JORGE RUBIO. Las relaciones peligrosas del Grupo Municipal de Ciudadanos (Cs) en Majadahonda con las empresas que son protagonistas de los servicios públicos que reclaman luego sus mociones fueron objeto de duros reproches por parte de la propia Oposición y el Gobierno. La propuesta para la implantación del denominado «car sharing» (alquiler de coches ecológicos por minutos, de gran éxito en Madrid capital) no cuajó entre los concejales y los argumentos esgrimidos a favor por Silvia Rey (Cs) no consiguieron cautivar al resto de grupos. De hecho, fue la propia Oposición la que la tumbó junto al Gobierno al insinuar un conflicto de intereses del partido naranja con las empresas que se dedican a esta actividad. La concejala de Transportes, África Sánchez (PP), se desmarcó con estas palabras: «Parece que viene siendo habitual que en el Grupo de Ciudadanos las mociones vengan acompañadas con unas presentaciones concretas, como ya pasó en Medio Ambiente con el reciclaje de las latas» que también hizo junto a otra empresa determinada del sector. Pero también en la Oposición la edil Socorro Montes de Oca (PSOE) crítico que esta iniciativa se hubiese presentado previamente a «vecinos y diputados de Ciudadanos antes de traerla al pleno» en alusión a un acto publicitario realizado el día anterior: «Nos extrañó la presentación en Colón con la empresa privada que va a hacer esto. No sé si ya lo tenían pactado».
Mercedes Pedreira (Centristas) aclaró definitivamente la situación cuando desveló que esta era «una iniciativa privada pura y dura». Y añadió: «cuando el servicio sea rentable las empresas lo van a hacer. Ayer hicieron una presentación y yo no vi ningún coche, y tampoco va a servir para paliar los atascos ya que van a usarse el mismo número de coches». Juancho Santana (IU) mantuvo esta misma tesis y se preguntó que «no sabía si sería muy liberal que el Ayuntamiento haga a las empresas un estudio de viabilidad» y que la apuesta no debía ser otra que «favorecer el transporte público colectivo». Además, sembró una grave duda: «Ayer se hizo la presentación de esta moción con los logotipos de las empresas. ¿Vamos a venir los concejales al pleno con sus logotipos?». Para Santana, esta era la típica moción «patrocinada por las empresas privadas que luego son las beneficiarias del servicio» y se preguntó: «cuando nos presenten una moción de Urbanismo o limpieza viaria ¿quién la va a patrocinar?».
Irene Salcedo (Somos) insistió en la necesidad de «hacer un plan de movilidad» ya que este servicio planteaba muchos problemas como «el seguro, la disponibilidad o la exclusión de sectores de población». Y el propio Gobierno municipal, ante la avalancha de argumentos en contra, por medio de Africa Sánchez (PP) rechazó la propuesta aunque señaló que la idea inicial, de hecho, no era mala: «Mi grupo ya estaba trabajando en una iniciativa similar» pero sin vinculaciones empresariales concretas. También señaló que el transporte público en Majadahonda no era un problema, ya que existen «22 líneas de autobuses, 2 líneas de cercanías y 2 líneas nocturnas» y que del abono transporte se beneficiaban «más de 8.000 jóvenes en el municipio».
Todo esto no desanimó a Silvia Rey (Cs). «La contaminación del aire mató a 7 millones de personas según la OMS», señalaba la edil naranja nada más comenzar su intervención y como medida para paliar este problema argumentó que el car sharing «sustituía una media de 15 coches particulares» además de que esta se iba a convertir en la opción de futuro para los jóvenes porque estos «ya no compran coches». La concejala aprovechó su turno para cerrar la intervención asegurando que «el transporte público no funciona en todas partes», que existía un «problema de comunicación entre los municipios» y que «efectivamente el servicio presentado era 100% privado». Sin embargo, en el resto de concejales pesó más el creer ver que esta moción hacía las veces de «caballo de Troya» de intereses particulares y que hacía el juego a las empresas privadas, convirtiéndose ésta en el principal arma para rechazarla de lleno. El resultado de la votación fue de solo los 6 votos a favor de Ciudadanos, 7 en contra (PSOE, Somos e IU) y 12 abstenciones (PP y Centristas).