Gabriel Ortiz despacha en tienda (Madrid) y posee 18, entre ellas en Majadahonda, Pozuelo y Boadilla

LIDIA GARCIA. «Hermanos Ortiz Sanz, una institución en Madrid» es el título del reportaje que el periodista Juan Manuel Del Olmo publica este sábado 16 abril (2022) en la web «Consumidor Global«, pero también podíamos extenderlo a Majadahonda, donde la tienda de la Gran Vía junto al Ayuntamiento es toda una referencia de la ciudad. «Quizá la mayor institución de Madrid cuando hablamos de patatas fritas artesanas sea Hnos. Ortiz Sanz. Disponen de 18 tiendas repartidas por distintas zonas, desde la calle Alcalá hasta Cea Bermúdez y el Paseo de Extremadura, además de puntos en Pozuelo, Boadilla y Majadahonda.


Juan Manuel Del Olmo

Esperamos 10, 15 minutos a que la tienda se despeje. Son las 12:30 horas de una mañana cualquiera y hay trasiego, sobre todo de personas mayores. Desde fuera vemos los precios: 1 kilogramo de patatas fritas cuesta 11 euros, medio, 5,50; 150 gramos 1,65 euros y 100 gramos, 1,10. Una vez dentro, nos atiende Gabriel Ortiz, quien cuenta que lleva 35 años en este local. “Hemos tenido que subir entre un 10% y un 15% los precios”, admite, si bien se muestra satisfecho de haber capeado la crisis del aceite de girasol, ya que disponían de mucho stock. Sin embargo, lamenta que el volumen de clientes ha bajado mucho, a pesar de que la ubicación es muy buena. “Ten en cuenta que ha subido todo, la luz y todo; y hay que pagar a varios empleados y el alquiler. Esto no es Carabanchel, aquí cuesta muchos miles de euros todos los meses”, expone Ortiz.

El artículo recuerda que «todos los comercios de alimentación buscan un equilibrio entre su propia solvencia y en no repercutir todos los costes al consumidor. Y hasta los alimentos más humildes, como los churros, la torrija y el pincho de tortilla lo sufren. Según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), el precio de la patata ha subido un 35 % entre enero de 2021 y el mismo mes de 2022. En cuanto al aceite, España importaba de Ucrania el 62 % del aceite de girasol que usaba, tanto en consumo directo en cocina, como en la industria agroalimentaria.


La tienda de Majadahonda, una «institución», para la revista «Consumidor Global»

Según la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), la crisis de precios en el aceite «no será cosa de meses» sino de «al menos un año y medio o dos años», puesto que, según apuntan, Ucrania ya da por perdida la siembra del girasol de esta primavera. No todos los clientes han aceptado de buen grado la subida. “Hay gente que se queja de que haya subido el precio, y a mí me hace mucha gracia. Porque ha subido aquí, pero también en Carrefour o Mercadona, y yo no creo que el cliente vaya a quejarse a la cajera de estas cadenas de que están más caros los productos”, protesta. No obstante, Nicoleta lo dice con más tristeza que enfado. Casi todo en la tienda sabe a nostalgia«.

 

 

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