Consternación en Majadahonda al saberse que el fallecido en el aparcamiento del Centro de Salud Cerro del Aire es el comerciante Amós Romero, hermano de Fernando y Pilar Romero, que junto a su padre fundaron hace 50 años la popular tienda majariega de «Electrodomésticos Romero»

MANU RAMOS. Familia y numerosos amigos del empresario de Majadahonda, Amos Romero, continuador del popular comercio “Electrodomésticos Romero”, que regentaba junto a su hermano Fernando y que fundó hace 50 años su padre homónimo, Amós Romero junto a su hermana Pilar, han expresado su consternación por su fallecimiento el sábado 27 de enero (2024) a las puertas del centro de salud Cerro del Aire, suceso del que se han hecho eco numerosos medios de comunicación en toda España. Ha sido el periódico Infobae el que recoge incluso declaraciones de su hijo Carlos: «Muere de un infarto en el parking de un centro de urgencias de Madrid: “No tiene lógica que un ambulatorio no tenga ningún médico”, señala su hijo sobre el titular que indica que «un hombre de 72 años murió el 27 de enero en Majadahonda a las puertas de un centro de urgencias que no tiene ningún médico en plantilla. Fue atendido por dos enfermeras», según la crónica de David Fernández publicada este viernes 2  de febrero. No obstante, fuentes de la familia Romero, que posee un gran arraigo en la ciudad y que han contado su historia desde hace medio siglo, han expresado su malestar por la difusión de datos sanitarios personales por parte de la Comunidad de Madrid, aunque “por mucho que ahora se diga o se haga ya nadie podrá devolverlo a la vida”. Estas mismas fuentes precisan que en efecto la ambulancia no tardó tanto (el sindicato SAR-SUAP menciona 20 ó 30 minutos pero en realidad fueron alrededor de 10 ó 15 que, eso sí, se hicieron “eternos”) pero indican que otros datos de la Comunidad de Madrid son igualmente erróneos, pues ni sufría cardiopatías previas ni el peso que se ha dicho (130 kg) era el real, pues pesaba 105 kg en un hombre que era alto y proporcionado. Descanse en paz Amós Romero, todo un ejemplo de emprendimiento en un negocio emblemático de Majadahonda y desde el que MJD Magazin quiere expresar sus condolencias en estas tristes circunstancias.

Manu Ramos

También el periodista Diego Alonso Peña señala en El Diario.es: “Un hombre fallece en un centro de urgencias de la localidad madrileña de Majadahonda que no tenía médico. El paciente de 72 años sufrió una parada cardiorespiratoria en el aparcamiento del Centro de Continuidad de Cuidados de Enfermería de Majadahonda Cerro del Aire. La plataforma de profesionales SAR-SUAP denuncia los hechos y la Consejería de Sanidad afirma que “nada se pudo hacer”. Y Victoria Torres Benayas en EL PAIS subraya: “La muerte de un hombre en unas urgencias sin médico reaviva el debate sobre la decisión de Madrid de dejar centros solo con enfermeras. El Gobierno de Ayuso alega que el paciente sufrió un “infarto irreversible” en la puerta de las urgencias extrahospitalarias de Majadahonda”.

Fernando Romero se encontraba desolado por el fallecimiento de su hermano Amós, al que se encontraba muy unido

INFOBAE: “Amós Romero, de 72 años, era un vecino conocido en la localidad madrileña de Majadahonda. Su padre abrió hace más de 50 años uno de los negocios con más solera del municipio: Electrodomésticos Romero. El pasado 27 de enero, Amos falleció de un infarto tirado en el suelo del aparcamiento del Centro de Continuidad de Cuidados de Enfermería (CCCE) ‘Cerro del Aire’, uno de los 29 dispositivos de urgencia extrahospitalaria que la Comunidad de Madrid ha abierto por toda la región. Pero aunque se trata de una instalación médica para atender urgencias, no tiene ningún médico asignado. Solo trabajan 2 enfermeros y 1 celador. “La verdad es que no tiene sentido tener un centro médico abierto sin ningún médico. Si me pregunta cómo me siento, no quiero dar muchas vueltas a todo esto, pero muy contentos, no estamos”, señala resignado a Infobae España Carlos Romero, uno de sus hijos. Todo empezó ese sábado 27 por la mañana. Amós se encontró un poco mal mientras daba un paseo y, como tiene seguro privado, se fue a una clínica. Allí, asegura su hijo, le dijeron que no veían nada raro tras atenderle. Pero Amós decidió ir a la tienda que ahora regenta a buscar a Carlos. No acababa de encontrarse bien. “Decidimos ir al centro de urgencias. A lo mejor teníamos que haber ido al hospital, al Puerta de Hierro, pero fuimos a ese ambulatorio”, explica Carlos. En coche, estaba a 4 minutos de la tienda. De hecho, fue Amós el que condujo hasta el ambulatorio. Al llegar al aparcamiento, salió del coche y se desplomó. Un infarto súbito. “Había una enfermera fuera fumando y vino corriendo a auxiliarnos. Incluso trajeron un desfibrilador, pero no se pudo hacer nada”. Ni cuando llegó la ambulancia. “No sé cuánto tardó. Si mucho ni poco. En esa situación…” rememora. 

Amós, Pilar, Fernando: 3 hermanos majariegos

EL DIARIO.ES. Consultada por elDiario.es, desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid afirman que “es totalmente falso que la UVI tardase 30 minutos en llegar”, que llegó a “los 8 minutos”. Ante la ausencia de médicos, la institución asegura que carece de personal médico debido a su cercanía con el Hospital Universitario Puerta de Hierro, que se encuentra a casi 5 kilómetros y más de 10 minutos en coche. “La actuación de las enfermeras fue impecable, con la llegada de la UVI, las maniobras de reanimación y aplicación de adrenalina, nada más se pudo hacer, su fallecimiento fue fulminante”, asegura la Consejería ante la duda incesante de los profesionales sanitarios que se encontraron una situación en la que no tuvieron el personal necesario para actuar correctamente ante una tragedia que culminó con el fallecimiento de un hombre”.

«Fernando Romero: una historia real» es una breve película documental donde se cuenta la historia de esta familia

EL PAIS: “La Consejería de Sanidad, que reconoce los hechos, alega que el hombre que murió el 27 de enero tenía “posiblemente” patologías previas y que sufrió un “infartazo irreversible”, del que no le hubieran podido recuperar “ni 16 cardiólogos”, que habrían “hecho lo mismo que las enfermeras”. La portavoz de esta plataforma y médico, Isabel Barrio, explica por teléfono que han hecho público el caso “en respuesta a la demanda de uno de los enfermeros que asistieron al fallecido”, ya que “pone de manifiesto una vez más” todo lo que venían vaticinando: que se iban a producir “situaciones en las que se comprometa la vida de la gente y se pierdan vidas”. “Nadie duda de que la enfermería está muy capacitada para hacer cualquier tipo de actuación en situaciones de emergencia, pero se necesita un médico para, por ejemplo, diagnosticar y pautar medicación. Los centros de enfermería son perfectos para otras cosas, pero no para atender urgencias de manera completa”, defiende Barrio.

La familia Romero llegó a Majadahonda hace 50 años. Vivía en la calle San Joaquín

Según esta médico, el hombre ya había ido a una clínica con su seguro privado y le habían dicho que no tenía nada, pero como se seguía sintiendo mal “acudió a las 12:30 de la mañana caminando al CCCE Cerro del Aire”, en cuyo aparcamiento sufrió una parada cardiorrespiratoria. En su auxilio “acudieron rápidamente los profesionales de enfermería, que iniciaron maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) básica, mientras se avisaba al 112, que activó una UVI que tardó más de 20 minutos”. Cuando llegó la UVI, “tras 30 minutos de maniobras avanzadas o RCPA, solo se pudo certificar el fallecimiento”. A la plataforma, que envía el pésame a la familia y muestra todo su “apoyo a los compañeros que hicieron todo lo que estaba en sus manos por intentar salvarle, le queda “la duda de si el desenlace hubiera sido distinto si ese centro hubiera estado dotado con equipo completo”. 

Pilar y Amós venían desde Vallecas (Madrid) todos los días a trabajar a Majadahonda. Fernando Romero tenía entonces 12 años y se incorpora en 1970: hoy tiene 67 años

Por su parte, la Consejería de Sanidad no niega la mayor, que allí no había un médico, pero sí afirma que su presencia no hubiera cambiado el desenlace y también discute el tiempo de respuesta. Un portavoz de la Consejería explica que se trataba de “un varón 120 kilos de peso que se desplomó súbitamente” a unos 20 o 30 metros del centro. “Una de las enfermeras vio la situación desde el interior y acudió de inmediato a atenderlo, mientras se movilizó a la UVI del Summa 112 de Las Águilas y a la Cruz Roja de Brunete”, relata el portavoz, que asegura que “en 8 minutos estaba la UVI allí”. “Es absolutamente falso que tardase 20 en llegar”, subraya la misma fuente. Mientras, las enfermeras, “una de ellas experta en RCPA porque había trabajado en el Summa 112, le practicaron el protocolo habitual, con masaje cardiaco y con la vía puesta, hasta que entró en asistolia ausencia total de sístole cardiaca o latido”. Para Sanidad, “la actuación de las enfermeras fue impecable”. Con la llegada de la UVI se continuaron las maniobras, pero “se confirmó el fallecimiento tras aplicarle adrenalina”.

Amós Romero García, que era el padre, llegó sobre el año 1965 a Majadahonda: los domingos, él trabajaba en una fábrica en Madrid, por la noche estaba de guarda en una obra, y los domingos los dedicaba a ir a visitar a los clientes puerta a puerta. Fue uno de los héroes emprendedores que sacó a España de la miseria en que la sumió la guerra «incivil»

 Según su versión, “el cuadro que presentaba era muy complicado, con 72 años, obeso y con alta probabilidad de tener hipertensión arterial y de ser diabético”. Así, se trató de “una absoluta desgracia”, de un fallecimiento fulminante” contra el que nada se podía hacer. “Si hubiera habido un médico, es muy posible que tampoco se hubiera podido hacer nada por él porque le habría realizado las mismas maniobras que las enfermeras”, concluye Sanidad. Sobre que no haya doctores en este servicio de urgencias en concreto, Sanidad explica que se decidió así porque el Cerro del Aire “no está lejos del Hospital Puerta de Hierro” y, sobre el nudo gordiano del asunto, que no los haya en 29, se remite al contexto general “de la falta de médicos que se sufre en toda España”. Juan Antonio Hervás, enfermero del Summa 112 y miembro del sindicato de enfermería SATSE, estaba de guardia ese día en su base, precisamente en Cerro del Aire. “Cuando llegué me encontré con las compañeras y estuvimos revisando lo que habían hecho. El caso era tremendamente difícil”, cuenta Hervás, que precisa que no solo le hicieron la RCP básica, sino “instrumentalizada”, es decir, que ”lo monitorizaron, le administraron medicación y le dieron dos descargas con un desfibrilador”. Hervás da la razón a la Comunidad en que las enfermeras aplicaron el mismo protocolo que hubiera seguido un médico, pero coincide con la plataforma en que “toda urgencia extrahospitalaria tiene que tener médico”.

La primera tienda se fundó sobre el año 1968, un establecimiento que estaba en la Plaza del Cura número 1, frente a la iglesia Santa Catalina.

También entrevistado por teléfono, el médico Ángel Bayo, responsable de los Centros de Continuidad Asistencial o CCA –que engloban a los CCCE con enfermeras y a los CCAM con médico del sindicato AYTMS, afirma que este caso subraya “lo que tenemos todos claro: que es dramático tener unos servicios abiertos sin las mínimas garantías de seguridad asistencial, bien por una falta de sanitarios o porque no existan todos los miembros del equipo exigibles para que un servicio esté abierto”. “Ya cuando se produjo la reorganización aseguramos que no era viable abrir dispositivos sin esta garantía, que iba a ser un problema tanto asistencial como laboral. Y 15 meses después damos fe y evidenciamos la realidad”, sostiene Bayo. ”Están engañando a la población, les dicen que tienen 78 dispositivos, pero es mentira. Están abiertos, pero no funcionan como deberían. Es la destrucción por inanición”, critica la médico.

Majadahonda Magazin