“¡No ha dado ni un titular!” se quejaban los periodistas que asistieron a la declaración del alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, que comparecía como testigo de la Fiscalía en la sede de la Audiencia Nacional que juzga el “caso Gurtel”. Allí estaban el ex alcalde Guillermo Ortega y los ex concejales Pepe Peñas y Juanjo Moreno, junto a los abogados de todos los acusados. Fue un interrogatorio de 100 minutos (1 hora y 40 minutos exactamente) donde Foxá contestó a todas las preguntas, dijo acordarse prácticamente de todo y no rehuyó ningún aspecto del proceso, pero en efecto apenas nada llamativo en su testifical. Al principio llevó la voz cantante la fiscal Concepción Sabadell, pero posteriormente fue el abogado de Peñas quien se afanó en intentar mezclar al alcalde en el fango presentándole como autor de firmas y complicidades con Guillermo Ortega en el ámbito de su gestión como concejal de Urbanismo y teniente de alcalde. Solo logró arrancarle que uno de los concejales de Ortega, el abogado Ramón Losada, había sido nombrado ahora consejero de PAMMASA por el PP. Fue entonces cuando Foxá explicó a los jueces que fue él quien comandó la disidencia de un grupo de concejales del PP que se sublevaron contra Ortega y terminaron abocándolo a dimitir:
“Fue un proceso. En un principio estaba muy de acuerdo porque eran cantidades que eran asumibles para el Ayuntamiento pero cuando ya hay un contrato con una cantidad muy importante (12 millones de euros) se produjo esa discrepancia política y de gestión. Entonces no se sabía nada [de corrupción]. Posiblemente tenga usted razón (le dice a la fiscal, que le preguntaba porqué no pararon el expediente de la Oficina de Atención al Ciudadano al principio), no nos dimos cuenta en ese momento o eso fue cuajando”. Fue entonces cuando el alcalde soltó la bomba: “Tener discrepancias con el alcalde con el que tú eres concejal en los partidos políticos es un tema complicado porque tienes que estar muy seguro de lo que estás haciendo. La tendencia en todos los partidos es a apoyar al alcalde, como es natural, y por lo tanto tienes que estar muy seguro si vas a romper la disciplina de voto. Tiene que ser un tema serio y fundamentado. Y en el tema de las parcelas y de la Oficina al Ciudadano una serie de concejales íbamos a romper la disciplina de voto».
«En España existe dentro de los partidos políticos la disciplina de voto y siempre que se vote un tema que no vaya contra la ley o que afecte a tu conciencia, no es obligatorio pero tienes que votar lo que dice el partido, lo que dice el alcalde, o lo que dice tu grupo político. Guillermo Ortega tenía que cesar o sufrir una moción de censura pero esto último nunca se planteó. Por eso es el alcalde (Guillermo Ortega) quién suspende el procedimiento de la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC)”. La fiscal recordó entonces que la OAC supuso la pérdida de 1 millón de euros y Foxá confirmó que tuvo que desmantelarlo todo porque de seguir así hubiese costado esos 12 millones. Y además afirmó que las empresas cuyo nombre pidió la Guardia Civil para ser investigadas por su vinculación con la Gurtel ya no fueron contratadas a partir de 2005. Finalizada la declaración, Narciso de Foxá abandonó la sede judicial acompañado del letrado del Ayuntamiento majariego, Juan Lobo, que está personado en la causa para intentar recuperar los 300.000 euros que fueron sustraídos del consistorio para sufragar la campaña electoral del Partido Popular, beneficiario a título lucrativo. A los acusados les piden penas que llegan incluso a los 50 años de cárcel.
Otras versiones de la declaración:
Agencia EFE: El edil de Majadahonda reconoce los ‘gastos excesivos’ de su antecesor. El alcalde de Majadahonda (Madrid), Narciso de Foxá, ha declarado en el juicio del caso Gürtel de corrupción política que siendo concejal del PP discrepó con su antecesor, del mismo partido, el acusado Guillermo Ortega, porque impulsó proyectos que suponían «gastos excesivos». La Audiencia Nacional celebra una nueva sesión del juicio con las declaraciones de más testigos en torno al municipio de Majadahonda, donde se enjuician adjudicaciones públicas a dedo a empresas de Francisco Correa, presunto cabecilla de la trama corrupta, a cambio de comisiones en la época del ex alcalde Guillermo Ortega.
Narciso de Foxá, concejal de Majadahonda desde 1991 y que fue nombrado alcalde el 5 de febrero de 2005, ha estimado que aunque Guillermo Ortega dijo que cesó por cuestiones personales y de salud él estima que posiblemente influyeron las presiones que tenía, dado que él y otros concejales mantenían algunas discrepancias con su gestión en algunos proyectos. Ha explicado que siendo él concejal de Urbanismo en 2004 discreparon con el alcalde por la venta de dos parcelas, ya que algunos ediles del mismo grupo popular apreciaron que el precio de mercado era muy superior al que se había fijado. Igualmente no estaban de acuerdo con el proyecto de Guillermo Ortega de adjudicar una oficina de atención al ciudadano a una empresa del grupo Correa por 12 millones de euros en diez años ya que consideraban que era «un gasto excesivo para cómo estaban las arcas municipales» y ha recordado que de hecho al final Ortega suspendió el concurso ya en la última fase de su tramitación. De cualquier forma ha aclarado que nunca pensó que las contrataciones a las empresas adjudicatarias en la época de su antecesor fueran «fruto de nada» y pensaba que simplemente era porque habían ganado el correspondiente concurso.
EUROPA PRESS. El actual alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, ha defendido este viernes en el juicio por los primeros años de la trama Gürtel (1999-2005) que el motivo del cese de Guillermo Ortega como alcalde se debe a las «discrepancias políticas» existentes por la venta de unas parcelas y la implantación de la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC), tal y como explicó en su declaración. De Foxá, que ha comparecido en calidad de testigo, ha explicado ante el tribunal de la Audiencia Nacional presidido por el magistrado Ángel Hurtado, que las diferencias nacieron en 2004 cuando una «serie de concejales» y él, que entonces era el responsable de la empresa que gestiona el suelo municipal Patrimonio Municipal de Majadahoda, S.A. (PAMMASA), comenzaron a observar que Ortega pretendía vender unos terrenos a un precio inferior al de mercado. «No sé las razones, posiblemente podía deberse a que se había planteado mal el pliego de condiciones», ha dicho, al tiempo que ha afirmado que no apreció «nunca nada ilegal».
Tampoco observó irregularidades en la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC), pero este grupo de concejales se opusieron a que el importe final por el que se pretendía adjudicar, «aproximadamente unos 12 millones de euros en 10 años», era un «gasto excesivo» que el consistorio no podía afrontar, según ha dicho. Aún así, ha reconocido que al principio estaba de acuerdo con este proyecto porque era algo «que tenían muchos ayuntamientos de España». Se trataba de una «discrepancia política», ha añadido e insistido en que «tener discrepancias con el alcalde es complicado». «Tienes que estar seguro de lo que estás haciendo porque es natural que apoyes al alcalde y es romper la disciplina de voto», ha enfatizado. Ortega afirmó en su declaración que el desgaste que conllevó a su dimisión comenzó con la polémica sobre la venta de terrenos y apuntó que De Foxá le hizo la «vida imposible» y que es amigo del también exalcalde de Majadahonda Ricardo Romero de Tejada, al igual que «amigo personal» de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre. Aún así, admitió que fueron Aguirre y el ex secretario general del PP de Madrid Francisco Granados los que le pidieron que dejara la alcaldía por una enfermedad de corazón, aunque se puso como excusa la OAC.
CUESTIONES PERSONALES: De Foxá ha defendido este argumento y destacó que Ortega cesó en su cargo por «cuestiones personales o de salud, no recuerdo muy bien», aunque no ha negado que otra posibilidad de su marcha de la Alcaldía fuese las «presiones» recibidas por estas diferencias en la gestión. No obstante, ha apuntado que los grupos municipales nunca presentaron una moción de censura. Sin embargo, Ortega recalcó que el verdadero motivo de su salida del ayuntamiento se debe a que el propietario de las empresas Licuas y Coarsa, Joaquín Molpeceres -que aparece en la pieza denominada ‘Papeles de Bárcenas’-, había denunciado al ex tesorero del PP Álvaro Lapuerta que el entonces alcalde no le adjudicó ningún servicio municipal. El ex primer edil relató que Lapuerta le llamó en una ocasión para que adjudicase contratos públicos municipales a estas empresas porque era «gente que colaboraba con la casa». «No sé que tienen que ver estas empresas, no me cuadra que tengan algo que ver con su cese (…) tampoco tengo la sensación de que tuvieran protagonismo en el Ayuntamiento de Majadahonda, recuerdo que eran adjudicaciones bastante regulares», ha dicho De Foxá al respecto. Preguntado por la fiscal Concepción Sabadell sobre las empresas con las que contrató el Ayuntamiento, y sobre todo por qué nuevas empresas -vinculadas a la trama Gürtel- comenzaron a licitar en el momento que Ortega se convirtió en alcalde, De Foxá ha asegurado que no se percató de que se estuviese dando «un cambio» de sociedades, aunque «es verdad que yo entonces estaba en mi mundo», ha precisado. Es más, ha indicado que no está seguro si conoce al ‘cabecilla’ del entramado corrupto, Francisco Correa.
por culpa de este tio yo me quedare en la calle en 10 dias sin el piso que me concedio y ha permitido la venta aun fondo buitre,hispania real