«Carmen Conde, primera mujer académica de la lengua» titula revista italiana Loft su reportaje sobre «Carmen Conde Abellán, una de las voces más significativas de la generación poética del 27, que nació en Cartagena el 15 de agosto de 1907 y murió en Majadahonda». La revista incluye además un amplio reportaje fotográfico que acompaña a un texto de Mathias Welse que señala que «el aspecto más conocido de la trayectoria de Carmen Conde es el hecho de haber sido la primera mujer académica de número de la Real Academia de la Lengua Española. Efectivamente, ocupó el sillón K en 1978. Aún siendo este hecho un hito destacado en su vida y en la de la Academia, donde todavía la presencia de mujeres es minoritaria, no es la razón principal para conocerla».


«Carmen había nacido el 15 de agosto de 1907 a orillas del Mediterráneo, en Cartagena, ciudad en cuya calle de la Palma vivió sus primeros años y a la que regresó en 1920, después de un paréntesis en Melilla. Allí comenzó a escribir en prensa e inició los estudios de Magisterio. Pronto conocería epistolarmente a los escritores madrileños, y en especial a Juan Ramón Jiménez. En 1927 conoció al también cartagenero Antonio Oliver, con quien se casa en 1931 y, juntos, fundan la primera Universidad Popular de Cartagena, en línea con las Misiones Pedagógicas de Cossío», señala.

Y añade: «Si Carmen y Antonio no hubieran sido conocidos por otra cosa, la creación de la Universidad Popular bastaría para hacerles ocupar un lugar destacado entre los hombres y mujeres de nuestro país que pusieron su esfuerzo y dedicación al servicio de los demás. Paradójicamente, la misma Guerra Civil que la alejó de su marido, voluntario en el frente republicano, fue un periodo de intensa felicidad personal. En los años cuarenta publicó algunos de sus libros de poemas más interesantes, Ansia de la gracia y Mujer sin edén«.

«Durante cuarenta años, la actividad de Carmen Conde no cesó, muchas veces con Antonio, otra sin él: maestra, traductora, impulsora de múltiples actividades culturales, comprometida con la educación y la cultura, amiga de escritores e intelectuales y autora de una extensa obra literaria, publicada a veces bajo seudónimo, variada en temas y géneros, cuyo colofón fue La noche oscura del cuerpo, 1980. Sin duda, una trayectoria de mucho mérito, más aún para una mujer en la época que le tocó vivir. Trayectoria desconocida para muchos y que muchos identificaron con valores que para nada la representan, marcada por el exilio interior que sufrieron aquellos que decidieron permanecer en España tras la Guerra Civil y siguieron publicando», concluye la revista italiana. Lea el reportaje completo.

 

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