AGENCIA EFE. Tras un año, un mes y trece días, a la una menos veintidós minutos de la tarde del viernes, el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, dijo: “Acabamos el juicio, queda visto para sentencia y se levanta la sesión definitivamente”. El juicio por la primera época de la trama Gürtel ha marcado un antes y un después en la democracia española. Ha sido la primera vez que un presidente del Gobierno en ejercicio ha declarado ante un tribunal, como ha sido el caso de Mariano Rajoy, que compareció como testigo el pasado 26 de julio por su responsabilidad anterior al cargo actual en la organización de las campañas electorales. No es el único político que ha testificado, pues entre los 300 testigos que han desfilado por la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid) lo hizo también la ex presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre -quién después de declarar, se mostró a la prensa conmocionada, y a punto de llorar, por la detención del que fuera su número dos, Ignacio González, por el caso Lezo-; el presidente del Senado, Pío García-Escudero; o los exministros Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes, Rodrigo Rato, Javier Arenas y Jaime Mayor Oreja. El abogado del Estado Edmundo Bal subrayó que la organización liderada por Correa “se ha instalado en las administraciones públicas como un cáncer de corrupción”, por lo que pidió al tribunal que dicte una sentencia “ejemplar” para que los empresarios españoles con “tentación” de sobornar digan: “Jolín, qué miedo me da, fíjate la cantidad de años de cárcel que le han caído a estas personas”.
Este viernes quedó visto para sentencia el juicio contra los 37 acusados por participar en los primeros años de la trama Gürtel (1999-2005), entre los que se encuentran el presunto cabecilla de la red, Francisco Correa, una decena de ex altos cargos del PP, como su ex tesorero Luis Bárcenas, y en la que se ha analizado si la formación política se ha beneficiado de estas actividades delictivas. Don Vito’ se ha desinflado. El cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha ofrecido este 17 de noviembre de 2017 en la última sesión del juicio del caso Gürtel «decir toda la verdad» en causas pendientes de corrupción a cambio de su libertad y ha pedido el indulto de Baltasar Garzón, separado de la judicatura por irregularidades en su investigación. «Ofrezco mi total colaboración de ahora en adelante en todas las causas. Si tengo que estar semanas reunido con ustedes para aclarar todas las causas pendientes, lo haré. Pero me gustaría ir por mis propios medios, no desde la cárcel», ha afirmado Correa. “Son personas que yo conozco y alguno ya ha fallecido, ministros y ex presidentes del Gobierno de este país que trabajan de esta manera en muchos países latinoamericanos y de Oriente Medio, que son contratados para conseguir negocios y les hacen unos contratos importantes para que estas empresas españolas tengan trabajo en esos países».
Uno de los momentos más llamativos del juicio fue cuando el que fuera responsable de Orange Market Álvaro Pérez «El Bigotes» hizo una definición de sí mismo. Se calificó como un “genio de la creatividad” capaz de revolucionar la imagen “rancia” del PP y de transformar incluso el rictus “de mala leche” del ex presidente del Gobierno José María Aznar. «Rogaría que me dejaran salir; estaba en un curso de cocina pochando, me lo he perdido y luego me hacen exámenes”. Posteriormente ’El Bigotes’ prometió contar todo sobre la trama Gürtel y tuvo un momento para una surrealista petición tras declarar ante las Cortes Valencianas. Quería salir cuanto antes para asistir a su curso de cocina, para lo que había pedido permiso.
El juicio ha concentrado numerosas anécdotas como las revelaciones sentimentales de algunos de ellos. El ex concejal de Majadahonda Juan José Moreno insinuó que su novia le abandonó por Correa, “de un día para otro y sin decir nada, sin decir ni pío”, y que finalmente no quiso firmar la denuncia que destapó la trama porque prefirió marcharse a una granja de Extremadura a criar ocas para superar la ruptura. También el rifirrafe vivido entre Correa y el denunciante, José Luis Peñas, cuando el líder de la trama increpó a este otro, durante un receso de la vista oral, instándole a que contase al tribunal que se había “llevado la pastuqui” que él le había dado. Justo antes de la última palabra de Correa, el abogado de Carmen Rodríguez Quijano, ex esposa de Correa conocida como «La Barbie», ha leído una carta de su defendida a modo de última palabra. La Fiscalía pide para ella 35 años de prisión por participar en actividades de su exmarido en el Ayuntamiento de Majadahonda. En su misiva indica que fue engañada y utilizada por su ex marido y por el ex alcalde de Majadahonda, el también acusado Guillermo Ortega, alias «Willy». Correa ha asegurado en su intervención que no pretendió engañarla y ha estimado que su ex mujer está siendo juzgada de forma injusta.
Panda de chorizos, que se queden en la cárcel y paguen por todo lo que han hecho.
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