El correo postal sigue tan vigente como siempre: un sobre especial para bodas y bautizos

JOSE RACIONERO. Las historia del correo postal es quizá una de más bonitas, interesantes, espectaculares y aventureras. Se han escrito libros cuyos protagonistas eran mensajeros, se han hecho películas donde las diligencias que transportaban el correo eran absolutas protagonistas y el origen de la maratón, la famosa carrera, es un homenaje al soldado que falleció agotado tras correr la distancia entre la ciudad de Marathon y Atenas, más de 42 kilómetros, para anunciar la victoria sobre el ejército persa. Ahora, donde la tecnología parece haber hecho desaparecer el correo postal, sigue absolutamente vigente el correo para anunciar los eventos más destacados de nuestra vida. El email, WhatsApp u otros formatos de mensajería, han arrasado en la comunicación instantánea, pero una boda, un bautizo o un aniversario siguen comunicándose por correo postal y utilizando los mejores sobres para invitaciones.

Sobre para invitaciones

Una invitación de boda si no es enviada por correo no tiene el empaque suficiente. Hay que elegir a los invitados, personalizar su invitación y que estos se sientan halagados de recibirla. Hay que elegir el papel, la tipografía, el texto y el sobre perfecto, todo acorde con la personalidad de la pareja y la relevancia del evento. El momento en el que el invitado abre su buzón y ve la invitación se recibe con una enorme sonrisa, una carrera hasta el resto de la familia para comunicar que ya ha llegado y la felicidad enorme por la pareja. Lo mismo ocurre con los bautizos, el primer evento en la vida del bebé. La criatura es la mayor joya para los padres y quieren que ese momento quede en el recuerdo de los familiares y amigos con una invitación para guardar y recordar.

Pero no solamente estos eventos siguen comunicándose por correo, las celebraciones de aniversarios importantes también. ¿Qué sería de unas bodas de oro sin una invitación tanto o más bonita que la que se eligió para la boda que se celebra tras cincuenta años juntos? ¿Qué sería de una Navidad sin la felicitación de rigor de todos los miembros posibles de la familia y de amigos sobre la mesa del salón? El correo postal sigue ahí, haciendo llegar los momentos más importantes de nuestras vidas a nuestros seres queridos, dejando el momento en un soporte físico para que dure toda la vida, elaborado con los mejores materiales, decorado y elegido con todo el cariño para que muestre la importancia del momento y traslade la felicidad que sienten los remitentes.

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