MANU RAMOS. «Si bien las posibilidades de caer en un socavón cuando estacionamos nuestro automóvil o mientras conducimos por una carretera son muy remotas, ya hemos visto en anteriores ocasiones que de vez en cuando sucede. El caso más reciente lo tuvimos aquí mismo, en Madrid, el pasado mes de febrero cuando un agujero de importantes dimensiones surgió en Majadahonda. Un conductor que circulaba por allí terminó cayendo en él, quedando su coche completamente hundido y bocabajo. Pero, sin duda, el caso más llamativo que hemos visto durante los últimos años se produjo en Florencia pues nada menos que una veintena de vehículos se vieron afectados por la aparición de un enorme agujero, provocado por la rotura de una tubería». El periodista Borja Díaz de la revista «Car and driver» compara lo sucedido el pasado mes de febrero (2021) en Majadahonda con un suceso similar acaecido en Israel: «Este enorme socavón siembra el pánico en un hospital de Jerusalén. El gran agujero surgió en pleno estacionamiento del hospital, aunque por fortuna nadie resulto herido». Un sorprendente vídeo captó el momento en que la tierra «engulle» al coche al igual que ocurrió en Majadahonda.


«Nadie espera que al estacionar su vehículo en el aparcamiento de un hospital no vuelva a verlo unos minutos más tarde, no porque algún ladrón de turno haya optado por hacer de las suyas, sino más bien por el desastre natural que acaba de acontecer. Estas situaciones muy rara vez se reproducen, pero cuando suceden lo mejor es estar lo más lejos posible ya que de lo contrario tendremos que despedirnos para siempre de nuestro automóvil. Planteamos este escenario debido a que hace tan solo unos días ha sucedido algo similar en Jerusalén, concretamente en el aparcamiento del Centro Médico Shaare Zedek de la ciudad. Gracias a las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de las instalaciones sanitarias podemos hacernos una idea del desastre acontecido, causado por la repentina aparición de un enorme socavón que se tragó varios vehículos en cuestión de segundos, ante la atónita mirada de algunos testigos», escribe el periodista.

Y concluye: «El primero en caer al descomunal agujero es un compacto de color blanco, seguido por otros dos vehículos que estaban justo enfrente de su posición. No pasó mucho tiempo antes de que las autoridades locales aparecieran en el lugar y determinaran rápidamente que no había nadie en ninguno de los automóviles en el momento de los hechos. La causa aún está por determinarse, pero todo hace indicar que una serie de túneles cavados en las cercanías podían haber influido. Es probable que los tres vehículos que cayeron al hoyo sean declarados siniestros, por lo que solo queda esperar que las compañías de seguros cubran un desastre natural como este». La revista también recuerda que un movimiento de tierra engulló una veintena de vehículos en Florencia (Italia), muchos de los cuales quedaron inservibles. Los coches, que estaban perfectamente estacionados en una de las calles paralelas al río Arno, fueron engullidos por un enorme socavón de más de 200 metros de longitud.

Majadahonda Magazin