LIDIA GARCIA. La periodista Srishti Soni de la revista «OtakuKart» ha revelado en un reportaje que el futbolista internacional Lucas Hernández y su pareja Amelia están casados, tienen un hijo y son felices a pesar del altercado que tuvieron en Majadahonda y la orden judicial de alejamiento y detención que se ha desencadenado después. «¿Sabes quién es la novia de Lucas Hernandez? ¿Está casado? Sí, Lucas Hernandez está casado con Amelia Ossa Llorente, su amante desde hace mucho tiempo. Fue amor a primera vista y se conocieron cuando Hernández aún jugaba en el Atlético de Madrid. A pesar de que Hernández fue arrestado por golpear a su novia, la pareja está casada y está más feliz que nunca», señala sobre el jugador formado en la cantera del Rayo Majadahonda. El artículo proporciona información sobre Amelia Llorente, como su edad, carrera, educación y mucho más.
«Amelia Ossa Llorente es conocida principalmente como la esposa del jugador del Bayern de Múnich, Lucas Hernández. Es una persona muy privada que evita revelar comunicados de prensa personales. Amelia nació el 12 de agosto de 1987, por lo que tiene 34 años. Lucas Hernández es 9 años menor que ella. Amelia es bastante discreta sobre su vida personal, pues nunca ha revelado nada sobre sus padres. No hay información sobre su madre o su padre. Ella no tiene hermanos. Amelia terminó la escuela secundaria en su ciudad natal de España, donde destacó académicamente. Siempre le ha gustado estudiar y, después de graduarse de la escuela secundaria, ingresó en la universidad. Su especialidad no está clara actualmente, pero estamos haciendo todo lo posible para aprender más sobre su educación. Lucas Hernández y Amelia tienen un hijo al que adoran. Dio a luz a Martín Hernández en agosto de 2018, poco después de su boda a fines de 2017, ya que los padres revelaron entonces que estaban esperando a su primer hijo», señala el artículo.
«Hernández y Llorente tenían una relación conflictiva. Fueron noticia a principios de 2017 cuando Hernández fue acusado de abuso doméstico y recibió una orden de alejamiento de 500 metros, lo que significaba que no podía estar cerca de Amelia durante 6 meses. Eso sucedió después de que se enzarzaron en una pelea en una calle de Madrid y Hernández perdió la calma. Aparecieron en los titulares por segunda vez unos meses después cuando se casaron a pesar de la orden judicial preliminar. Cogió a todo el mundo con la guardia baja. La pareja se casó en una ceremonia secreta presenciada solo por sus amigos más cercanos y familiares», concluye la revista. Y ahora viene el problema: marido y mujer son felices pero si pisa España puede ser detenido por quebrar el alejamiento, pues la ley española no prevé la reconciliación tras una denuncia mutua por malos tratos. Esperamos que este reportaje aclare quizás su realidad actual.
EXISTE UN PRECEDENTE DE DETENCION Y CONDENA A AMBOS CONYUGES POR QUEBRANTAMIENTO DE CONDENA. Un hombre y su esposa fueron condenados por el Juzgado de lo Penal número 1 de Motril (Granada) a 6 y 4 meses de prisión respectivamente tras romper, de mutuo acuerdo, una orden de alejamiento que pesaba sobre él por un periodo de 40 meses y que fue dictada por un juzgado en septiembre de 2008. Según la sentencia del juzgado de Motril, el hombre fue condenado a un total de 6 meses de prisión como responsable de un delito de quebrantamiento de condena, mientras que su compañera sentimental ha sido inculpada como cómplice del delito anterior y ha sido sentenciada con una pena de 4 meses de cárcel. Los hechos en los que se basa la resolución judicial ocurrieron en el anejo motrileño de Calahonda, cuando varios agentes de la Guardia Civil sorprendieron al acusado, cuya identidad responde a las iniciales M.H.E.K., en compañía de su pareja pese a que sobre él pesaba una orden de alejamiento. La pena impuesta, que era fruto de una sentencia firme que había sido dictada en septiembre de 2008 por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada, prohibía al hombre acercarse a menos de 500 metros de su esposa o comunicarse con ella durante 40 meses, aunque en el momento de la detención del matrimonio ambos aseguraron que habían acordado romper la orden de alejamiento de mutuo acuerdo.
Si Lucas y su esposa se han reconciliado poco nos importa. A mi me importa lo que nos han hecho gastar a los españoles con sus niñeras y el tiempo que han hecho perder a la crónicamente saturada justicia española. Que cumpla/n su condena y nos dejen en paz.
A Ana M Cervantes S y Tomas Cruz les gusta tu publicación