Rayo Majadahonda Juvenil C

Rayo Majadahonda Juvenil C

Ante más de cien aficionados y una juvenil peña “ultra” que, con dos enloquecededores bombos y banderas de simbología pre-constitucional, convirtieron el campo en un infierno sonoro, el Rayo Majadahonda C salvó la cara de los malos resultados de este fin de semana de los equipos juveniles majariegos de fútbol. Los de Alfonso López vencieron 2-6 con una espectacular segunda parte donde arrasaron a un rival que se les había subido a las barbas (el capitán, central y el mejor del equipo rojillo y rival llevaba una de ellas a pesar de su juventud), se había adelantado en el marcador y concluyó el primer tiempo con empate a 1 solo gracias a un soberbio gol de Mata por encima de un central y el portero, tras sacar petróleo Coque de un balón perdido en la raya de fondo. En la segunda parte, el gélido campo de Alpedrete, que los ultras convertían en un ensordecedor carnaval, se fue apagando a medida que caían los goles majariegos: Coque con un “hard trick”, uno de ellos de penalty y otro a pase de Tala, se llevó el balón de oro. También marcaron Hoyos a pase de Coque y Oscar, que reaparecía tras una larga lesión y dibujó con el guante de su zurda un golazo por la escuadra que levantó al reducido grupo de aficionados majariegos de sus asientos, situados en el centro del campo y rodeados como si habitaran un campamento sioux. Partido deportivo, noble y limpio donde las dos aficiones se comportaron de forma extraordinaria. Ambas aplaudieron a los dos equipos al final del encuentro y los jugadores se fundieron en abrazos y estrecharon sus manos.

Rayo Majadahonda C: Nacho; Ventura, Pablo, César, Sebas; Héctor, Valdés, Tala; Mata, Coque, Hoyos. En el segundo tiempo: Pedrero, Oscar, Cristian, Adri y Lombo (p). Entrenador: Alfonso López. Preparador físico: Gabriel Sanz.

Peor fortuna corrieron el Juvenil A en la División de Honor de Miguel Cerdán y el Juvenil B de Pedro Calvo. El primero perdió 4-1 frente al poderoso At. Madrid después de haberlo tenido contra las cuerdas en los trepidantes primeros 15 minutos, que comenzaron marcando los colchoneros el 1-0, empatando los majariegos y arrinconando a los atléticos hasta la mismísima área pequeña. En la segunda parte aquel inicial asedio se fue desinflando y cayeron los goles rojiblancos como una maza sobre este sensacional equipo majariego que está siendo la revelación de las últimas jornadas, a pesar de los dos tropezones últimos.

El Juvenil B también cayó y en casa frente al Santa Ana, que jugó muy buen partido, sobre todo supo aguantar a un rival que se sentía superior pero al que no le salieron las cosas. Un palo truncó el primer gol majariego y una falta tras discutida cesión al portero sacada habilidosamente y de forma rápida por el Santa Ana (aunque quizás con el balón en movimiento y fuera del área) le robó la cartera a los locales (0-1), que dan vida al Santa Ana con esta inesperada victoria y pierden una oportunidad de oro para al menos puntuar. No obstante el equipo ha mejorado mucho tras los titubeos iniciales y ha salido del pozo de los puestos de descenso, al tiempo que ha mejorado la intensidad, el trato de balón y el orden colectivo.

 

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