FEDERICO UTRERA. Estaban en juego 67,5 millones de euros y ningún partido político en Majadahonda daba su brazo a torcer. El intenso debate sobre los Presupuestos del Ayuntamiento, “el mejor en 25 años”, según el alcalde, Narciso de Foxá, que cumple ese aniversario en la corporación y por ello le corresponde el célebre reloj para quien llega a ellos, ha puesto las cartas boca arriba: todos los gastos de 2015 se prorrogan a 2016, pero a partir de ahora será la Oposición quien decida qué partidas se aumentan o disminuyen mediante las mociones plenarias. Hasta un grupo de wasap han creado para elaborar los principios de unos presupuestos alternativos, si es que el PP no se aviene a negociar antes con ellos, lo cual no aparece en el horizonte inmediato. Los populares se han enrocado en un discurso donde es la Oposición la que tiene «el rodillo» y los vecinos se darán cuenta pronto de las bondades de su antigua mayoría absoluta. Fue una tarde de citas, como dijo el concejal Angel Alonso, y he aquí algunas de ellas.

El titular de Hacienda, Angel Alonso, en una documentada y brillante intervención, desgranó los presupuestos municipales pero no logró convencer a la Oposición. “Sostenibles, fiscalmente responsables y prudentes en los ingresos”, fue su síntesis, pero ocurrió que en la primera de sus réplicas, aquella en la que citó al poeta Francisco Brines para aludir a las “suaves descreencias” de sus adversarios más directos, defendió que estos eran los Presupuestos del PP, de su programa electoral “y de los 14.000 vecinos de Majadahonda que nos han votado” porque “doblamos en número de votos” a los demás. La aritmética política, paradójicamente en economista tan solvente, fue su tumba: Mercedes Pedreira (Centristas) le respondió que en un censo electoral de 45.000 personas eso no se traducía en una mayoría absoluta “y como yo voto con la Oposición, ganamos nosotros”. En efecto, la Oposición posee 18.000 votos y 4 escaños más que el PP en las votaciones.

Sin embargo, fue el sufragio de Ciudadanos (Cs) el que en mayor medida inclinó la balanza por sus 6 actas. Por eso las intervenciones de Alfonso Reina y Antonio Rodríguez –actuaron a dúo– eran las más esperadas. La primera de Reina, aunque no reveló el sentido de su voto, no hacía presagiar nada bueno para el Grupo Popular, sobre todo cuando les recomendó ver la película de Bill Murray “Atrapado en el tiempo”. Fue una sutil metáfora para indicarle que los años de la mayoría absoluta habían finalizado. Rodríguez, por su parte, se quejó de la “escasamente atractiva oferta cultural” y de unas políticas “de cartón piedra” como en el Hollywood del desierto de Almería. Con ello aludía a que eran los mismos presupuestos de siempre, elaborados por inercia, sin revisar si las partidas eran idóneas o no.

Pero fue al poner el dedo en la llaga de la gestión donde se comprobó que el partido naranja no estaba por comulgar con ruedas de molino: el déficit de la concesionaria de las bicicletas municipales, el alto presupuesto en Medio Ambiente y Jardines “que es el mismo que para Empleo y Comercio”, un extraño seguro sobre “pavimentación y alumbrado” y, la guinda: una ambulancia de 120.000 euros que se suma a otra que ha recorrido 36.000 kilómetros en 8 años, 10 al día, y que no tiene quien la guíe porque un funcionario ha pedido excedencia. Y concluyó con una enigmática cita de Maquiavelo dirigida al PP: “Todos ven lo que aparentas, pocos advierten lo que eres”.

“Ha faltado mucha cintura, ya no hay mayoría absoluta”, apostilló el socialista Zacarías Martínez Maíllo, que también se quejó de premuras y falta de explicación por los concejales: “Grifos de oro sin agua corriente”, fue su resumen sobre los gastos municipales, con tres adjetivos: “duros, injustos e inútiles porque castigan a los que peor lo pasan en la crisis”. Patricio Mackey (Somos Majadahonda) lanzó también una grave acusación: “los indicadores están inventados”. Economista de profesión, comprobó que éstos se repiten todos los años a pesar de que la economía y la población van cambiando. Y dejó su cita. Su autor: Albert Camus: “unos no pueden ponerse al lado de quienes hacen la historia, sino al lado de los que la padecen”. Y nosotros nos vamos a poner al lado de quienes están padeciendo vuestro rodillo histórico desde hace 26 años”.

Juancho Santana (IU) también citó a Gabriel García Márquez para apuntar que los presupuestos parecían una novela de “realismo mágico” y los comparó con “El Gatopardo”, el final de una época que Visconti llevó al cine: “son peores que los de hace 10 años y ni los explican previamente porque les estorbamos todos”. Curioso fue que a su juicio un tercio del presupuesto (más de 20 millones de euros) “se los lleva la empresa Valoriza por sus servicios”. Fue él quien leyó el informe del Interventor que afirmaba que los 70 “enchufados” que el PP quiere “colar” en la plantilla municipal “no pueden venir vía Presupuestos sino por unas oposiciones”, y aún más cuando una moción del pleno ordena saber primero cuantos funcionarios hay, qué cobran y qué hacen (RPT).

Fue Mercedes Pedreira (Centristas) quien desveló que el concejal Angel Alonso (PP) quiso reunirlos el domingo anterior al pleno en lugar de hacerlo en las comisiones municipales respectivas. “Mucho barullo y pocos ingresos”, sintetizó, al igual que criticó el “inflado de la plantilla municipal” y la política de concesiones administrativas de servicios porque no dan luego lo que firman en los concursos que ganan y nadie fiscaliza. Por eso su cita fue del refranero: “prometer y no dar hace a los tontos alegrar”. “No fue idea mía lo de reunirnos en domingo sino del socialista Maíllo”, acusó Angel Alonso (PP) en su réplica, a la vez que denunciaba la “deslealtad institucional” que suponía a su juicio acusarles de falta de diálogo.

A Pedreira, el concejal de Hacienda le obsequió con un calificativo académico: “Necesita mejorar”. Con otro sanitario: “padece sordera, porque no hay peor sordo que el que no quiere oír”. Y otro aritmético: “le multiplicamos por 11 sus votos”, a lo que el propio Narciso de Foxá apostilló: “¡pero da guerra por 40!”. Alonso le hizo también a Santana (IU) el diagnóstico: “Anda mal de memoria”. Y dijo que la Oposición le acusaba de cosas que habían ocurrido “cuando yo jugaba al fútbol en el colegio”. Puso por testigo a la Asociación de Vecinos de Majadahonda, con la que no coincide ideológicamente, para afirmar que él dialoga con todos los colectivos, incluso con Peñas de las Fiestas críticas con su partido. Pero no reconoció prepotencia alguna: “el rodillo es de la Oposición, nosotros tenemos legítimo derecho a gobernar y renunciar a nuestros principios no lo podemos hacer”.

También se dirigió a su propia bancada, concretamente a su compañera Victoria Palacios, que el día anterior se había declarado admiradora de Margaret Thatcher, a quien había citado: “A mis amigos los elijo yo y mis referentes no están tan lejos en la Historia”. Con ello abogaba porque no lo vieran como un ultraliberal sino como un simple economista “que conoce lo que tiene entre manos”. Cuando ya se vio derrotado por la fuerza de los votos (los del pleno), Angel Alonso no pudo reprimirse: “¡cuando se den cuenta de lo que han hecho muchos dirán: bendito sea el rodillo de la mayoría absoluta!”. Esa fue su esperanza. La de Narciso de Foxá estaba en Madrid: abandonó el consistorio con rapidez porque asistía a la cena aniversario del atentado de Bombay donde Esperanza Aguirre -y él mismo– se libraron de la muerte el 26 de noviembre de 2008. Murieron 196 personas y el relato, verdaderamente, es estremecedor.

A su tío abuelo y padrino, Agustín de Foxá, singular escritor –nuestro Drieu La Rochelle– a quien los Panero tanto admiraban, no le hubiera desencantado. Ahora soy yo quien cita su libro, el del alcalde, que se titula “El Cosmopolitan ¿es rojo?” (Ed. Pigmalión, 2012). La respuesta es sencilla: Majadahonda, de momento, se ha teñido de naranja ciudadana, verde centrista, morado de Somos y sí, en efecto, también de rojo socialista y de IU. Y ese arco iris, a lo que parece, brilló el jueves algo más que el cielo azul de las gaviotas… presupuestariamente hablando.