JORGE RUBIO. Este miércoles 15 de agosto de 2018 era un día mágico para una escritora muy vinculada a Majadahonda, tanto que la Casa de la Cultura lleva su nombre. Se cumplían 111 años del nacimiento de la poetisa Carmen Conde (Cartagena, 1907 – Majadahonda, 1996)  cuyos días tocaron a su fin en esta ciudad. Sin embargo, ninguna institución pública o privada, ningún partido político ni colectivo feminista, ningún escritor o poeta reparó en el aniversario del que daba cuenta toda la prensa española. Y es que el 15 de agosto se ha convertido en una fecha de conmemoración de la cultura y las letras encarnadas en la figura de esta escritora que hizo historia al ser la primera mujer en ingresar en la Real Academia Española. Una efeméride que recuerdan multitud de publicaciones y medios  y a la que este año se ha sumado Google dedicándole uno de sus ya típicos «doodles», cambios en el logotipo del buscador para celebrar hechos destacados. La redacción de los diarios ABC, El País, El Mundo o La Vanguardia aprovechan esta curiosidad para repasar la trayectoria de la escritora desde sus orígenes hasta su muerte en Majadahonda: «La vida de la escritora, que estudió Magisterio y fue gran admiradora de Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Miguel Hernández, Manuel Altolaguirre y Gabriela Mistral, entre otros, transcurrió en su ciudad natal y en Melilla, El Escorial, Valencia y Madrid, donde fijará su residencia. Falleció en un geriátrico de Majadahonda (Madrid), víctima de Alzheimer, el 8 de enero de 1996«, señala Abc.


También la redacción de La Vanguardia aprovecha la ocasión para rendir homenaje a Carmen Conde como «una de las poetas más importantes del siglo XX». Considerada una de las referentes de la generación del 27, «fue la primera mujer en ingresar en la Real Academia Española en 1979, pero mucho antes, en 1931, fundó, junto a su marido Antonio Oliver, la primera Universidad Popular de Cartagena». Y concluye: «En los años 80, comenzó a tener los primeros síntomas de Alzheimer, pero no por eso cesó su actividad. Sus últimos años, entre 1992 y 1996 vivió en una residencia de Majadahonda donde el 8 de enero de 1996 falleció«.  Por su parte, El País (Alberto López) mencionaba también la ciudad donde falleció al contar que «en los últimos cuatro años de su vida, desde 1992, vivió en una residencia en Majadahonda. En septiembre ese año, Conde redactó su testamento dejando al Ayuntamiento de Cartagena, su ciudad natal, la totalidad de su obra literaria y la de su marido. Carmen Conde murió el 8 de enero de 1996. Desde 1984, en reconocimiento a su gran aportación a la literatura española, la editorial Torremozas convoca el Premio Carmen Conde de poesía dedicado a mujeres. Tras su fallecimiento, su sillón en la Real Academia Española lo ocupó en 1988 otra mujer, la segunda en la institución cuyo lema es ‘Limpia, fija y da esplendor’, Ana María Matute».

Carmen Conde Abellán, mejor conocida únicamente como Carmen Conde, nació en Cartagena, España, de donde se trasladó a Melilla junto a su familia a los siete años de edad y donde vivió hasta 1920. Su vida siempre estuvo ligada al mundo de las letras y los reconocimientos públicos por su maestría en este arte no tardarían en llegar. «En 1925 obtuvo el primer premio en los Juegos Florales de la Asamblea Local de la Cruz Roja de Albacete por el trabajo A los acordes de la pavana. Pasaban los años y en 1933 se trasladó a Madrid, donde allí nació muerta su única hija. Este trágico momento en la vida de Conde marcó los siguientes pasos en la poesía.

Su hija fue un tema que aparecía esporádicamente en sus obras. En la Guerra Civil del siglo pasado (1936), su marido Oliver se unió al ejército republicano liderando la emisora Radio Frente Popular número 2. La poeta le siguió la pista en varias ciudades, pero al final se quedó en Cartagena para cuidar de su madre. Después de la Guerra, Carmen Conde fue juzgada por haberse decantado por el bando republicano. Sin embargo, en la década de los 40 aumentó el número de publicaciones «en las que firmaba con seudónimos como Magdalena Noguera, Florentina del Mar y otros», detalla La Vanguardia. Y concluye: «En 1953, Conde recibió el Premio Elisenda de Montcada por Las oscuras raíces y un año más tarde los Vivientes de los siglos le hizo ganar el Premio Nacional Simón Bolívar de Siena. En 1967, consigue el Premio Nacional de Poesía por Obra poética. En 1979, la poeta suma más distinciones con el Premio Benito Pérez Galdós de Periodismo y el Premio Adelaida Ristori del Centro Cultural Italiano».

Majadahonda Magazin