LIDIA GARCIA. La espectacular subida del precio de la luz (este lunes 13 de junio (2022) estaba en los 200 euros/MWh) «se ha notado, y mucho», en las grandes superficies comerciales como el Gran Plaza 2 y El Corte Inglés de Majadahonda, aunque también en los grandes y pequeños comercios, bares y restaurantes, donde ya es habitual ver las ventanas abiertas para que corra el aire con objeto de refrescar los locales. La periodista Barbara Hermida del diario «Qué» ha realizado un estudio y ha concluido que tanto la dirección del Gran Plaza como de El Corte Inglés de Majadahonda han ordenado «abusa» un poco menos del aire acondicionado este año, manteniendo una temperatura menos «brusca» con respecto al exterior, una temperatura que oscilaría entre los 23ºC y los 25ºC, lo que reduciría considerablemente la necesidad de energía de refrigeración del complejo. Eso sí, a cambio del calor de los visitantes del Gran Plaza 2. La decisión ante el actual precio de la energía podría ser imitada por otros centros comerciales, como el Plaza Norte 2 o los centros de El Corte Inglés. Un último lugar donde los madrileños saben que, en verano, es necesario llevar una chaqueta para poder soportar la temperatura del aire acondicionado. Chaqueta que, al menos de momento, no es necesaria en el gran centro comercial de Majadahonda».

«La temperatura dentro del centro comercial estaba lejos de ser «agradable» para muchos de sus clientes. Al menos, la temperatura estándar del centro comercial, más allá del aire acondicionado individual de las tiendas. Y es que muchos han sido los que han acudido al famoso centro comercial de Majadahonda en busca de frescor ante las altas temperaturas… y se han encontrado con una temperatura muy distinta a la esperada. Es decir, muy lejos de los grados de confort estipulados, de 21ºC o 22ºC, algo que ha hecho que muchos visitantes del Gran Plaza 2 no se hayan sentido cómodos a la hora de pasar por estos lujosos pasillos de ocio, gastronomía y ofertas de moda debido, principalmente, al calor. Un calor que notaban especialmente los visitantes masculinos, y que hacía bastante complicado desear pasar una tarde entre los largos pasillos del centro comercial, en plena obra de renovación y ampliación de sus instalaciones. Una falta de aire acondicionado, o al menos, de una temperatura confort dentro del centro comercial, que parece tener una única explicación: la brutal subida del precio de la electricidad. Algo que viven, día tras día, miles de madrileños, así como empresas de toda índole y tamaño», concluye el artículo.