“El próximo día 19 de octubre cumplirá 53 años y lo hará sentado en un banquillo de una sala judicial de la Audiencia Nacional en el polígono industrial de San Fernando de Henares, donde se celebra la vista oral de uno de los escándalos políticos que más ha conmocionado a la sociedad española, el caso Gürtel, que salpica directamente a la estructura interna del Partido Popular. Él es José Luis Peñas Domingo, el ex concejal popular de Majadahonda que durante casi dos años seguidos grabó, de diciembre de 2005 a mayo de 2007, su vida junto a Francisco Correa, el cabecilla de la Gürtel. “Ni el CNI, ni Rubalcaba. Que nadie me quite mi mérito. Las grabaciones las hice yo solo sin indicación de nadie. Primero con una memoria USB primitiva que tenia añadida una función para grabar y luego con una grabadora Olympus de pilas que compré en El Corte Inglés, y que llevaba guardada en el bolsillo del pantalón o en el interior de la americana. Eso fue todo. Cada día fui grabando lo que acontecía. Era mi vida, y estaba entonces muy cerca de Correa. Siempre era Paco el que dirigía las conversaciones, yo no intervenía. Era muy duro, yo nunca he sido un espía. Por la noche llegaba a casa destrozado. No era un plato de gusto”, le confesó a Juan Luis Galiacho, periodista de investigación en “El Español” de Pedro Jota Ramírez desde su actual trabajo de encargado de un edifico municipal en el distrito madrileño de Aravaca.
“Peñas, funcionario del Ayuntamiento de Madrid desde 1994, empezó en el mundo político como concejal de la localidad madrileña de Parla, donde llegó como “paracaidista”. Luego, su amigo Guillermo Ortega, por entonces teniente de alcalde de Majadahonda y secretario de organización del PP madrileño, se lo llevó para su localidad como asesor del partido y luego concejal desde el año 2003. Pero fue en el año 2005 cuando cambió radicalmente su vida a raíz de ser testigo de una conversación en el Hotel Fénix de Madrid entre Francisco Correa y el entonces diputado del PP en la Asamblea de Madrid, Benjamín Martín Vasco. Allí se dio cuenta de la ingente cantidad de dinero que se movía entre bambalinas para cerrar convenios urbanísticos entre algunos mandos municipales del PP madrileño. Desde ese día decidió grabarlo todo. Pero sólo a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) entregó las conversaciones políticas financieras más significativas, como los 1.000 millones de Bárcenas o los chanchullos en la Comunidad de Madrid.
Fue en el verano de 2007, cuando ya había dejado su cargo de concejal en Majadahonda, cuando las ordenó y preparó un recopilatorio de las más significativas, quitando las de componente privado y dejando las de marcado cariz político y financiero. En noviembre de ese mismo año se las entregó a la Policía mediante una denuncia y solo un mes después era citado. “Ese día si que pase miedo. No sabía lo que me podía pasar. Sabía que esta gente tenía muchas amistades entre policías y jueces y no sabia si me tirarían hasta por un balcón”, afirma. Por entonces su vida era ya un infierno. “Fueron años muy duros. Me quedé solo con dos amigos, los contaba con los dedos de una mano y aun me sobran dedos. Parte de mi familia me abandonó porque no comprendían lo que había hecho. No podía casi salir de mi casa, en la calle me insultaban, me escupían. Un día estaba con mi hijo pequeño en brazos en un supermercado de Majadahonda, y una anciana llego a escupirme. En los bares a los que entraba me llamaban golfo y sin vergüenza”. Esta situación, tanto personal como económica, le obligó a dejar su amplia casa de Majadahonda para irse a vivir junto a su mujer Rebeca y sus dos hijos (una niña ahora de 14 años y un niño de 8) hasta la localidad madrileña de Villanueva del Pardillo, donde hoy reside.
La próxima semana volverá a sentarse en el banquillo en el juicio del caso Gürtel, donde se le piden más de 6 años de cárcel por 5 delitos de asociación ilícita, fraude, cohecho, malversación y prevaricación. “Es muy duro para mi. Es la primera vez que tengo un juicio penal y a muchos de los acusados ni los conozco”. Está sentado en la segunda fila, a su derecha tiene al funcionario del Ayuntamiento de Majadahonda, Luis Valor, y a su izquierda a su amigo y ex compañero también en Majadahonda Juan José Moreno. Por detrás la familia Bárcenas, con “Don Luis” y su mujer Rosalía Iglesias, con los que las únicas frases cruzadas han sido: “Hola, Buenos días”. Galiacho proporciona la identificación de algunos de los que se sientan en las primeras filas del banquillo: 1. Jacobo Gordon, exsocio de Alejandro Agag. 2. Luis Valor, exdirector de área del Ayuntamiento de Majadahonda. 3. Alicia Mínguez, administrativa de empresas de la trama. 4. José Luis Peñas, exconcejal de Majadahonda. 5. José Luis Izquierdo, contable de la Gürtel. 6. Álvaro Pérez, El Bigotes, exsocio de Correa. 7. Juan José Moreno, exconcejal de Majadahonda. 8. Pablo Crespo, exsecretario de Organización del PP gallego. 9. Luis de Miguel, asesor fiscal de la trama. 10. Luis Bárcenas, extesorero del PP. 11. Francisco Correa, cabecilla de la Gürtel. 12. Guillermo Ortega, exalcalde de Majadahonda.
Pero delante de él tiene a su ex amigo Francisco Correa y a Pablo Crespo. Con ellos no ha hablado ni una sola palabra. “Solo intercambios de miradas muy intensas. Nada más. A Paco le gusta mucho mirar… todo lo dice con su mirada. Pero con Paco si hablaría, con quien nunca lo haría sería con Pablo Crespo, sigue siendo un ser muy infantil lleno de chiquilladas”. Los únicos imputados con lo que ha mantenido un tono más cordial han sido el ex viceconsejero de Presidencia en el Gobierno de la Comunidad de Madrid, Alberto López Viejo, y con la ex mujer de Correa, Mari Carmen Rodríguez Quijano, que fue asesora con él en el Ayuntamiento de Majadahonda. Peñas conoció a Correa y a su mujer el día de su boda el 30 de junio de 2001, a quienes había invitado por indicación de su entonces jefe y amigo, el ex alcalde de Majadahonda y hoy imputado Guillermo Ortega. “Invítalos, te van a venir muy bien y vas a trabajar con ellos”, le dijo el entonces secretario de organización del PP de Madrid. Peñas aceptó y desde ese día la amistad se afianzó. Tanto que Correa le aportó dinero para que fundara un partido de independientes en esta localidad madrileña, Corporación Majadahonda, cuando a finales del año 2004 Peñas fue expulsado del grupo popular municipal por haber denunciado también la operación especulativa inmobiliaria en las boyantes parcelas de Monte Pilar y Carralero.
Por otra parte, Peña concedió anoche una entrevista al programa El Intermedio de La Sexta en la que desveló que Cifuentes y Granados le pidieron que no denunciara al partido. «Antes de lo que es Gürtel, yo denuncié el urbanismo en Majadahonda. Durante ese proceso estuve hablando con mucha gente, entre otros, con Cifuentes. Nos dijo, venga chicos, cómo vais contra el partido, esto es una locura, meteos en el congelador un poco, que ya sabéis que aquí luego recogemos a todo el mundo, cómo vais a denunciar al partido», explicó Peñas, para quien la Fiscalía pide seis años de prisión. También reveló que Francisco Granados les recibió «en varias ocasiones» para decirles que les iba a «apoyar» y «ayudar». «Y mira dónde está él», agregó. Además, asegura que hace «dos o tres años» le visitaron varias veces «dos abogados» que le ofrecieron «una importante cantidad de dinero» que le «hubiera supuesto una tranquilidad de por vida». «Preferí que no perdiéramos ninguno de los dos el tiempo», afirmó. Peñas también relató cómo ha sido sus encuentros con los acusados en el juicio de la Gürtel, que se celebra estos días en San Fernando de Henares (Madrid) y ha dicho que echa «de menos» que Rajoy declare como testigo.