NACHO CARDERO. El director de El Confidencial.com (Guadalajara, 1974) desde marzo de 2011 ha conseguido sus mayores cuotas de audiencia (nº 1 en España entre los diarios exclusivamente digitales) y se ha consolidado como referente de los medios nacionales de papel con versión en internet. Cardero le ha dedicado un artículo al Ayuntamiento de Majadahonda titulado: “Chucky» y otras pesadillas púnicas: así son las cloacas municipales de Madrid”. Y en él describe con todo lujo de detalles a Fernando García Rubio, asesor jurídico del Ayuntamiento de Majadahonda y profesor titular de la Universidad Rey Juan Carlos, y a Pedro García, uno de los siete detenidos que permanecen en prisión incondicional en el marco de la Operación Púnica:
“El juez lo sitúa en la cúspide, al mismo nivel que Francisco Granados, David Marjaliza o Alejandro de Pedro Llorca, auténticos capos de la trama. Los que lo han tratado aseguran que Pedro García, directivo de Cofely, no pertenecía a este cuerpo de élite de la corrupción, esto es, ni presumía de tren de vida ni se rodeaba de ostentación. Al revés, iba más que justo para mantener su estatus de clase media, pagar su coche, su hipoteca de Pinar de Chamartín y otras menudencias familiares. De formar parte de un elenco de serie de televisión, no pasaría de figurante de Los Soprano. Más bien, Pedro García era el chico de los recados de la Púnica. Si el juez Eloy Velasco lo mantiene en prisión es por sus conexiones políticas y sus ‘cualidades melómanas’. La Fiscalía debe entender que, si se le aprietan las tuercas, comenzará La Traviata”. Según Cardero, “Pedro García apenas es un muñeco roto” y el que manda es otro:
“Dentro del círculo del ejecutivo de Cofely se encuentra Fernando García Rubio, asesor jurídico de un nutrido grupo de Ayuntamientos de la Comunidad de Madrid y profesor titular de la Universidad Rey Juan Carlos. García Rubio, alias el Ojitos, alias Chucky, también luce trazas de muñeco, pero en este caso muñeco maquiavélico. Es todo un funambulista. Por mucho que haya caminado sobre el alambre, todavía no le han pillado en ningún renuncio. De sus manos han salido las estructuras que han dado cobertura legal a contratos adjudicados a las empresas implicadas en la Operación Púnica. Privatizar servicios públicos con concesiones a 15, 20 e incluso 50 años. Así funcionaba la cosa. De él han tirado, entre otros, los Ayuntamientos de Madrid, Majadahonda, Alcalá de Henares y San Sebastián de los Reyes. Es al funcionario al que recurren para elaborar los contratos. Para dejarlos atados y bien atados. Entre sus amistades figura Miguel Ángel Villanueva, quien tuviera que dejar su puesto como vicealcalde por el caso Madrid Arena para pocos meses después, casualidad, recalar en Cofely”.
“Según ha informado este diario, Cofely, filial de la multinacional francesa GDF Suez, ha ido arañando contratos millonarios en diversos ayuntamientos y Administraciones gracias a la red Púnica. Se calcula que, en los últimos dos años, habría logrado más de 200 millones con este tipo de concesiones. Para conseguirlas, sospecha el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, la compañía habría hecho uso de una red de tráfico de influencias. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil barrunta que lo destapado hasta ahora no es sino ‘la punta de la punta’ del iceberg y que probablemente estemos delante de un nuevo caso de financiación ilegal –una parte para el partido, otra para mi bolsillo– en este Madrid de usar y tirar que se repartían don Vito Correa Corleone y Tony Granados Soprano. Hablamos de una corrupción institucionalizada que ha calado hasta el tuétano de la clase política y que durante largo tiempo se ha visto como algo indoloro, normal, casi tan cotidiano como la factura sin IVA del fontanero” añade el periodista Cardero.
“Majadahonda: en brazos del turbio Romero de Tejada” es el título con que Elconfidencial.com define a este Ayuntamiento. “Para sacar adelante las concesiones públicas más delicadas, los Ayuntamientos acudían al ‘mejor’, a García Rubio, por sus habilidades para engrasar la maquinaria legal. Al tratarse de grandes municipios, lo fichaban como puesto de libre designación con sueldos que podían rondar los 6.000 euros al mes, más la voluntad, al tiempo que le buscaban una silla en las mesas de contrataciones donde se adjudicaban los contratos. Dentro del círculo de Pedro García se encuentra Fernando García Rubio, asesor jurídico de un nutrido grupo de Ayuntamientos de la Comunidad de Madrid. De sus manos han salido las estructuras que han dado cobertura legal a los contratos púnicos”, afirma Cardero.
“Las piezas iban encajando sutilmente. Por un lado, la filial de GDF se llevaba las concesiones y, por el otro, cuidaba su relación con el asesor hasta el punto de patrocinar ocasionalmente sus conferencias. Lo ha hecho en varias ocasiones. Así fue en unas jornadas en Almería que se desarrollaron entre el 27 y 29 de junio de 2012, y lo habría vuelto a hacer en las que tuvieron lugar el pasado 6 de noviembre en la Rey Juan Carlos, Campus de Vicálvaro, si no hubiera sido por el estallido ensordecedor de la Operación Púnica. García Rubio había solicitado una ‘donación desinteresada’ a Urbaser, FCC, Técnicas Reunidas y Cofely de 2.000 euros por cabeza para el evento, propuesta que se retiró posteriormente tras la escandalera montada. Su historial sirve de epítome para entender la forma de gobernar y hacer negocios que ha imperado durante décadas en la Comunidad de Madrid. Se crió políticamente en Majadahonda, en los brazos del exalcalde y exsecretario general del PP de Madrid, Ricardo Romero de Tejada, ese hombre un tanto pagado de sí mismo al que han señalado como el maquinador de algunos de los asuntos más turbios del partido, véase el tamayazo. Allí, García Rubio fue presidente de Nuevas Generaciones del PP y tuvo como número dos a Guillermo Ortega, salpicado hasta el corvejón en la trama Gürtel. De ahí pasó a la concejalía de Personal del Ayuntamiento de Madrid y después regresó a Majadahonda como jefe jurídico”.
“Aunque hay sospechas sobre su figura, el peso de la ley jamás ha caído sobre sus espaldas. Todo ello a pesar de que, en diciembre de 2013, la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) remitió un informe al juez que incluía varios correos electrónicos de trabajadores de Correa a García Rubio que, supuestamente, probaban el amaño de un concurso del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón antes incluso de que aprobara el pliego de condiciones. Aparecía como director de servicios jurídicos y administrativos de Pozuelo, aunque él niega que haya trabajado para este Consistorio”.
“Tantas son las sombras que se ciernen sobre García Rubio, tantas veces va el cantarillo a la fuente que ha terminado por romperse. Hace diez días, en plena vorágine de la investigación de la UCO, el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes le invitó a dejar su puesto como asesor jurídico. En esta ocasión no se trata de que Chucky busque nuevo municipio al que ofrecer sus servicios, sino desaparecer como en un truco de magia. El Confidencial se ha puesto en contacto con Fernando García Rubio, pero éste ha rehusado hacer ningún comentario. «La última vez que hablé con un periodista me costó el puesto de trabajo», se excusa. No obstante, insiste en que «no he hecho nada ilegal ni he cobrado jamás ninguna comisión».
Fuentes:
El confidencial.com
Ficha de «El ojitos» o «Chucky»