«Escuchar verdaderamente a otra persona implica más que solo oír sus palabras. Significa comprender el mensaje, captar la emoción detrás de las frases y demostrar interés genuino en lo que se nos está comunicando. En muchas ocasiones, estamos tan enfocados en formular nuestra respuesta que dejamos de prestar atención al interlocutor. Esto genera malentendidos, falta de conexión y una comunicación deficiente»

MIGUEL SANCHIZ. (22 de marzo de 2025). Atlas de Geografía Humana. El Arte de Escuchar y la necesidad de hablar. Hablar es una necesidad, escuchar es un arte. Desde tiempos inmemoriales, la comunicación ha sido la base de la convivencia humana. Hablar es una necesidad inherente al ser humano, pues nos permite expresar emociones, pensamientos e ideas. Sin embargo, en un mundo donde todos quieren ser escuchados, pocas personas han cultivado el arte de escuchar. Hablar es fundamental para la interacción social. A través de la palabra, manifestamos nuestras opiniones, compartimos conocimientos y establecemos relaciones interpersonales. No obstante, la comunicación efectiva no se basa solo en la emisión de mensajes, sino también en la recepción atenta de los mismos. Aquí es donde entra en juego la capacidad de escuchar, un arte que requiere paciencia, empatía y respeto. Escuchar verdaderamente a otra persona implica más que solo oír sus palabras. Significa comprender el mensaje, captar la emoción detrás de las frases y demostrar interés genuino en lo que se nos está comunicando. En muchas ocasiones, estamos tan enfocados en formular nuestra respuesta que dejamos de prestar atención al interlocutor. Esto genera malentendidos, falta de conexión y una comunicación deficiente.

Atlas de Geografía Humana, por el periodista Miguel Sanchiz

EL ARTE DE ESCUCHAR NO SOLO FORTALECE LAS RELACIONES PERSONALES, SINO QUE TAMBIÉN ES CLAVE EN EL ÁMBITO PROFESIONAL. Un líder que sabe escuchar a su equipo genera confianza y fomenta la colaboración. Un docente que escucha a sus alumnos comprende mejor sus dificultades y puede guiarlos de manera efectiva. En la vida cotidiana, una escucha activa y atenta evita conflictos y mejora la calidad de nuestras interacciones. Para mejorar nuestra capacidad de escucha, es importante desarrollar ciertas habilidades. La empatía nos permite ponernos en el lugar del otro y entender su perspectiva. La paciencia nos ayuda a dar el tiempo necesario a la otra persona para expresarse sin interrupciones. La atención plena nos permite concentrarnos en la conversación y evitar distracciones externas. Además, es crucial evitar juicios prematuros y demostrar interés a través del lenguaje corporal y verbal.

En el «Fausto», el escritor e intelectual europeo Goethe (Alemania) ensalza a uno de sus personajes: ante el «arte de contar» hace la vista gorda y exhibe el «arte de escuchar»

EN UNA SOCIEDAD DONDE LA VELOCIDAD Y LA INMEDIATEZ PREDOMINAN, EL ARTE DE ESCUCHAR SE HA VUELTO UNA CUALIDAD ESCASA PERO INVALUABLE. Aprender a escuchar con atención y respeto no solo enriquece nuestras relaciones, sino que también nos convierte en mejores personas. Hablar puede ser una necesidad, pero escuchar es la clave para una comunicación verdaderamente efectiva. Solo cuando logramos equilibrar ambos aspectos, alcanzamos una comprensión real y profunda con los demás. La importancia de hablar en las personas mayores. A medida que las personas envejecen, la necesidad de comunicarse se vuelve aún más crucial. Para los adultos mayores, hablar no solo es un medio de interacción social, sino también una herramienta esencial para mantener su bienestar emocional, mental y fisiológico. El diálogo les permite compartir recuerdos, expresar emociones y fortalecer los lazos con familiares y amigos. La soledad y el aislamiento son problemas frecuentes en la vejez, y la falta de conversación puede agravar sentimientos de tristeza, ansiedad o depresión. Escuchar activamente a los mayores y brindarles espacios para expresarse no solo les proporciona compañía, sino que también refuerza su autoestima y les da un sentido de pertenencia.

«La comunicación activa en los mayores fomenta el intercambio de experiencias y conocimientos con las generaciones más jóvenes»

DESDE UN PUNTO DE VISTA FISIOLÓGICO, HABLAR CONTRIBUYE AL MANTENIMIENTO DE FUNCIONES COGNITIVAS Y NEUROLÓGICAS. Conversaciones regulares estimulan la memoria, mejoran la concentración y reducen el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Además, el uso constante del lenguaje mantiene activas las habilidades verbales, evitando el deterioro de la expresión oral con el paso del tiempo. Asimismo, la comunicación activa en los mayores fomenta el intercambio de experiencias y conocimientos con las generaciones más jóvenes. Esta interacción intergeneracional fortalece la transmisión de valores, sabiduría y tradiciones, beneficiando tanto a los ancianos como a sus interlocutores. Para ayudar a los adultos mayores a mantenerse comunicados, es fundamental fomentar entornos donde se sientan escuchados y valorados. Pasar tiempo con ellos, hacer preguntas sobre su vida, interesarse por sus relatos y alentarlos a participar en actividades sociales son maneras efectivas de promover su bienestar. En este sentido, tanto hablar como escuchar juegan un papel clave en la salud integral de nuestros mayores, permitiéndoles sentirse parte activa de la sociedad y disfrutando de una vida más plena y saludable.

Majadahonda Magazin