Plan de Intervención Social de Cruz Roja Española
JORGE RUBIO. La distribución funcional de las diversas concejalías fue otro de los puntos clave del primer pleno del Ayuntamiento de Majadahonda. Se debatieron cuestiones diversas, entre ellas los cambios en las nomenclaturas de las mismas, algo que los ciudadanos de Majadahonda ya han podido comprobar con la desaparición y reaparición relámpago de la concejalia de Educación. Esta nueva organización no ha convencido a parte de la oposición que compone el consistorio majariego, pues ve como se han «escondido» competencias en un entramado difícil de entender para el ciudadano. Pero la que más polémica ha suscitado ha sido la concejalía de Atención Social, que provocó un curioso y significativo debate semántico sobre el término utilizado para definir a la institución municipal que se dedica a la protección de los más desfavorecidos.
Para el portavoz del PSOE, Zacarías Martínez, la concejalía de Atención Social tiene un nombre erróneo, ya que según su criterio hace referencia a una labor de «caridad cristiana» en lugar de un servicio de atención pública. Esta concejalía debería volver a ser de «Servicios Sociales«, aunque para Zacarías Martínez dicho término tampoco la definiría de forma acertada: si por él fuese, la denominaría como «Justicia Social«. Por otro lado, incidió en que hay competencias relacionadas con Educación que están muy escondidas dentro del nuevo organigrama, como la educación infantil, las AMPAS o el mantenimiento de los centros. También mostró su perplejidad por la integración de Festejos dentro de Desarrollo Económico.
El debate sobre el nombre asignado a la concejalía de Atención Social no finalizó ahí, ya que continuó por parte del representante de Izquierda Unida, Juancho Santana, que apostilló que lo contemplado en dicha concejalía no son otra cosa que derechos de todos los ciudadanos, y que por tanto debería ser llamada como «Derecho Social«.
Fuera de la controversia sobre la definición de la concejalía de Atención Social, el representante de Somos Majadahonda, Alberto Moreno, solicitó que «se potencie el área de Educación, que estuvo a punto de desaparecer«, en línea con el nuevo ordenamiento de concejalías y sus correspondiente asignación de competencias. En esta materia, el socialista Zacarías Martínez usó un símil futbolístico y dijo que el PP privilegiaba unas concejalías «a primera división» pero había relegado la Educación «a tercera división» y el Empleo «a regional preferente».
Esta discusión fue cerrada con la intervención del alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, que destacó como la nueva organización es más «coherente» que la de la anterior legislatura, pues «no se pueden dividir más las competencias al uso por ser una ciudad pequeña«. También defendió que las funciones «no están escondidas», ya que estaban «debidamente expuestas y publicadas». El alcalde definió su división de las competencias en tres partes: «Ayuntamiento por dentro (organización), Ayuntamiento por fuera (modelo de ciudad) y Áreas (Social, Educación y Cultura…)». Por último, Foxá defendió la integración de Festejos en Desarrollo Económico por el movimiento comercial que conllevan las Fiestas de Majadahonda y puso especial énfasis en que «hay que dar un impulso inmediato» a estos días debido al retraso producido como consecuencia de las elecciones y la formación del Ayuntamiento, que sin embargo «ha sido uno de los primeros de España en ponerse a funcionar tras las elecciones».
