MANU RAMOS. El Corte Inglés es por ahora y momentáneamente «El Recorte Inglés«. Su marca Hipercor de El Barrial, que nutre a toda la zona Oeste de Madrid y está ubicado en Pozuelo, aunque a la misma distancia de los centros urbanos de Majadahonda y Las Rozas y con cobertura comercial de clientes procedentes incluso de Boadilla, Torrelodones, Villalba, las dos Villanuevas (Pardillo y Cañada) o El Escorial (es el único existente en esta parte de la Comunidad de Madrid), se ha «salvado» de la reestructuración que va a llevar a cabo la empresa y que afecta a 8.000 empleados de 25 centros sobre los 100 que actualmente posee la firma. El periodista Agustín Marco de «El Confidencial» ha tenido acceso al documento de «recortes» que ha elaborado esta prestigiosa cadena comercial tras haberle afectado de lleno la crisis de 2008, que ha sorteado durante los primeros 12 años. Sin embargo, lo que no hacen las administraciones públicas lo deben hacer las privadas: ahora toca «adelgazar», poner los pies en el suelo y «reestructurar» a esos 8.000 empleados y 25 centros. «La otra opción de este último lote sería cerrarlos, pero el coste de despedir al personal sería tan alto que El Corte Inglés en estos momentos no se lo puede permitir. Bajar la persiana de uno de estos centros con una plantilla media de 300 personas y 10 años de antigüedad puede suponer una factura de unos 3 millones de €, además de un duro golpe reputacional. El grupo ya se deshizo el año pasado de 5 edificios y recolocó a gran parte de los empleados», señala la noticia.


El centro de Pozuelo que cubre la Zona Oeste de Madrid se libra del «recorte»

Otras fuentes indican que, dado que el volumen de personas que ahora operan en estos 25 centros podría rondar los 8.000 empleados, «será muy difícil absorber tanta fuerza laboral». Pero en el ‘holding’ consideran que «podrá llevarse a cabo mediante la propia salida de trabajadores que llegan a la edad de jubilación y cuyos puestos no serán repuestos, así como por la menor contratación de personal de temporada». El objetivo de la cúpula directiva de El Corte Inglés es «modificar el uso actual de los puntos de venta que dan pérdidas recurrentes, muchos de los cuales fueron abiertos por Isidoro Álvarez (fallecido en 2014) durante el ‘boom’ de la economía e incluso cuando el consumo empezó a notar la crisis entre 2008 y 2009″. Aunque el consejero delegado ha conseguido que estos centros al menos cubran sus gastos al obtener ebitda positivo, «lo cierto es que la parte baja de la cuenta de resultados sigue dando números rojos una vez que se le imputan los costes corporativos, así como las amortizaciones y deterioro de mercancías», indica el informe.

Y es que Marta Álvarez Guil y Víctor del Pozo, presidenta y consejero delegado de El Corte Inglés, «han decidido coger el toro por los cuernos para hacer frente a la revolución del negocio de la venta ‘retail’. Según documentos internos a los que ha tenido acceso El Confidencial, la cúpula del grupo de grandes almacenes ha puesto encima de la mesa el mayor plan de reestructuración de su historia, que supondrá la venta, el cierre o la transformación de hasta 25 centros comerciales de su red de casi un centenar. Por ello, la presidenta y el consejero delegado han decidido meter el bisturí y lanzar un plan de reestructuración que afecta a uno de cada cuatro locales comerciales, sobre un total de 100. De los 25 centros que están en la lista negra, 15 de ellos están ya abocados al cierre, como son los casos de Arroyomolinos (en la Comunidad de Madrid), Arapiles (centro de Madrid), Guadalajara, Albacete, Ademuz (Valencia), Constitución (Valladolid), El Capricho (Marbella), Marineda (A Coruña) o El Tiro (Murcia)».

Marta Álvarez Guil y Víctor del Pozo

«La compañía va a analizar los potenciales cambios de usos de estos puntos de venta con su nueva división inmobiliaria, lanzada el pasado mes de octubre, como se va a hacer con Can Dragó (Barcelona). Este local comercial va a pasar a ser las oficinas centrales de El Corte Inglés en la Ciudad Condal, cuya sede actual se va a convertir en un espacio para juntar a desarrolladores de proyectos, así como en un ‘hub’ de distribución. Algunos serán reformados para tener formato ‘outlet’ de marcas de precio medio, como uno que el ‘holding’ ha rehabilitado en Zaragoza», concluye el periodista.

Majadahonda Magazin