MANU RAMOS. Llega el primer mensaje optimista, o al menos no negativo, desde el mundo de los mercados y «para profundizar en estas y en otras cuestiones, os invitamos a conectaros a la charla en directo que Paco Quintana, nuestro director de Estrategia de Inversión, dará este viernes 27 a las 18.00 h. en el perfil de Instagram de ING España, donde repasará todo este contenido y atenderá vuestras dudas». Así ha anunciado la sucursal de ING en Majadahonda-Las Rozas la conferencia de su experto financiero, a la que ha acompañado de un informe, al que ha tenido acceso MJD Magazin. Y comienza así: «Aunque estos momentos de incertidumbre nos toca vivirlos separados, en el equipo de ING queremos manteneros al día de las últimas novedades de los mercados. Para ello hemos creado este pequeño resumen de la situación actual y su impacto inmediato en la economía mundial y en la inversión». ¿Qué está pasando? «Nuestra economía nunca se había enfrentado a una epidemia global tan rápida. Para reducir el ritmo de contagios es necesario frenar la actividad empresarial, con lo que se dejan de producir y de demandar muchos bienes y servicios al quedarse la gente en casa. La economía se va a ralentizar, pero aún es pronto para saber si este año la actividad económica se contraerá. La economía mundial está sufriendo un frenazo. Lo más probable es que la actividad se contraiga en los próximos tres meses para luego remontar en la segunda parte del año


Francisco Quintana

Aún no sabemos si el avance de la epidemia hará que, para el conjunto del año, el resultado sea negativo o positivo. Hay que tener en cuenta que muchos sectores siguen funcionando (agricultura, distribución de alimentos, supermercados, comercio online, suministros eléctricos, de agua, gas, etcétera) y que parte del consumo simplemente se pospone. La economía mundial es más grande y resiliente (superar algo y salir fortalecido) de lo que pensamos: en los últimos 40 años su volumen se ha multiplicado por 8 y sólo ha habido 5 años negativos. Es natural que las bolsas caigan, ya que ahora mismo los inversores no son capaces de valorar las empresas. Cada noticia, positiva o negativa, va acompañada de grandes subidas o bajadas de los precios de las acciones que además aumentan debido a las órdenes automáticas de venta. Desde principios de año, ha caído alrededor de un 30%«, señala el informe.

¿Qué se está haciendo para contrarrestar el impacto de la epidemia? «Los esfuerzos para frenar los efectos negativos están siendo mucho mayores que en ningún otro momento de la historia reciente. Los bancos centrales están siendo rápidos y contundentes para conseguir que las empresas y bancos no sufran como ya pasó en 2008. Esta vez, han reaccionado recortando sus tipos de interés, favoreciendo que el dinero llegue a la economía (con programas ilimitados de compra de activos) o reduciendo los requisitos de capital para los bancos. De esta forma, el dinero llegará más fácilmente a aquellas empresas y familias que lo estén pasando mal por la situación actual. Y por su parte, los gobiernos se están sumando con importantes medidas de apoyo fiscal con instrumentos para suavizar el efecto de la crisis actual en empresas y trabajadores».

«Por ejemplo, el gobierno español ha lanzado un programa de 100.000 millones de euros en avales para facilitar que las pymes puedan recibir préstamos de la banca. Se están dando facilidades a empresas y autónomos en el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social, suavizando los requisitos para el cobro del paro y para realizar despidos temporales que garanticen el cobro de una prestación y la reincorporación posterior. Otros gobiernos introducen medidas como ayudar a las empresas que cierren temporalmente a pagar a sus trabajadores o anuncian enormes incrementos de la inversión pública para generar empleo los próximos años. Estas medidas van a tener un coste muy alto para los países, y van a hacer que se incumplan los límites de gasto (algo que la Comisión Europea acaba de aprobar), pero hay consenso generalizado de que es mejor usar todos los recursos disponibles para reducir, en la medida de lo posible, el daño a la economía».

¿Qué implica esto para las inversiones? «No importa lo dura que sea una crisis, la base de una estrategia de inversión sólida no cambia: diversificación, largo plazo, coste bajo y disciplina. Es un buen momento para recordar que, a lo largo de la historia, la inversión en bolsa ha sido más rentable que las alternativas habituales (bonos o depósitos) siempre que se han seguido los principios fundamentales de invertir con una visión a largo plazo, con un alto nivel de diversificación, en productos con costes ajustados y con la disciplina necesaria para no comprar y vender llevados por las emociones (miedo o avaricia). Este es también el caso en momentos de fuertes correcciones (suele haber una cada 10 años), los principios no cambian».

Majadahonda Magazin