J. FEDERICO MARTINEZ. El pleno del Ayuntamiento de Majadahonda correspondiente a septiembre de 2018 aprobó este martes la subida de sueldo para funcionarios y concejales por 14 votos a favor (PP y PSOE) y 9 abstenciones (Cs y Somos). Los 2 concejales de IU y Centristas no quisieron ejercer el voto en este punto. La propuesta se aprobó sin debate y según pudo saber MJD Magazin la subida de salarios será del 1,75% retroactiva desde el mes de enero de 2018. La anécdota se produjo cuando al término del recuento de voto la secretaria del Ayuntamiento, Celia Alcalá, comprobó que la suma de todos los sufragios era 23 y no 25, que es el total de miembros de la corporación. «Voy a comprar un contador para que apretemos un botón y sea todo mucho más fácil porque muchas veces es un lío mirar para todos los lados y yo que voy deprisa no le da tiempo a la secretaria a verlo», señaló el alcalde, Narciso de Foxá. Y es que, en efecto, ni Juancho Santana ni Mercedes Pedreira quisieron participar en la votación, lo que dio lugar al malentendido.


OPINION. Según el alcalde de Majadahonda, España ya vive un periodo de «vacas gordas» y las licencias de Urbanismo de Majadahonda lo han notado, pero la calle, lo que se dice la calle, está que trina con los impuestos, las tasas, las comisiones, el «adelgazamiento» de la economía, el exceso de grasa política, la inutilidad de las autonomías, la escasa eficacia de la burocracia, las continuas trabas al emprendimiento y la innovación, el anclaje analógico y la lentitud cuando no resistencia pública a lo digital… Se está larvando algo subterráneo que el viejo y baqueteado pueblo español rumia entre dientes. Lo llaman «volatilidad» y «fragmentación» y ya han salido los primeros «granos»: Centristas fue el primero, pero ahora le siguen Vox, Vecinos por Majadahonda… y lo que está por venir o vendrá. El sistema electoral por distritos y candidatos «no cuneros» parece que va a imponerse por la vía de los hechos en las próximas municipales, pese a la resistencia de los «aparatos» de los partidos.

Felipe González, con mil defectos pero no el de la falta de perspicacia, ha predicho que vamos «a una situación a la italiana pero sin italianos» y allí se hizo célebre el «pentapartito» en el Gobierno. La impopularidad de una subida de sueldos, aunque sea legal, mínima y ajustada escrupulosamente al IPC, contrasta con la bajada constante de salarios y la sobrexplotación en el sector privado, que se supone que es el que mantiene el «tinglado» político-económico. Lo contrario sería la economía mixta modelo China o Rusia, que es a lo que parece que vamos abocados. El Estado manejando el 50% de la economía e influyendo en el otro 50%. Luego no extraña que para unas Oposiciones a 28 plazas de vigilante del Museo del Prado (hasta para eso hacemos funcionarios en un órgano que a pesar de tener millones de visitas anuales sigue siendo deficitario) se presentan 7.000 aspirantes, entre ellos numerosos licenciados en Historia del Arte. Y además con sospechas de fraude.

Majadahonda Magazin