MANU RAMOS. El club At. Madrid ha sido objeto de 2 detallados reportajes en las últimas 48 horas por su relación con Majadahonda y el complejo deportivo Cerro del Espino que comparte con el Rayo Majadahonda y el Ayuntamiento. «El pulso de 25 años entre FCC y Majadahonda por la ciudad deportiva del Atlético de Madrid. La constructora depositó un aval de más de 330.500 euros por la construcción de parte de las instalaciones en 1998. La justicia ha resuelto en contra del Ayuntamiento de Majadahonda, que deberá devolver el dinero». Así titula El Periódico de España un reportaje que firman los periodistas Alberto Muñoz y Tono Calleja Flórez este 6 de julio (2023). Y en él desvelan que «el Ayuntamiento de Majadahonda y FCC mantienen desde hace 25 años un pulso por los más de 330.500 euros que depositó como aval la constructora para la edificación de la actual ciudad deportiva del Atlético de Madrid. Según la documentación judicial a la que ha tenido acceso este periódico, el consistorio pretendía conservar ese aval durante los 50 años de concesión al club rojiblanco, pero el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 23 de Madrid primero y el Tribunal Superior de Justicia después han resuelto a favor de devolverlo ya a FCC«.
UNA DEMANDA DE 330.000 € Y UNA PÓLIZA DE SEGURO «TODO RIESGO». Este periódico ha contactado con el Ayuntamiento de Majadahonda, que asegura que acatará, «como no puede ser de otra forma», la conclusión a la que llegue la justicia. Sin embargo, se desconoce si el consistorio ha decidido elevar el pulso hasta el Tribunal Supremo presentando un recurso de casación, para lo que tenía un mes de plazo. El argumento fundamental de su defensa en ambos procedimientos, en cualquier caso, es que «el acta de recepción de las obras deberá ir acompañada de una póliza de seguros contra todo riesgo por el valor del presupuesto total que figure en la documentación«. En esa póliza, explica la defensa del consistorio, deberá existir «una cláusula que designe en caso de siniestro al Ayuntamiento de Majadahonda como beneficiario junto con el concesionario [el Atlético de Madrid], en la parte de capital asegurado en proporción al plazo transcurrido de la concesión». Sin embargo, fuentes del proceso explican a este periódico que el consistorio exigió el seguro una vez que las obras habían finalizado, a lo que la constructora no accedió. Por lo tanto, la idea del Ayuntamiento de Majadahonda sería, al no existir esa garantía, retener el aval por los 330.500 euros hasta diciembre de 2048, es decir, durante los 50 años que el Atlético tiene garantizada la concesión para la explotación de esos terrenos e instalaciones, un extremo que la constructora FCC ve «contrario al ordenamiento jurídico», concluye El Periódico de España.
EL «PELOTAZO» DEL ALCORCÓN Y LA EMPRESA «TAPADERA». El segundo reportaje lo firman los periodistas Juan Luis Galiacho y Alejandro de Santiago y se titula: «El negocio de los Gil: Las sociedades ‘tapadera’ creadas para controlar el Atlético de Madrid morosas de Hacienda. Son dos empresas: Promociones Guadalquivir SA, que adeuda 56,3 millones de euros, y RTM Desarrollos Urbanísticos y Sociales, creada para el «pelotazo» del Calderón«. Según este artículo, «todo se remonta a 2005, cuando RTM, empresa «tapadera«, adquirió una participación del 10% en la sociedad Desarrollos Inmobiliarios Club Atlético de Madrid (DICAM). Tras desembolsar 22,6 millones de euros, RTM compraba una opción que le daba derecho al 10% de los futuros derechos urbanísticos de la parcela del Estadio Vicente Calderón. Finalmente estos derechos nunca se llegaron a ejercer y esta operación acabó en manos de FCC. Estos vínculos también se extendían a la futura ciudad deportiva del club rojiblanco, el gran pelotazo que siempre fue el sueño del patriarca Gil y Gil y la única razón por la que entró en 1981 en el Atlético de Madrid, engañando precisamente al entonces magnate Vicente Calderón«.
RTM Y EL TRASLADO DE MAJADAHONDA A ALCORCÓN. «La empresa RTM sería la encargada de iniciar esta nueva construcción, que supondría el traslado de los campos de entrenamiento de la localidad de Majadahonda hasta Alcorcón. Todo a cambio de reservarse una promoción de 136 viviendas en este último municipio madrileño. Pero este fallido intento supuso unas pérdidas considerables para RTM. La solicitud del concurso de acreedores obligó a cancelar definitivamente la operación y a desembolsar 16 millones de euros para indemnizar supuestamente al club madrileño de los Gil«, añade la noticia, que recuerda que Pablo Jiménez de Parga es el «ex secretario general de RTM y mano derecha de Miguel Ángel Gil«. El artículo indica que «RTM acumuló un pasivo de 95,67 millones de euros y además, según fuentes cercanas a esta sociedad consultadas por elcierredigital.com, «se trataba de una empresa fantasma que no tenían empleados ni registro de ningún tipo de ingresos en su último ejercicio en 2017. Esta sociedad entró en el Atlético de Madrid para tener la opción de compra y fue creada supuestamente por los Gil para «limpiar» el Vicente Calderón y que no hubiera rastro del dinero para cualquier accionista minoritario. Como el Estadio era propiedad de la sociedad deportiva, y por ende, de todos los accionistas, por pequeños que fueran, introdujeron está empresa como tapadera». Cabe destacar que Pablo Jiménez de Parga fue el secretario general de RTM y actualmente es el secretario del Atlético de Madrid SAD. Fuentes cercanas indican a elcierredigital.com que «el abogado Jiménez de Parga es la mano derecha de Miguel Ángel Gil, a quien representó en su día tras la solicitud de la Fiscalía Anticorrupción de 10 años y medio de cárcel por las presuntas irregularidades cometidas en la transformación del Atlético de Madrid en sociedad anónima deportiva», finaliza el reportaje.