LIDIA GARCIA. ¿Que van a hacer con la sal sobrante?: “Estarán en instalaciones municipales en las mejores condiciones para su conservación y sin que entrañen ningún riesgo para el medio ambiente“, respondió el Ayuntamiento de Majadahonda cuando se le preguntó en un pleno municipal por los miles de kilos de sal comprados tras un exceso en las previsiones, al descubrirse que fueron abandonados en el Recinto Ferial. Aunque la oposición denunció entonces (1 de febrero 2021) que esa sal tenía que haberla comprado la concesionaria Valoriza, que debía haber esparcido 50 toneladas según el contrato de mantenimiento de la ciudad, finalmente el Equipo de Gobierno PP-Vox decidió que los pagos los hiciera el Ayuntamiento con el erario público municipal, «perdonando» dicha deuda, según la concejala socialista Socorro Montes de Oca. Los ediles de Cs, Anselmo Soto e Ismael Rastoll añadieron (21 de mayo) que, dada la imprevisión municipal (tras la polémica foto del alcalde con un pequeño saquito de sal) se hizo una «compra bajo pánico» a precios más altos que los del mercado, lo que provocó que además del sobreprecio, sobrara una abundante cantidad de sal. Una vecina alertó (17 de abril) a MJD Magazin que la sal se amontonaba sin control en el Recinto Ferial y envió un vídeo con las imágenes de las decenas de sacos sobrantes, con el deterioro ambiental que ocasionaba en el subsuelo. Y otra vecina «descubrió» este 23 de septiembre el lugar donde se había trasladado finalmente: un solar o «descampado» en el Carralero, enviando también un vídeo y fotografías con el hallazgo.
LOS PRECIOS DE LA SAL. El alcalde de Majadahonda, José Luis Alvarez Ustarroz (PP), comenzó comprando 1.681 euros de sal en el «Leroy Merlin» del Carralero y en el «Bricomart» junto al Gran Plaza, para hacer frente al temporal de nieve «Filomena», el más fuerte que iba a azotar España desde hacía un siglo, según los metereólogos. Terminó gastándose 213.000 euros y pagándola «a precio de oro» y además sin medida a la «Unión Salinera de España«, ya que ha sobrado gran parte de ella. Es lo que el concejal de Ciudadanos (Cs), Anselmo Soto, llamó «compra bajo pánico», pues supuso pasar de «hacerse la foto» con varios saquitos de sal y una quitanieves que no funcionaba a tener que comprar a toda prisa cuando media España se lanzaba a buscar sal al precio que fuese.
Las cuentas del gasto del Ayuntamiento por el temporal Filomena, a las que ha tenido acceso MJD Magazin, revela las 4 empresas adjudicatarias por la compra de sal y los precios pagados por su entonces valioso material. La compra de sal por parte del Ayuntamiento de Majadahonda a causa del temporal «Filomena» ha sido finalmente de 213.000 € y su adquisición recayó en las empresas «Asociación Amaexco» (147.000), «Unión Salinera de España» (60.000), «Bricolaje Bricoman» (3.600) y Leroy Merlín (1.600). El expediente municipal revela que primero el 15 de enero (2021), cuatro días después de que terminara el desastre climatológico (6 a 11 de enero), se adjudicó por decreto la compra de sal al Leroy Merlín del Carralero y Bricolaje Bricomán, que en realidad es una marca asociada también a Leroy Merlín bajo el nombre de «Bricomart», todos pertenecientes a la multinacional francesa Grupo Adeo. Esta última compra de sal, sin embargo, se realizó en el centro ubicado en «Flauta Mágica nº 25«, por lo que el expediente revela que compraron la sal primero en el Leroy Merlín y Bricomart pero cuando ya se vieron desbordados se vieron obligados a recurrir a la Unión Salinera de España. El 8 de febrero el Ayuntamiento emitió un nuevo decreto por el que se aprobada una masiva compra de sal a la Unión Salinera de España, la mayor parte de la cual ya sobraba porque el temporal había terminado y en las calles no había ya nieve, según reflejó una vecina mediante unas fotografías tomadas el 17 de abril en el Recinto Ferial, donde quedó almacenada a la intemperie y con grave riesgo de deterioro, tanto material como medioambiental. El expediente no refleja el precio al que se compró el kilo de sal a causa de esta imprevisión, ya que solo refleja los pagos totales.
Fue el concejal de Ciudadanos (Cs), Ismael Rastoll, quien alertó en un pleno municipal de la especulación con el precio de la sal al que había sucumbido el Ayuntamiento por su imprevisión: «Una imagen vale más que mil palabras, pero entre la sal que compraron en enero y la que compraron en pánico y la que compraron en febrero, que ya me dirán ustedes para que queríamos 1.500 toneladas y que están en el Recinto Ferial de Majadahonda, había más de 200 euros de diferencia por cada tonelada. ¿Recuerdan ustedes cuando mi compañero Anselmo Soto les preguntó que iba a hacer con la sal sobrante? Respondieron: “estarán en instalaciones municipales en las mejores condiciones para su conservación y sin que entrañen ningún riesgo para el medio ambiente“. ¿Cuándo? Porque ahí seguía la sal a principios de esta semana. ¿Por qué no instalaron una capa de hormigón bajo la sal para evitar filtraciones en el subsuelo del Recinto Ferial o esto tampoco lo tuvieron en cuenta?».
Es coña?
Puede que la necesiten este invierno, tendremos que comprar a tiempo las palas, parece que viene otro temporal
Déjalo ahí dónde está. Que tener reserva en la despensa, siempre viene bien.
No, si tener reservas está bien, el problema es cuando echan números con el dinero ajeno, osea, el nuestro
Se guarda para la síguiente filomena de este prox año
No debería haber sobrado, otra cuestión es que no se repartiera ni utilizará. Me parece la gestión perfecta, comprar sal a precio alto y guardarla en lugar de repartirla y esparcirla.
Que lo guarden q me parece q va a hacer falta este invierno tambien!
No es sitio para guardar al aire libre, ahi en un solar, si llueve se pierde.
La foto es #genial, la #gestiondeparvulario y pagaremos (los ciudadanos) no sólo la sal sino los posibles efectos medioambientales de este almacenamiento. #UnaDetrasDeOtra
Vergüenza de políticos en especial los que gobiernan el pueblo que ante un fenómeno meteorológico sin precedentes en el pueblo quieren seguir haciendo negocios hasta con la sal
Nuestros gobernantes municipales podían haber comprado gravilla para el hielo. Es más barata, es reciclable, no contamina y más eficaz. Claro, q no se puede pedir peras al olmo!
Esperemos que lo utilicen en invierno y no que se lo echen a la sopa