ello para no meterse en berenjenales, según dijeron».
Y POR SUPUESTO, ESTA QUEJA ATAÑE TAMBIÉN AL COLEGIO ALEGRA, que campa a sus anchas y deja mucho que desear por su acera estrecha, obstruyendo el paso a los viandantes en su totalidad, no de la calle, pero sí en determinadas tramos de ella. El interior parece una selva (allá ellos) pero nuestra parte de parcela no se toca en no sé cuanto tiempo, hasta el punto que la calzada es de doble dirección, y los vehículos aparcados a continuación de las aceras hacen casi inviable el poder circular por ellas y sí por la calzada, con el consabido peligro por los vehículos a motor. Con esta entidad tuve ya que llamarla dos veces la atención y cumplieron, de aquélla manera, pero yo no puedo ni quiero estar pendiente de ella cada año».
INVASIÓN DE ACERAS ENTRE «LA BOLSA» Y «EL UROGALLO». Ahondando algo más en mi carta-queja al Ayuntamiento, es decir, a la sra. alcaldesa y a unos cuantos de sus concejales sobre el recorte de las yedras, amplío la misma con la dirección, casi intransitable, que si no se pone reparo a ella, llegará el día en que los peatones no podamos circular por esa vía, ya que los vecinos de los propietarios de la parcela peatonal no podremos pasar por ella y sí por la calzada con su correspondiente peligro. Me refiero al tramo de la vía Carretera de Pozuelo comprendido entre el final del centro comercial «La Bolsa» y el restaurante El Urogallo. Es una verdadera vergüenza la situación de determinadas aceras.
SEÑORES CONCEJALES, ESTE ASUNTO TIENE SU MIGA y es muy conveniente, más que conveniente diría yo, que se cuiden mucho los límites de las parcelas, ya que alguna de estas viviendas sobrepasan sus límites con creces, haciendo muy dificilillo circular por algunos tramos de las calles. Los límites de cada parcela están muy bien delimitados cuando se construyeron los edificios, y no es tolerable que por desidia, o dejadez, o no hacer caso de las normativas o de la simple educación, invadan la parcela del vecino, que es la de los peatones, los que circulamos por esas aceras. Si hay unas normativas, háganlas cumplir, sin remordimiento alguno de las sanciones a aplicar si éstas proceden y son de rigor, claro. Esperando de su atención a esta queja, les saludo muy atentamente.
Más que agradecido por su publicación y espero que con esta declaración se arregle lo mismo en toda Majadahonda. Reitero las gracias.
Muy buena denuncia , pero la haría extensiva al resto de urbanizaciones que invade las aceras . Hubo una época en la que el ayuntamiento iba a obligar a las urbanizaciones o propietarios de unifamiliares a podar el exterior de sus cerramientos. Hasta ahora …
Que pasen también por Avenida Mare Nostrum.
Hola, José María. Te felicito por tu carta en la,que pones de manifiesto la tan reiterada ocupación del ámbito de las aceras por setos de aligustre, enredaderas y otras trepadoras cuando no de aŕboles -todos ellos de predios o parcelas privadas- solo quiero añadir que este asunto, endémico, con el peligro que puede suponer que los peatones invadan la calzada , ha de solucionarlo el ayuntamiento por obligación. Y es muy fácil: a tal
efecto deberá realizar un listado mediante sus servicios de jardinería de los puntos invadidos en las aceras y enviarles una «orden de ejecución» para tener sus parcelas en las debidas condiciones de salubridad y ornato públicos a fin de dejar el paso peatonal expedito. La misma orden sirve para todos con cambiar el destinatario. Fácil y rápido. Si no lo hiciesen los interesados en el plazo señalado lo hará el ayuntamiento y les debe pasar el cargo.
Saludos.