LIDIA GARCIA. La revista «Jara y Sedal» desvela una publicación realizada en las últimas horas de este sábado 1 de octubre (2022) en Facebook sobre un encuentro con el ministro del Interior que ha tenido una representante de «Galgos Sin Fronteras» (GSF), la ONG que cuenta como le ha entregado un perro en adopción y, posteriormente, entra en detalles sobre su postura respecto a la ley animalista. La noticia dice así: «Amigos de GSF, ayer en un parque muy tranquilo de Majadahonda, nuestro querido ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, y su marido Gorka en compañía de mi hija y mi nieto, pasamos un ratito maravilloso, mientras se llevaba a cabo la adopción de «Tabita». Mantenemos una muy bonita amistad desde que hace 14 años Fernando y Gorka nos adoptaron a Martina, una galguita que ha tenido una vida larga feliz maravillosa y súper querida por ellos hasta hace aproximadamente un mes que falleció y ahora vive en sus corazones, ya que nos consta la recuerdan y sufren por su pérdida».
«Conscientes de tantos galguitos necesitados, han querido dar un hogar a otro ángel y está con una historia de las más duras de nuestros rescatados, ya que estaba en manos del «Vampiro de Humanes«, ese individuo miserable que vivía de sacar hasta la muerte la sangre de cientos de perros, la mayoría galgos, entregados por cazadores para terminar sus vidas cruelmente exprimidos hasta la última gota de su sangre. GSF, en colaboración con el FAPAM, de donde la acogimos, hemos podido dar este final feliz a esta galguita superviviente del holocausto del «Vampiro de Humanes». Nos consta que tenemos un gran aliado con nuestro querido ministro para retirar esa enmienda absurda que ha presentado el PSOE a ultima hora para dejar a los perros de caza fuera de la Ley de Protección Animal, entre tod@s lo vamos a conseguir. Una vez más, gracias de todo corazón. Otra familia maravillosa para nuestros morritos largos. Nunca nos falláis, 25 años rescatando ángeles es todo un honor», concluye GSF.
EL «VAMPIRO DE HUMANES» ERA UN FALSO VETERINARIO. El pasado mes de junio (2022) una noticia conmocionaba a la sociedad española y hacía saltar las alarmas en el sector de la salud animal de España: el desmantelamiento de una trama que presuntamente extraía sangre a animales hasta matarlos, para vendérsela a centros veterinarios españoles y de otros países europeos como Italia, Bélgica, Francia y Portugal, informa la revista Animals Health. La operación, llevada a cabo por la Guardia Civil de manera coordinada con la Fiscalía de Medio Ambiente de Móstoles-Fuenlabrada y con la colaboración de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Comunidad de Madrid, concluyó con 2 detenidos y 240 animales liberados.
Una de las personas investigadas es el responsable del Centro de Transfusiones Veterinario —situado en Humanes—, donde se extraía presuntamente la sangre a los animales hasta la muerte, que ha sido bautizado por la prensa generalista como el ‘Vampiro de Humanes’. Según explicó la Fiscalía, este individuo obtenía la sangre de los animales mediante métodos prohibidos, aplicando “prácticas dolorosas y crueles”, extrayendo gran parte o todo el volumen sanguíneo del animal “sin lograr reponerlo adecuadamente hasta causarle la muerte con una punción perforante hacia la región de proyección del corazón”. Actualmente se le está investigando por el posible delito continuado de maltrato animal, así como de intrusismo profesional, ya que según la Fiscalía no figura que el ‘Vampiro de Humanes’ esté en posesión de titulación en Veterinaria».
«A pesar de ello, lo cierto es que consiguió infiltrarse en la profesión sin levantar sospechas y mucho menos sin que las instituciones tuvieran conocimiento de los métodos que llevaba a cabo». «Desde el sector recuerdan que la forma en la que tenía de presentarse y sus conocimientos no podían hacer pensar que no era veterinario y mucho menos que podía estar implicado en una trama de este tipo. Y es que incluso figuraba como ponente en cursos de formación para alumnos de Veterinaria, en jornadas organizadas por colegios veterinarios y su nombre aparecía como autor en estudios científicos, algo de lo que presumía y se encargaba de publicitar en la web del centro de transfusiones«, finaliza la revista.