El amianto está presente en multitud de elementos constructivos en todo tipo de hogares de nuestro país construidos antes del año 2005, en el que la Unión Europea prohibió su uso de manera tajante por sus efectos nocivos en la salud de las personas. A pesar de ello, muchos hogares todavía tienen elementos con amianto en tejados, bajantes o tuberías. Desde entonces, la retirada de uralita se ha multiplicado debido a la concienciación social acerca de los posibles daños en la salud a los que nos enfrentamos por una exposición continuada. La uralita, compuesta de cemento y amianto, ha sido utilizada durante décadas para conformar estructuras, especialmente tejados y tuberías, y siguen estando presentes en muchas construcciones antiguas.
Entonces, ¿la retirada del amianto es obligatoria por ley?
Si piensas que tienes en casa algún elemento que pueda contener amianto te habrás preguntado si la ley te obliga a retirarlo y cambiar esa estructura por una nueva sin amianto. Lo cierto es que no. La normativa acerca del amianto no obliga a una retirada inmediata, aunque en su lugar exige que sea sustituido al finalizar la vida útil del elemento.
Podemos hablar de periodos de tiempo que van desde los 20 a los 25 años y, como desde el año 2005 ya no se utiliza, seguramente el amianto que tienes en casa esté dentro de este periodo de tiempo que determina el final de su vida útil, lo que aconseja su retirada. Además, la normativa exige su retirada antes de este periodo de tiempo si se encuentra en un estado deficiente.
Y es que es al final de su vida útil o en un estado de deterioro cuando se liberan más micropartículas de amianto en el aire que pasan al organismo. Por tanto, la retirada de amianto es altamente recomendable, aunque siempre debemos contactar con empresas autorizadas para ello, que son las únicas especializadas en la retirada y tratamiento de uralita y amianto en condiciones de seguridad apropiadas.
¿Qué efectos puede tener la exposición al amianto en la salud?
La exposición continuada a materiales como la uralita, que contienen amianto, puede tener serias consecuencias en la salud de las personas. Las numerosas investigaciones científicas que justificaron su prohibición alertaron sobre un vínculo directo entre la exposición al amianto y el desarrollo de enfermedades como el cáncer de pulmón o la asbestosis, entre otras enfermedades graves.
Desde la entrada en vigor de la normativa que prohibía su comercialización en el año 2002, la uralita ha sido sustituida por otros elementos que no incluyen amianto con el objetivo de evitar problemas de salud en la población. El problema es que todavía muchas personas no saben que viven en su hogar expuestas al amianto.
Por tanto, la retirada del amianto es una exigencia de la normativa si ha cumplido su vida útil o si está deteriorado antes de que esta finalice. Además, si tienes la oportunidad de retirarlo antes de tiempo, no dejes de hacerlo para garantizar que tú y tu familia no estáis expuestos a esta sustancia tan nociva para la salud.