JULIA BACHILLER. Entrevistamos a Jorge Rosco, conocido popularmente como «Panceta», debido al accidente que se produjo con la grave cogida de un toro astifino de Macua (Navarra) en los encierros taurinos de la tarde durante las fiestas de Majadahonda. Estuvo a punto de perder la vida, en el mejor de los casos la pierna y al final se salvó. Parece ser que la intervención de una chica de la Cruz Roja, los médicos y sanitarios de la Plaza de Toros de Majadahonda y en última instancia los cirujanos que le salvaron la vida y el miembro inferior fueron decisivos, pero también sus amigos, que fueron quienes le llevaron en volandas hasta la asistencia sanitaria de urgencia. El propio Ayuntamiento de Majadahonda debatió en el último pleno si conceder una Medalla al Mérito Civil a quienes intervinieron y por ello queríamos que Jorge Rosco nos contase qué ocurrió ese día, cómo fueron las cosas y si quería puntualizar algo para aclararlo ya todo. En los preámbulos de la entrevista, Jorge Rosco nos confiesa que ha cumplido ya 40 años y tras una larga carrera «recortando» toros en las principales fiestas de España, ha decidido retirarse. No quiere entrar en la polémica sobre quien debe recibir medalla o no por haberle salvado, también quiere quedarse al margen de la controversia política y social. Pero sí quiere dar su versión y aclarar qué ocurrió ese fatídico día de septiembre donde volvió a nacer:

–Jorge Rosco: Fue un día normal. Estaba de vacaciones, llevé a mi padre al hospital porque tenían que hacerle unas pruebas. Luego estuvimos tomando algo, fui a casa, me cambié, estuve con mis colegas tomando algo y luego fui al encierro. Lo que sucedió fue eso, me metí, me tomé dos copas de más y no calculé bien. Pero también decir que no se pueden echar en Madrid toros resabiados de tres años que pasan por todos los pueblos de Navarra en ese tiempo. Con la ley de Madrid los toros que salen aquí se matan, pero en Navarra no. Los toros de Navarra tienen mucha escuela. Entonces, cuando vas a recortar a uno de esos como haces aquí en Madrid, el toro te echa mano porque va a lo que va. Sabe lo que tiene. Ese es el problema. Un toro sin afeitar no es como un toro afeitado, sabe calcular. El toro afeitado tira al derrote y te calcula lo mismo, pero uno de estos, como venían sin afeitar, me dio.

¿Qué recuerdas de aquel día?
–Jorge Rosco: No recuerdo nada. Cuando sentí el golpe que me tiró adelante ya el toro,  yo me caí para atrás. Note la cornada, sentí como un puñetazo y ya sabía que ahí la llevaba. Levanté la mano, me empezó a sangrar y ahí ya vinieron mis colegas que fueron los que me atendieron.

¿La policía en algún momento te sacó del recorrido?
–Jorge Rosco: A mí la policía no me dijo nada. A mí me intentó sacar del recorrido mi amigo Carlos «El Bobín»

¿Como juzgas la actuación de los médicos en aquel momento?
–Jorge Rosco: No te lo puedo decir, me puse nervioso cuando vi tanta sangre y luego lo último que vi fue a mi colega Rober. No perdí el conocimiento, pero me puse muy nervioso. Me estaban hablando para que no perdiese el conocimiento hasta que me metieron en la ambulancia. Allí lo perdí un poco, pero luego en Puerta de Hierro lo recuperé porque estuve hablando con mis padres y todo, hasta que me llevaron a la Fundación Jimenez Díaz.

¿Y la estancia en el hospital cómo ha sido?
–Jorge Rosco: Muy bien, me han tratado muy bien. Quiero darle las gracias al doctor Alcalá que fue uno de los que me trató. Muy buena gente

¿ Y tus amigos?
–Jorge Rosco: También, tengo buena gente. Quitando algún cabrón que tengo por ahí… pero como en todos los lados.

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