LIDIA GARCIA. «Qué fue de Bea «La Marquesa» de Gran Hermano, la consorte sin título que acabó en la ruina». Tras abandonar ‘GH’ y pagar 6.000 euros de multa por incumplimiento de contrato, se convirtió en uno de los personajes más polémicos de la tele». Un reportaje de CLM 24 desvela como la mayoría de los personajes televisivos de los «realitys» acaban como «juguetes rotos» y continúa con la confesión de uno de ellos: Bea, conocida como «La Marquesa» por sus aires nobles y delirios de grandeza, que ella desmiente: «Cuando yo me casé con Óscar, la que tiraba del carro era yo, la que era empresaria era yo, la que tenía tiendas era yo, la joven era yo… me duele muchísimo que siempre parezca que la mala de la historia he sido yo, cuando lo único que he hecho es quedarme con mi hijo. Ahora estoy sin casa, sin dinero, sin tarjetas… Mi hijo y yo nos hemos quedado en la calle. Estoy en una situación límite», sentencia. Admitía, además, que tuvo que irse a vivir con su madre a Majadahonda, pidiéndole ayuda económica y dejando atrás el exclusivo Barrio de Salamanca«.
Y CLM 24 prosigue: «En una entrevista para «El confesionario de Kiko» en el año 2013, Bea habló de sus inicios junto al marqués y de su descenso a los infiernos, la ruina económica y el desahucio. «Conocí a Óscar en Ibiza, por el año 1987-88 y era guapísimo, estuvo saliendo con una buena amiga mía y, años más tarde, en Madrid, me lo encontré una noche en Pachá, discoteca a la que él era asiduo. Vamos, que era como parte del mobiliario, estaba todas las noches allí metido y en una cena donde se reunía gente muy selecta e importante de Madrid, allá por 1994, me lo sentaron enfrente de mí. Era una cena de lo más aburrida, gente muy pija y todos hablando en inglés y, de pronto, él se dirigió a mí también en inglés. Yo le dije «o me hablas en español o no te entiendo» y no sé cómo lo hizo pero comentó algo a todos los comensales de la cena y a los pocos minutos todos estaban hablando español. Ese fue el detalle con el que me conquistó, que más tarde me daría cuenta de que lo hizo para rebajarme públicamente, porque a él le gustaba siempre quedar por encima de mí», relataba.
Por último, concluye: «En palabras para las cámaras de la que fue su casa, Mediaset, Bea confesó que lo había pasado muy mal, que estaba mejor, que había reconducido su vida y que su objetivo sentimental ahora mismo era el de cazar al directivo de alguna compañía: «Ya no vengo a contar más dramas… He reaparecido ahora porque me metí en un chat (de Gran Hermano). Yo he estado muy sola todos estos años. No tengo pareja… Tengo varias. De pasta sigo justa… Y olvídate ya del marqués«, recriminaba a un compañero que le preguntaba. «Yo ya no quiero nada, marqués, yo quiero a un directivo, ¿para qué vamos a mentirnos?», concluía. Lea el reportaje completo.