Servicio de Asesoramiento Arquitectura

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El Banco de Tiempo de Majadahonda ya es una realidad y es uno de los casi 3oo existentes en toda España. La iniciativa partió de dos vecinos con inquietudes parecidas e interesados en crear, en un municipio con las peculiaridades de Majadahonda, una red social que favoreciese el encuentro entre los vecinos y la colaboración entre ellos. Lourdes y Jose Augusto, sin conocerse y a través del grupo de vecinos que participaban en las asambleas del 15 M, fueron los que hicieron la labor de canalizar el contacto” señala la página web de esta asociación.


El primer paso fue investigar que eran y cómo funcionaban los Bancos de Tiempo (BdT), conocer sus  estrategias de actuación, pros, contras… “para poder establecer una equiparación con nuestro proyecto y pasar de la filosofía e ideario de los BdT existentes, a la práctica real del proyecto”, explica Lourdes y añade: “Para ello contamos con la ayuda del proyecto existente y en funcionamiento del BdT de Las Rozas, así como de los innumerables escritos y guías existentes en la Red”. La iniciativa corrió como la pólvora.  Muy pronto se apuntaron nuevos socios: Jose María, que entró a formar parte del equipo gestor; Begoña, con su presencia constante en todas las acciones y reuniones y Miguel Angel, Raquel, Pablo, Elvira, Ana Mª, Laura, Paula, Juan, Carmen, Myriam, Juanjo, Pilar, Jorge, Elia, Regina, Manuel, Carolina… que a lo largo de todo este tiempo han hecho realidad el proyecto del Banco de Tiempo de Majadahonda.

Lourdes explica que el Banco de Tiempo (BdT) es un proyecto impulsado por un grupo de vecinos/as de Majadahonda, para crear un sistema de red social que promueva intercambio de prestaciones y servicios entre las personas que participan en él, y sin ánimo de lucro. Y continua diciendo que pretende cubrir necesidades específicas de la ciudadanía residente en el municipio, así como otras que favorezcan a toda la comunidad: Entre ellas: resolver necesidades de la vida diaria; ayudar a conciliar la vida personal, familiar y laboral; favorecer la integración de personas llegadas al municipio; ocupar el tiempo libre de forma útil y gratificante; fomentar las relaciones sociales y potenciar las relaciones intergeneracionales o interculturales.

La fundadora aclara que el Banco de Tiempo está dirigido principalmente a ofrecer y pedir servicios y tareas del ámbito privado. No obstante, tales prestaciones no deberán nunca ser configuradas ni asimiladas a relaciones de trabajo autónomo y subordinado. Se deberán excluir todas las actividades que desarrolladas de modo continuado se configuren como tareas que puedan ser objeto de contratación laboral. La medida de intercambio es la hora, con independencia del tipo de servicio que se preste entre los usuarios. Nunca debe mediar compensación material alguna. Los servicios o actividades ofertadas son a propuesta de los propios socios/as en función de sus propios intereses, de su ingenio y creatividad. En ningún caso pueden ser voluntariado, ni publicidad ni empleo encubierto.

Majadahonda Magazin