FELIX G. PEDROCHE. El general Blas Piñar Gutiérrez, hijo del notario que fue diputado fundador de Fuerza Nueva, Blas Piñar López, acompañado de José Luis Orella, profesor de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, conocida como CEU, institución dedicada a la educación y fundada por la Asociación Católica de Propagandistas, participaron en el acto que tuvo lugar en la Biblioteca Francisco Umbral este lunes 13 de febrero (2023) presentando el libro «Los cadetes del Alcázar«, cuyos autores son «dos escritores franceses que pusieron su pluma al servicio de la causa» y cuyo prólogo ambos habían escrito. Al evento acudieron en representación del Ayuntamiento de Majadahonda, José Rodriguez Cuadrado, concejal de Infancia y Familia y el edil Pedro José Mallén Vázquez, ambos de Vox. La gran sorpresa fue coincidir en Majadahonda con quien fuera mi instructor militar hace 45 años, entonces un joven capitán recién ascendido, procedente de la Academia Militar de Zaragoza.
Parecía un acto organizado por Vox y allí me presenté invitado por un amigo militante del partido para saludar al general Blas Piñar, que fue en 1977 mi capitán como director del «Grupo de Instrucción de Combate» de las Milicias Universitarias de la IMEC y hoy es un general de Brigada en la reserva. El general Blas Piñar fue expedientado como firmante del «Manifiesto de los Cien«, que fue un texto firmado por un centenar de mandos militares y difundido por la agencia Europa Press el 5 de diciembre de 1981, 9 meses después del fallido golpe de Estado del 23-F en España y poco antes del consejo de guerra que tuvo lugar contra los golpistas, también mandos militares. Los tribunales absolvieron finalmente a los firmantes al defender su libertad de expresión y fueron restituidos en sus puestos.
La presencia del general Blas Piñar en Majadahonda estuvo motivada porque sus abuelos estuvieron como defensores del Alcázar en la guerra civil española de principios del pasado siglo. Durante su intervención, el general explicó que «hay un complot para que se olvide lo que sucedió allí» y resaltó que «actualmente estamos reviviendo una etapa de la Historia de España, años 1930″. Durante su disertación, Blas Piñar recordó que «no hemos de obviar que lo que pasó en el Alcázar de Toledo caló hondo a nivel internacional. El 21 de junio de 1936 se declara el «Estado de Guerra» y en el Hospital de Tavera, paran un convoy militar para evitar que se concentren en el Alcázar de Toledo. A resaltar la conversación del general Moscardó con su hijo, a quién amenazan con fusilar si no presenta la rendición del fuerte.
También recordó que metieron en prisión a los familiares de los defensores del Alcázar y que habían cortado las comunicaciones desde fuera. Por último mencionó la salida del capitán Alba (laureado por la Defensa del Alcázar) utilizada como «una propaganda negativa hacia los defensores». Y señaló que el periódico ultraderechista «El Alcázar» que se publicó desde entonces hasta la Transición en 1987, surgió en el Alcázar de Toledo. Otras anécdotas que el general Blas Piñar contó fueron que Antonio Rivera decía: «Hay que tirar sin odio», todo un tratado de deontología militar. El alférez Durán estaba en zona republicana y se dedicó a tirar contra las baterías «rojas» aunque de noche hacían salidas de carácter logístico a rescatar heridos y muertos. El comandante Rojo intentó sin éxito que se rindieran y se vivieron momentos duros, como la explosión de una mina, hasta que pudo pronunciarse la frase final al general Franco: «Sin novedad en el Alcázar«. Los calcetines se les habían quedado pegados a la piel, tras meses sin cambiar y la mayoría de los defensores del Alcázar, una vez liberado, continuaron combatiendo en la Guerra Civil.
Del profesor del CEU, José Luís Orella, extraigo las siguientes notas de su ponencia, que versó sobre las consecuencias internacionales del asedio y sobre los dos autores franceses del libro, Robert Brasillach y Henri Massis. Orella destacó que «los españoles se matan entre sí», habló de las «Escuelas de la poloniedad» en una Polonia devastada por la revolución bolchevique y por la propaganda de la vanguardia bolchevique«, concluyendo que «el Bienio Rojo facilitó el desarrollo del Fascismo«. Subrayó que «en Francia se dieron otras circunstancias, aunque los franceses querían apoyar en España la 3ª República. Francia ejercía su influencia desde una especie de «Cataluña Norte» como era el Rosellón, cuna de diferentes generaciones y pluralidades.
Uno de los que apoyó este sentimiento fue Roosevelt, político y abogado estadounidense que ejerció como 32º presidente de Estados Unidos desde 1933 hasta su muerte en 1945: «Toda la gente tenía ese sentimiento de arropamiento internacional a la República mientras que los cadetes del Alcázar eran un grupo menor». Por último, concluyó: «La situación de Europa era muy de polvorín, con simpatías por el fascismo italiano» y recordó como en España arraigaba el Partido Radical como «portavoz político del mundo de las logias». Orella elogió a la Asociación de Veteranos y a la Asociación de Historia de Majadahonda, que había invitado a reeditado este libro, y finalizó con un análisis de su Proyecto de Historia: «Desde que ganó el Frente Popular en España con el asesinato de Calvo Sotelo, el eje vertebral, intelectual y católico es muy similar al de ahora».
Simplemente indicarles, q la Asociacion Historia no hemos reeditado este libro en ningun caso. Hemos invitado a la editorial q lo ha hecho «Luz de Trento» y es ella la q ha invitado al prologista y al hitoriador q citan en su articulo. Gracias
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Agradecerle su amable aclaración, por mi desconocimiento de la procedencia de la reedición del libro, la editorial Luz de Trento.
En cuanto a la organización del evento, quizás no me expresé bien al indicar que mi asistencia al acto de la presentación del libro, se debió a una invitación personal recibida de un apreciado amigo, militante de VOX, y en razón a mi especial interés por escuchar y saludar al especial presentador del libro, el General Blas Piñar, persona de gran calidad humana y de quién guardo un grato recuerdo de mi etapa de servicio militar a sus órdenes en Alcalá de Henares.
Efectivamente, el acto fue organizado por la Asociación de Historia de Majadahonda, como bien indica el cartel publicado en el artículo. Gracias
Señor Pedroche, tenga cuidado al calificar a este Soldado de España como «golpista», seamos educados y respetuosos.
Una gran parte de los Españoles tuvimos familiares en alguno de los dos contendientes de nuestra Guerra civil, en el bando del Frente popular-republicano-rojo o en el bando nacional-Franquista, incluso en los dos bandos, aquello nunca debió de pasar, y parece ser que con la polarización política actual vuelve de nuevo.
El manifiesto al que usted hace referencia, no fue golpista. Consistió en un documento-manifiesto firmado por 100 oficiales y suboficiales de nuestras FAS denunciando las calumnias y maltrato que sufría el Ejército en ese momento.
De hecho las sanciones impuestas a casi todos los firmantes fueron finalmente suspendidas judicialmente.
Señor Pedroche, respeto!!
Mi admiración y respeto por la figura del General Blas Piñar, noble servidor durante toda su vida de las FF.AA, y de quién guardo un grato recuerdo por servir a sus órdenes durante mi etapa de servicio militar, está fuera de toda duda a lo largo de la exposición de mi artículo que MJD Majadahonda tuvo la amabilidad de publicar.
Se trata simplemente de una escueta redacción de la brillante exposición realizada por el General y el profesor presentadores del libro, sobre el hecho de un desgraciado acontecimiento histórico como bien indica vd, por tratarse de una lucha fratricida como siempre presupone una Guerra Civil; y máxime teniendo en cuenta que soy hijo de excombatiente del bando nacional; pues mi padre fue a la guerra siendo aún un joven inmaduro de 16 años de edad, ingresando en el cuerpo de la Legión y posteriormente marchando a combatir a Rusia al inicio de la Segunda Guerra Mundial como integrante de la División Azul.
Siempre tuve respeto a “la figura de mi padre”, pero aquellos fueron otros tiempos que debemos de superar, si queremos una España unida en favor de la paz y el progreso, como bién dejó sentado S.M el Rey Juan Carlos, a quién nunca agradeceremos suficiente su brillante e inteligente actuación al frente, durante aquel fracasado intento de involución militar.
Para los que somos demócratas por convicción, porque estamos a favor de la Constitución como norma nacional fundamental de convivencia, el hecho de emplear la terminología de “golpista” para definir a quién en su momento opinó (pero no participó, como muchos otros militares) en favor del pensamiento del Tte General de la GC. Antonio Tejero, en su asalto al Congreso de los Diputados, no presupone falta de respeto, aunque algunos se empeñen en generar discordia y división donde no la hay.
¿Golpe de Estado de Tejero? Querrá decir operación de Juan Carlos I. Dicho esto, las gestas se recuerdan y se promocionan, y la gesta del Alcázar fue la última gran gesta española. Si quiere “superar” la historia reciente de España y al hombre que instauró la Monarquía en la figura de Juan Carlos I tendrá lo que tiene ahora por parte de quienes nos gobiernan: revanchismo y manipulación del pasado por parte de quienes no quieren vivir en paz.
Yo vivo en Majadahonda y gobierna Vox con el PP, te puedes imaginar…