Beruete pintó el Guadarrama desde Majadahonda

LIDIA GARCIA. «El Marqués de Remisa, Beruete y su relación con Majadahonda» es la investigación que el historiador Guillermo Poza Madera ha sacado de nuevo a la luz desde su página «Majadahonda es otra Historia». En ella aflora la biografía majariega del pintor que fuera inmortalizado por Sorolla y cuyo lienzo con su retrato cuelga en el Museo del Prado. Su relación con el político liberal Segismundo Moret tampoco estaba lo suficientemente divulgada.


El Marqués de Remisa

Guillermo Poza cuenta como «hace siglos, el real monte de El Pardo, se extendía más allá de su actual y viejo cerco. A su vez Majadahonda no tenía los mismos limites actuales, ya que por ejemplo, el mayorazgo de Gudiel de Vargas, del cual parte se encontraba repartido dentro de nuestro municipio, se extendía hasta el río Manzanares. El municipio de Madrid, Aravaca, Pozuelo, Las Rozas y Majadahonda, tendrán que fijar sus lindes acondicionándose a este privilegiado cazadero real. Una de sus representantes, Isabel II, cederá una parte del antiguo coto a uno de sus hombres de confianza. Dentro de estas tierras quedarán fijados, hasta la actualidad, estos límites municipales. Será un vértice geodésico, el punto más alto en esta zona, el que marque este lugar, que en aquel momento del siglo XIX fue denominado «vértice Remisa«, al encontrarse dentro de la propiedad del Marqués de Remisa, el hombre de confianza de la citada regenta».


La zona entre Majadahonda y Aravaca

«Serán 800 hectáreas de buenas tierras las que adquiera uno de los industriales, banqueros y comerciantes más importantes de aquellos años. Canal de Castilla, Minas de Río Tinto, Ferrocarril del Norte, entre otras, serán sus grandes empresas. Fundador del Plantío de Remisa, cercano a nuestro pueblo, una de las primeras zonas de “hotelitos” de la capital. Él trajo el tren por estas tierras y cerca de su palacio paraba en lo que fue el apeadero del Plantío».

Guadarrama por Beruete

Los actuales pinos de el monte del Pilar junto a otras especies, plantados en aquel “plantío”, también fue hecho por el citado Marques, al que Majadahonda debe, al menos, el contar su historia. Él a cambio nos dejó parte de nuestra historia. Una de nuestras calles que antes fue camino, iba hasta dicha propiedad, adonde una noria que allí se encontraba. Debido a su importancia, dará nombre y perdurará en la actualidad como calle de Las Norias».

Beruete por Sorolla (Mº Prado)

«Su antigua propiedad quedó en manos de su herederos, pasó a las de los Heredia Espínola y en el pasado siglo quedó en las de la familia Oriol. Y el nombre de Remisa se perderá en la historia de nuestro pueblo. Sigamos pues los pasos hasta llegar al pintor Aureliano de Beruete y conocer parte de sus cuadros que fueron pintados cerca de nuestro pueblo. Gaspar de Remisa, casado con Mª Teresa Rafo, dejó como herederas a sus dos hijas, que emparentaron con importantes familias. Dolores, la mayor, fue cuñada de la reina Mª Cristina y la menor, Concepción, fue compañera de Segismundo Moret y Quintana. Su hija Mª Teresa de Moret y Remisa sería la esposa de Aureliano Beruete, gran paisajista y amigo del también artista Joaquín Sorolla. Beruete, que estaba casado con la nieta del marqués de Remisa, desde su palacio, presente en la actualidad en el Monte del Pilar, pintaba la sierra desde su terraza, con Majadahonda entre medias».

Pintura del Monte del Pilar por Beruete

«Aclarar que alguna de estas obras fueron pintadas en dos plantíos, el de los Infantes y el de Remisa, ambos cercanos pero con paisaje diferente. Esto ha creado errores con el nombre de las mismas. Sin embargo, las que están orientadas a la sierra de Guadarrama tienen que estar realizados desde Remisa, actual Monte del Pilar. El emplazamiento del Plantío de los Infantes, junto al río Manzanares, no permitiría tener estas vistas. Parece increíble que un personaje con tan rica, variopinta y abundante biografía, imposible de contar en este momento, pero recomendable profundizar en ella, pase de largo en la historia de nuestro pueblo, demostrando que Majadahonda es otra historia y que queda mucho por contar«.

Majadahonda Magazin