JUAN ANTONIO FONSECA SERRANO. Internet está ayudando a que el sector funerario se modernice y se adecue a los tiempos que corren. Esta evolución está llevando los servicios de cualquier funeraria tradicional a los bolsillos de cualquier persona con un teléfono móvil. Ya no es necesario consultar catálogos o hacer llamadas, ahora puedes contactar con una funeraria de confianza visitando su web y ver presupuestos de antemano, sin compromiso, con diferentes configuraciones a medida de los servicios que quieras solicitar.
Ventas de flores funerarias, servicios de incineración, ayuda a las familias, coordinación con los seguros. Todo esto se mueve ahora en la red de redes y con una suavidad y agilidad pasmosas. Atrás quedaron los tiempos de las trabas, las esperas, las búsquedas y las confusiones. Las funerarias del siglo XXI se han revolucionado gracias a internet, ofreciendo unos servicios al alcance de todo el mundo, pero, sobre todo, unos servicios que son más accesibles que nunca.
Funerarias digitales, un futuro que ya podemos vivir
Tras casi dos años de pandemia, la digitalización de servicios y empresas se ha convertido en la nota predominante. Las empresas se han visto obligadas a un contexto completamente diferente al habitual, han tenido que acelerar sus pasos para estar al pie del cañón y ofrecer a los usuarios soluciones a medida de sus nuevas necesidades. Este fenómeno ya llevaba tiempo manifestándose, y había sectores que ya habían dado el paso. Pero ahora, incluso los más inesperados han abrazado las soluciones smart, las apps, las webs y todo lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías.
Empresas como efuneraria han llegado para cambiar las cosas. Esta plataforma ofrece un servicio que permite contactar con funerarias de todo el país, sea una funeraria para Madrid o una para Barcelona, y es la clara muestra de que los tiempos han cambiado. Agiliza y conecta a personas con funerarias para que no tengan que perder tiempo buscando, comparando y/o consultando. Todo automatizado, todo sencillo. Todo al alcance de la mano.
Las funerarias, o las funerarias digitales, son un claro ejemplo de lo que supone la digitalización. Su presencia se ha afianzado a raíz de la pandemia del coronavirus, sobre todo por las dificultades de las familias para poder organizarse en caso de la pérdida de un familiar. Sabían que no podían quedarse estancadas en las formas y los servicios de hace un lustro, necesitaban evolucionar y adaptarse. El resultado, en cambio, ha sido toda una revolución para el sector que nos pone las cosas fáciles cuando más lo necesitamos.
Desde su forma de trabajar y afrontar sus procesos hasta lo que encuentran los usuarios cuando consultan sus servicios. La renovación ha sido por dentro y por fuera, algo totalmente necesario no solo para adaptarse, sino también para poder aprovechar al máximo las posibilidades que brinda el ecosistema digital a los negocios. Porque incluso hasta un mundo como el funerario puede beneficiarse de lo que ofrecen los dispositivos inteligentes, hasta aquí se pueden hacer las cosas más fáciles si se sigue el camino adecuado. Y por supuesto lo han seguido.
¿Qué ofrecen las funerarias digitales?
Podemos volver al caso de efuneraria. Este portal, aunque no es una funeraria como tal, sí que facilita encontrar a las mejores. Solo hay que escoger el servicio que se necesita, la localidad donde es necesario y echar un vistazo a la comparativa que lanza. El proceso es tremendamente sencillo, hasta el punto de que, en segundos, puedes tener una respuesta con los mejores presupuestos en tu zona para que te pongas en marcha.
¿Necesitas enviar flores, quieres ver precios de incineraciones o prefieres consultar qué hace falta para un sepelio normal? No importa, todo lo cubren con total agilidad y transparencia para que siempre tengas la mejor opción sobre la mesa, para que la última de tus preocupaciones sea topar con empresas profesionales, serias y competitivas. Porque, cuando hay un fallecimiento, preocuparse por la funeraria es algo que debe quedar completamente descartado.
Asimismo, también se ha dado un salto de gigante en otros aspectos como la fabricación de ataúdes, ahora con un impacto ambiental mucho menor; la elaboración de urnas, que pueden llegar a tener imágenes 3D de la persona fallecida; o el uso de las cenizas de la persona en cuestión para la creación de piedras preciosas que siempre acompañen a sus seres más queridos.
Para aquellas personas que no pueden acudir a los velatorios por culpa de las restricciones del coronavirus, algunas funerarias ofrecen incluso velatorios en streaming para poder estar en contacto con familiares y/o amigos. Asimismo, algunas hasta ofrecen la posibilidad de imprimir códigos QR en las lápidas para que las personas puedan saber de la historia del fallecido, o incluso revivir algunos documentos gráficos en los que este apareciera.
Muchos caminos diferentes, todos ellos pensados para potenciar y agilizar un servicio más que necesarios. Como decíamos, las funerarias no han evolucionado, lo suyo ha sido una revolución en toda regla.