«Francisco Granados, presunto cabecilla de la trama, acudió invitado por Dico a al menos dos cacerías. Otros asistentes habituales eran David Marjaliza, número dos de la trama, y Ramiro Cid Sicluna, dueño del grupo Obras y Vías, principal constructor de Valdemoro y también imputado en el caso Púnica. Entre los políticos que «no se perdían ni una», según varios asistentes, están el exalcalde de Las Rozas Bonifacio de Santiago, y Narciso de Foxá, actual alcalde de Majadahonda, municipio madrileño en el que se están investigando negocios inmobiliarios del grupo DICO». Con estas palabras, el diario conservador ABC señala a Narciso de Foxá en una impactante exclusiva publicada esta semana en la que asegura que el ex juez Baltasar Garzón también iba a las cacerías que organizaba la constructora DICO. Además, en su edición de papel difunde un plano manuscrito en el que se lee «Narciso de Foxá» y entre paréntesis «acompañado de su hijo«.
El resto del manuscrito, que se atribuye a un empleado del grupo DICO que estaba presente y está «cantando» a la policía, señala: «Antes de este ojeo de perdices se pernocta en la finca «El Descanso» donde hay una partida de póker. Algunos de los asistentes a la cacería de la boda de sangre» (un ritual iniciático para los primeros cazadores). Y es entonces cuando menciona a «F. Granados, David Marjaliza, Narciso de Foxá (acompañado de su hijo), D. M., Eduardo Martín, Vías y Obras». MJD difunde un amplio informe con varias noticias más sobre esta escándalo y reproduce textualmente el escrito de ABC:
«El exjuez Baltasar Garzón acudió a una cacería en la finca Los Collados de San Benito (Ciudad Real) organizada por el grupo Dico, una de las principales constructoras implicada en la trama Púnica. La cacería se celebró durante un fin de semana de la temporada 2003 con todos los lujos posibles. El coste completo por cazador rondaba los 5.000 euros e incluia todos los animales que quiera matar, secretario personal, armas, comidas, alojamiento y transporte. Fuentes próximas a Garzón reconocen a ABC que asistió a la cacería, pero precisan que no lo invitó el grupo Dico, con quien «no tiene nada que ver», sino que acudió «invitado por el propietario (de la finca), señor Carlos Porras y pagando su puesto».
«De hecho, Francisco Granados, presunto cabecilla de la trama, acudió invitado por Dico a al menos dos cacerías. Otros asistentes habituales eran David Marjaliza, número dos de la trama, y Ramiro Cid Sicluna, dueño del grupo Obras y Vías, principal constructor de Valdemoro y también imputado en el caso Púnica. Entre los políticos que «no se perdían ni una», según varios asistentes, están el exalcalde de Las Rozas Bonifacio de Santiago, y Narciso de Foxá, actual alcalde de Majadahonda, municipio madrileño en el que se están investigando negocios inmobiliarios del grupo Dico. También eran habituales sus antecesores en el cargo, Guillermo Ortega, que va a ser juzgado por su participación en el caso Gürtel, y Ricardo Romero de Tejada, además del magistrado ya fallecido Roberto García Calvo».
«En estas cacerías «a todo trapo» no hay cupo, es decir, no hay un máximo de piezas a abatir por cazador invitado, sino que pueden matar todos los animales que tengan a su alcance. En la que estuvo Garzón dispararon a jabalíes, muflones y ciervos en una finca de 450 hectáreas de monte mediterráneo, poblada con jarales, lentiscos y encinas. En la misma finca colocaron una gran carpa para servir la comida. «Dentro había unas mesas dignas del Hotel Ritz. El catering era grandioso: camareros de etiqueta, con pajarita, y un marisco extraordinario: cigalas que se salían del plato y los camarones más grandes que he visto en mi vida», declara a ABC uno de los participantes. «No te esperas ese menú en el monte de Ciudad Real, donde parece que pega más comerte unos garbanzos sentado en una piedra, pero en las cacerías de Dico no faltaba de nada», añade. Garzón reconoce haber «coincido con otras personas en la comida», pero no sabe «quiénes eran» esos constructores que pagaban las cigalas».
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