SILVIA ANULA. No está siendo condescendiente la prensa deportiva con los equipos majariegos de fútbol que han perdido la categoría. Sin apenas ayudas municipales, con aficiones escasas y un rendimiento deportivo manifiestamente mejorable, este 29 de abril (2024) se han publicado dos análisis en la prensa sobre esta situación. El primero es del prestigioso diario AS, que califica de «nefasta temporada» la realizada por el Rayo Majadahonda en Primera RFEF, tras 9 años en la categoría de bronce y 1 en la de plata del fútbol español. El club rayista echa el telón tras «sumar sólo 25 puntos», dice el diario deportivo nacional, lo que le condena de nuevo a las galeras del fútbol regional B de Madrid con el “Sanse” (si finalmente no sube), Getafe B, Adarve, Navalcarnero o Ursaria. La próxima temporada ya no disfrutará de estadios como Riazor, el Reino de León o el Johan Cruiff de Barcelona sin que tendrá que viajar a Guadalajara, Segovia, Illescas, Villanovense, Talavera, Cacereño o La Palma contra el Atlético Paso, si la actual clasificación de Segunda RFEF se quedara como está, ya que el Cerro del Espino lo visitarán básicamente equipos de Castilla la Mancha y Extremadura.

“El acontecimiento más destacado en la zona baja fue la confirmación del descenso a Segunda RFEF del Rayo Majadahonda tras una nefasta temporada y sumar sólo 25 puntos. Muy cerca de esto también está la SD Logroñés, que tiene 28 puntos y la salvación a 10 cuando sólo faltan 12 por jugarse. A partir de ahí, la lucha por la salvación es descarnada e igualada, con 7 equipos separados sólo por 5 puntos con 3 plazas para bajar en juego. Ahora mismo, descenderían Cornellà (35 puntos), Teruel (36) y Sabadell (37). La frontera de la salvación la marca el Sestao (38), con Fuenlabrada (39), Real Unión (39) y Tarazona (40). Un poco más aliviados, pero no salvados, están Osasuna B (41) y Lugo (43), con Real Sociedad B (46) en tierra de nadie al no poder jugar la Copa por ser un filial”, resume el AS. Con este descenso, el club de la familia Arribas ha perdido esta temporada cerca de 700.000 euros pero había invertido 4 millones más desde que abandonó la categoría de plata, 1 millón de ellos dedicado a profesionalizar el club y mejorar las instalaciones municipales, que se encontró muy deterioradas. Los otros 3 los destinó a intentar subir de nuevo a Segunda A, todo lo que recaudó con la ayuda federativa al descenso más lo ingresado del At. Madrid por el contrato de formación tras los fichajes internacionales de Theo y Lucas. Solo pudo jugar un play off de ascenso, pero le eliminó el Albacete.

El fracaso deportivo comenzó con los directores deportivos. Oscar Carazo fue el primero que puso a pique el club, lastrándolo ya de manera irreversible, según atestiguan los resultados: utilizó 3 entrenadores (Calero, Iriondo y Abel Gómez) y 51 jugadores que pasaron por sus 3 plantillas. El balance de sus 3 años no logró el ascenso aunque sí jugara el citado «play off» contra el Albacete en Coruña, otra «brillante idea» del hoy procesado Luis Rubiales. Eso sí, Oscar Carazo se gastó 3 millones de euros antes de marcharse al Betis B, equipo de Segunda Federación. El segundo director deportivo fue Gorka Etxeberria, que salió del Real Unión de Irún cuando llegaron los hermanos Emery y evaluaron sus capacidades. Aterrizó en Majadahonda, abrió numerosos frentes con su peculiar forma de llevar el cargo y se dedicó a fichar sobre todo a jugadores vascos que no rindieron lo esperado: duró solo 4 meses en el cargo, los mismos que su entrenador, Diego Nogales, procedente del Adarve, que no logró hacer despegar al equipo y lo hundió en la clasificación con 1 solo punto sobre los 18 posibles en los 6 primeros partidos de liga.

8 ENTRENADORES DESDE QUE DESCENDIÓ DE SEGUNDA A HACE 5 TEMPORADAS (2019). Así llegó el «tercer proyecto» con Alfredo Santaelena en el banquillo y Néstor Susaeta como director deportivo. El entrenador madrileño salvó al equipo en la última jornada (aunque estuvo 20 minutos descendido) con una épica remontada de puntos. El objetivo ya no era el ascenso sino librarse del «infierno». Así se llegó a esta temporada 23/24, donde los entrenadores fueron llegando y cayendo como manzanas (Carlos Cura, Jon Erice, Armando de la Morena), con los correspondientes cambios de plantilla, fichajes, bajas y altas. La dimisión de Néstor Susaeta fue el broche final a esta aciaga trayectoria que acaba con el club en el pozo de la Segunda RFEF. Ahora llega una nueva etapa donde todo apunta a que el equipo lo dirigirá el exitoso entrenador del juvenil, Jesús Arribas, hermano del futbolista y propietario, Alejandro Arribas, que logró meter al equipo juvenil en Copa del Rey tras 17 años ausente. El director deportivo será César Gil, que desempeñaba estas funciones en el Fuenlabrada.