EL DUENDE MAJARIEGO (EdM): Recibe este duende estos días varios correos electrónicos de vecinos de Majadahonda que han asistido a los conciertos y espectáculos teatrales que se celebran estos días de Navidad 2020 en la Casa de Cultura «Carmen Conde». Uno mismo también ha asistido a algunos de ellos, después de ser informado de que todo se desarrollaría con plenas garantías de protección frente a la Covid-19: entradas y salidas escalonadas, aforo controlado, mascarillas obligatorias y geles hidroalcohólicos. Nada que objetar. Sin embargo, con motivo de las críticas públicas que se han venido escuchando después de los controvertidos conciertos de Raphael en el madrileño recinto del Wizink Center, con el 30% de aforo permitido, uno se ha puesto a comprobar si en Majadahonda se están asumiendo o no riesgos innecesarios.
Vayamos por pasos. Tienen ustedes en una foto que se adjunta la portada del programa de conciertos que organiza el Ayuntamiento de Majadahonda. Hay de todo: música actual, jazz, conciertos de música clásica y teatro infantil. Pueden ver también una foto del concierto del grupo Maldita Nerea, que ha remitido un vecino, que no ha podido determinar si se cumplía el límite de aforo. No obstante, no parece que, a la luz de las fotos, la aglomeración de ciudadanos en un recinto tan pequeño no deje de suponer una temeridad innecesaria. Imagínense ustedes, con mascarilla y todo, los vecinos cantando y vitoreando a la banda que actuaba… en fin. Otro ejemplo y esta vez vivido en primera persona: el concierto de jazz del trío Víctor Alonso (por lo demás extraordinario). Ambiente tranquilo pero sala llena, con asientos libres separando cada dos ocupados. Uno mismo tenía delante justo una señora y detrás otra a no más de 50 centímetros de distancia. Vamos que distancias, distancias, las justas para oír su respiración.
Y el último: fíjense en las imágenes de los planos que se pueden encontrar en la web en la que se compran las entradas para el próximo concierto de Navidad del próximo día 26. Aforo lleno. Solo quedan dos entradas en los laterales y ambas para sillas de ruedas. El patio de butacas dispone de 232 asientos. La norma de la pandemia exige que no se puede superar el 75% del aforo para espectáculos teatrales (por cierto, ¿estamos ante conciertos o ante teatros?). La organización tiene bloqueadas 54 butacas y disponibles 174. El 75% de los 232 es 178, por lo que se supera el aforo permitido. Y es de suponer que para conciertos anteriormente celebrados haya ocurrido algo parecido o incluso lo mismo.
En el anfiteatro superior, tampoco hay entradas libres, con 53 asientos y 15 bloqueadas, 2 más de las que deberían cancelar. Los laterales, atiborrados también. En otras palabras, aforo muy, muy discutible. Pero sea como sea, llaman la atención dos cosas: la innecesaria asunción de un riesgo incomprensible por parte del equipo de gobierno PP-Vox y la ausencia de exigencia de explicaciones por parte de la oposición, aunque esto también tiene su porqué, ya que en uno de los conciertos mencionados se agradeció públicamente la intervención de una concejala opositora para organizar tal espectáculo, bajo el argumento de que eran «íntimos amigos» músico y concejala. No hay palabras. Todos en el mismo saco. Puede remitirme sus comentarios y noticias para esta sección al correo electrónico duendemajariego@gmail.com.
Pues si pasa algo, ya sabemos a quien pedir responsabilidades. Yo también estuve en el concierto de jazz y escuche el agradecimiento del pianista a la concejala socialista. Dijo que sin ella, el nunca podría haber actuado allí. Vamos que PP y Psoe juntitos en esto
La cuenta de aforos que hace el artículo no se entiende. Si hay 54 butacas bloqueadas en el patio y 15 arriba se respeta el aforo permitido del 75%.
!Feliz Navidad!,también para vosotros.
Amigos de:»Majadahonda Magazin».